• Amenaza López Obrador con desatar la violencia
Hace sólo tres semanas, el 24 de febrero dijimos aquí que estamos seguros de que habrá violencia después de la elección presidencial y que la misma será provocada por los seguidores de Andrés Manuel López Obrador. Bueno pues como para confirmarlo el mismo candidato de Morena acaba de amenazarnos a los mexicanos con que no nos la vamos a acabar si no gana Él la Presidencia.
Dijimos ese día: “Hace muy poco tiempo, un par de meses a lo más, estaba yo seguro de que ganaría López Obrador, sin importar que no simpatice yo con Él; luego empecé a sospechar que no quiere ganar, ya dije por qué en este espacio; después, pensé que podría ganar aunque Él no quiera, que le cometerán un fraude como siempre, que hará su pancho como siempre y que de ahí no pasará”.
Pero -agregamos-, “déjeme decirle que primero me preocupaba que gane López Obrador, porque todo me hace suponer que podría conducirnos a una dictadura como la de Venezuela, pero luego me empezó a preocupar también que no gane, porque sus seguidores desatarán una violencia incontenible que ni Él mismo podrá evitar, porque no tiene la autoridad moral de Cuauhtémoc Cárdenas para contenerlos. Y actualmente no sé qué me preocupa más, que gane o que no gane”.
Bueno pues el pasado fin de semana López Obrador dijo en la Convención de Banqueros en Acapulco: “si se atreven a hacer un fraude electoral (es decir “si no gano yo la elección”), yo me voy también a Palenque, y a ver quién va a amarrar al tigre, el que suelte el tigre que lo amarre, ya no voy a estar yo deteniendo a la gente”.
El mensaje es claro, si no gana López Obrador hubo fraude, porque sólo reconocerá los resultados si le favorecen, así ha sido siempre; luego entonces, si no gana la elección, el gobierno habrá soltado a un tigre, al tigre de la inconformidad social y nadie podrá amarrarlo, sólo Él, AMLO, pero Él ya no estará aquí, porque ya se habrá ido a La Chingada, su rancho en Palenque, Chiapas; ya no va a estar Él deteniendo a la gente, así que el tigre nos comerá, la gente, su gente, nos va a partir la madre a todos.
Esa fue la amenaza. Ahora, ¿quién, concretamente quién o quiénes son el tigre que nos va a comer si no gana AMLO la presidencia?, ¿quiénes son los que van a desatar la violencia y la furia de ese tigre?, ¿quiénes van a protestar violentamente si no gana Él la elección presidencial? Supongo que la CNTE, los normalistas, el Sindicato Mexicano de Electricistas, algunos universitarios, y los guerreros cibernéticos cuya lucha tiene lugar en las redes sociales.
¿De veras nos va a comer ese tigre? A la CNTE ya la dobló el gobierno actual, al encarcelar aunque fuera sólo por unos días a los dirigentes, al quitarles el control de la educación en Oaxaca (eran la autoridad educativa), pero sobre todo al dejar de pagarles mientras estaban en paro (antes les llevaban su cheque al plantón), la mayoría de los maestros comenzaron a ceder y a estas alturas ya casi todos han acudido a la evaluación, a la que tan ferozmente se oponían. Ya se convencieron de que la reforma educativa no tiene marcha atrás, de que ya no podrán comprar ni heredar sus plazas, y sobre todo –donde más duele- que si no dan clases no les pagarán. ¿Se van a pasar semanas o meses sin que les paguen, por andar en las protestas y plantones contra el “fraude electoral”, es decir, porque no ganó López Obrador, con fraude o sin fraude, para Él lo mismo da, si no gana es porque hubo fraude y punto.
A los estudiantes normalistas en cuanto sacan la cabeza les dan palo y se aplacan, hasta el gobierno de Michoacán y el de Guerrero los ponen en paz, ¿van a salir, cuántos, a causar destrozos y a degollar a todos los responsables del “fraude”, y de paso a quienes no hayamos votado por Andrés Manuel López Obrador? El SME ya está en paz, ahora son socios capitalistas de una nueva empresa generadora y distribuidora de electricidad en la Ciudad de México, ¿se volverán a levantar enardecidos en apoyo de López Obrador? Los estudiantes universitarios se han enfrentado valientemente a los vendedores de drogas en la UNAM, ¿van a ser parte del tigre que nos va a devorar porque perdió AMLO la elección otra vez?, algunos sí, pero cuántos… Y los ninis, que ni estudian ni trabajan y que son tan combativos en el Twitter y en el Facebook, ¿tendrán el suficiente valor para salir a las calles a vengar la tercera derrota consecutiva de su mesías?, como los universitarios, algunos sí, pero cuántos…
¿Es de temer ese tigre?, ¿de verdad nos va a comer?, ¿no va a poder domarlo el gobierno de Peña Nieto en los cinco meses que le restan después de la elección? Dijimos aquí, además, que efectivamente se nota en los días que corren un fanatismo, una cerrazón, una falta de capacidad para razonar nunca antes vista (por mí), que una buena parte de la sociedad está llena de odio y de rencor a causa de la corrupción de los gobiernos del PRI y del PAN, pero… ¿eso y las amenazas de López Obrador asustarán suficientemente al electorado como para votar mayoritariamente por Él a fin de que su victoria sea contundente y no quede lugar a dudas, con tal de que no haya violencia? O tendrán las amenazas de AMLO el efecto contrario… el de infundir miedo como para no votar por Él, por temor a que la violencia sea mayor durante la represión que ejercerá después durante su gobierno.
No tengo claro cuál va a ser el efecto de estas amenazas. Pero en Morena parecen estar preocupados porque les sea adverso, ya están diciendo que AMLO no quiso decir lo que dijo, y el propio Candidato está dando explicaciones, eso podría ser un indicador de las consecuencias del aviso de soltar al tigre, otro tiro en el pie.
Y si a eso le agrega usted que López Obrador no quiere debatir, que fue lo que lo perdió en 2006, pues… ya no veo tan claro su triunfo a pesar de lo que digan las encuestas. Si gana que le respeten su triunfo; y si pierde, a mí por lo menos no me asusta su tigre. Puede soltarlo cuando se le pegue la gana.
Termino citando la Fórmula del Voto Útil que circula en las redes: “Si en las encuestas de junio López Obrador va en primer lugar, vota por el segundo, sea quien sea; y si va en segundo lugar, vota por el primero, sea quien sea”. Claro que el voto útil cada quien lo puede utilizar como mejor le parezca.
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