Subterráneos



Asusta más el petate que el muerto…

 Hace unas semanas leí sobre la multa que en los Estados Unidos le aplicaron a una empresa filial de lo que aquí conocemos como la telefónica del globito azul.

 Allá las autoridades sancionaron a la empresa por cobrar servicios de datos e internet en móviles que no entregó. Algún cliente se quejó por no recibir lo que le prometieron y, como conclusión, vino la sanción económica por millones de dólares.

 Lo dejé como anécdota o nota de la sección económica de un diario.

 Esta semana, un buen amigo me platicó que contrató a un especialista en esas cosas de la internet. Midieron la capacidad de su servicio y, ¡Eureka!, le estaban entregando apenas el 30% de la capacidad contratada en la compañía de siempre. El servicio más infinito en la publicidad se convirtió en el más “lentium” en la realidad.

 Los dos hechos me llevan a preguntar: ¿qué pasaría si en México encontramos que una empresa telefónica nos cobra más llamadas de las que hacemos?; ¿qué pasa si Comisión Federal de Electricidad nos aplica un “ajuste” de tarifa por consumos fantasmas?, ¿qué sucede si en la oficina del Agua nos cobran tarifa de consumo mínimo en una casa que tiene dos años deshabitada?

 La respuesta, automática y contundente es: ¡Pagas!

¿Y si no pagas?, te cortan el servicio y, ¡Pagas!.

Como usuario, consumidor, cliente, el mexicano promedio no tiene amparo, está descobijado.

 Podrán decirnos los anuncios del gobierno que tenemos a la Profeco, que hay instancias como la Comisión Federal de Competencia, que el IFAI para los datos personales, que la abuelita de Batman, pero en la realidad, en el día a día, los mexicanos estamos desamparados, abandonados cada uno a su suerte.

 Y no sólo en el tema de los servicios de luz, agua y teléfono.

 Este mes, un compañero de trabajo debió recibir atención médica urgente del IMSS por un carcinoma tipo B (no sé qué madres sea eso, pero suena mal); pedimos apoyo para acelerar la atención y nos echaron la mano: Lo atenderían ¡En mes y medio!; eso si, la cuota ante el Seguro Social se paga el día 17 de cada mes. Y si no les paga… búsquele.

 ¿Y ante quién nos quejamos?, ¿quién nos podrá ayudar?, si hasta el Chapulín colorado ya murió.
 El panorama no puede ser más desalentador para el mexicano promedio, para el mexicano jodido.

Ni las reformas, ni las manifestaciones, ni Peña, ni el Peje, ni del movimiento, ni el sol azteca, ni los panuchos han podido darnos lo que los merecemos, ya no digamos de lo que deseamos..

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