¿Estrategia electoral o suicidio político?


• Costa Rica, el ejemplo para un candidato priista

¿Quién es Mikel Arriola? Hasta hace una semana prácticamente no era nadie, lo conocían sus compañeros de partido y los subalternos más cercanos en las dependencias de gobierno donde ha sido funcionario, pero a nivel nacional lo único que se sabía (y no por parte de todos) es que quería ser candidato del PRI al gobierno de la Ciudad de México.

Sin embargo entre el domingo y el lunes de esta semana, de un total de 65,484 palabras diferentes que fueron empleadas en Twitter-México, las más usadas fueron: Arriola 5,761, y Mikel 5,679. Les siguieron con más de 2,000 “contra” y “adopción”; y con más de 1,000 “mismo”, “esta”, “entre”, “parejas” y “sexo”. Esto según el estudio que realizó Leo García, @leogarciamx, un estudioso de las redes sociales que está analizando constantemente el contenido de éstas y denunciando, cuando es necesario, la manipulación de la opinión pública por parte de las mismas.

¿Qué pasó, que un día no “existía” y al día siguiente su nombre era el más popular en las redes? Bueno, pasó que al cerrar su precampaña como aspirante del PRI, dijo estar en contra de los matrimonios entre personas del mismo sexo y de que estos puedan adoptar. “La familia -dijo- será mi prioridad, la Ciudad de México será la ciudad de los valores, de la familia. Claramente les digo: Mikel Arriola está en contra de la adopción entre parejas del mismo sexo”. También indicó que está en contra del uso recreativo de la marihuana.

Y como era de esperarse, se le echaron encima tanto la academia militante, es decir los intelectuales que marcan la pauta de lo políticamente correcto, como las minorías delirantes y vociferantes, cuya estridencia mantiene azocada a la mayoría silenciosa, porque son los únicos que gritan, descalifican, insultan y ofenden a quien piensa diferente. Dijo por ejemplo uno de esos intelectuales progresistas, de avanzada, que Mikel Arriola no se daba cuenta de que estaba buscando ser jefe de gobierno de la Ciudad de México, que tal vez en cualquier otra ciudad de provincia… Como si todas las personas que viven en CDMX fueran jotos y lesbianas o pachecos.

El mismo Leo García, que dio a conocer muchos datos más, no sólo las palabras más empleadas, sino las cuentas con mayor influencia, las más activas, quién llevó la conversación sobre ese tema, los hashtags colaterales, las arrobas más mencionadas, y otros; al final de su estudio preguntó: ¿Por qué hizo lo que hizo Mikel Arriola? ¿Fue un riesgo calculado claramente y dirigido a un segmento específico? ¿Una forma de suicidio político? ¿O una pifia simple y sencilla?
La respuesta puede estar en Costa Rica, donde el candidato del Partido Restauración Nacional, Fabricio Alvarado, ganó este domingo la primera ronda de la elección presidencial y es amplio favorito para ganar en la segunda y definitiva. ¿Cómo le hizo?, pues así, se opone rotundamente a los matrimonios entre personas del mismo sexo, a los que quiere obligar a que sean reconocidos por la ley la Corte Interamericana de  Derechos Humanos (CIDH), con sede por cierto en Costa Rica donde se firmó el Pacto de San José en 1969 durante la Convención Americana de los Derechos Humanos que se llevó a cabo en esa ciudad y que dio origen a la CIDH.

El gobierno de Costa Rica le pidió a la CIDH una opinión acerca de la legalidad de las uniones homosexuales, y ésta contestó no sólo que se debían garantizar a dichas parejas todos los derechos de las leyes costarricenses, sino que fue más allá, pide que las uniones homosexuales sean legalmente matrimonios, y agrega que cualquier otra denominación es discriminatoria. Agregó que los documentos oficiales deben reconocer de manera fácil la identidad de todas las personas, incluso quienes son transgénero y desean cambiar su nombre.

El problema es que de acuerdo con la Constitución de Costa Rica, todas las resoluciones de la Corte Interamericana son de acatamiento obligatorio en el país. Por eso Alvarado planea sacar a Costa Rica de la Convención Interamericana de Derechos Humanos.

Así lo explicó BBC Mundo en un reportaje que tituló: “El shock religioso que puso a Fabricio Alvarado, predicador de una iglesia evangélica, como favorito para las elecciones presidenciales de Costa Rica”

La campaña para elegir al nuevo presidente de Costa Rica transcurría normalmente, parecida a otras contiendas de años anteriores. Pero el 9 de enero el rumbo cambió. Ese día la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió una opinión consultiva para que se garanticen los matrimonios entre personas del mismo sexo en el país, donde tiene su sede, y en otras 11 naciones latinoamericanas”.

“La medida desató un fuerte escándalo en el país. Pero no solo eso. El impacto de la polémica movió por completo el escenario electoral que se preveía al inicio de 2018: en menos de dos semanas el candidato del conservador Partido Restauración Nacional (PRN), Fabricio Alvarado, cobró una inesperada popularidad entre los votantes”.

Durante el mitin con que este candidato puso fin a su campaña dijo: “Así que Costa Rica hoy le ha dejado muy claro algo a los políticos tradicionales: ¡Nunca más se metan con la familia! ¡Nunca más se metan con la vida! Nunca más se metan con nuestros hijos! Nuestra esperanza es la esperanza por recuperar la más grande soberanía de todas las soberanías, la soberanía de la familia como base fundamental de la sociedad, en donde se gestan los valores de integridad, honestidad y transparencia.” 

¿Fue eso lo que movió a Mikel Arriola en la Ciudad de México a adoptar ese posicionamiento? ¿Fue un riesgo claramente calculado y dirigido a un segmento específico, como pregunta Leo García? Si fue esa la intención, ese segmento es bastante amplio pues, repito, no todos en la CDMX son homosexuales ni fuman marihuana, estos son más bien una minoría, bastante ruidosa pero minoría al fin. (¿Nadie en Tepatitlán y en Los Altos de Jalisco, que siga el ejemplo de Mikel Arriola?).

¿No será tiempo ya -tuiteamos por nuestra parte en @DonGusGG- de que volvamos a los principios y valores con los que crecieron nuestros padres y abuelos?, cuando había seguridad y respeto para todos, cuando ser maricón o marihuano era la excepción y no la regla. En la Ciudad de México empezó la descomposición social en estos aspectos, que sea en la Ciudad de México donde comience el rescate de esos principios y valores. Guatemala nos está poniendo el ejemplo en el combate a la corrupción, Costa Rica en la defensa de la familia… Y eso que México era el líder en la región.

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1 Comentarios

  1. lo que faltaba, ahora los reportajes tienen que estar basados en estudios de tuiteros incendiarios. mejor ya dele crédito de sus editoriales a la #HLDT

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