La verdadera alegría


Por el padre Miguel Ángel
padre.miguel.angel@hotmail.com

Esta serie de consejos nos va a ayudar a todos, pon atención:

Procura sonreír con más frecuencia. Haz el propósito de tener un detalle de generosidad diariamente con diferentes personas; cuida al hermano menor; conservar limpio y ordenado tu cuarto; visita al compañero enfermo; contestar el teléfono si quien los hace está fuera de su lugar; se accesible en tus gustos personales; permite a los demás que elijan la comida, película, lugar de diversión, pasatiempo, la hora y punto de reunión. Aprende a ceder la palabra, el paso el lugar; además de ser un acto de generosidad denota educación y cortesía. En algunos casos es válido ceder el turno a quien tenga una urgencia real. Cumple obligaciones a pasear del cansancio y siempre con optimismo, buscando el beneficio ajeno. Usa tus habilidades y conocimientos para ayudar a los demás. Atiende a toda persona que busca tu consejo o apoyo por más antipática o insignificante que te parezca.. Cuando te hayas comprometió en alguna actividad o al atender a una persona, no demuestres prisa, cansancio, fastidio o impaciencia; si es necesario discúlpate y ofrece otro momento para continuar. No olvides ser sencillo, haz todo discretamente sin anunciarlo o esperando felicitaciones. 

El vivir en constante entrega a los demás, anos ayuda a descubrir lo útiles que podemos ser en la vida de nuestros semejantes, alcanzando la verdadera alegría.
De verdad que a veces andamos buscando la verdadera alegría en otras cosas muy superficiales, siendo que todo lo anterior tienen como base la presencia del Espíritu Sano en tu corazón.

Te invito para que hagas la prueba y te convenzas de lo que sí vale la pena.

Publicar un comentario

0 Comentarios