• Fue un tepatitlense fuera de serie don Francisco Ibarra Domínguez
• Fue escritor, pintor y escultor, registró más de 60 canciones y unas 500 poesías
Por Juan Ramón Martín Franco
Don Francisco Ibarra Domínguez nació en La Ceja de Pegueros, Jalisco el 10 de diciembre de 1935. Sus padres fueron el señor Arnulfo Ybarra Cholico y la señora María de Jesús Domínguez Ibarra.
Ibarra era su apellido legal por un error del Registro Civil.
Ybarra lo usaba en su apellido artístico.
Don Paco, como le decían sus amigos, fue un empresario inmobiliario muy exitoso en Ciudad Juárez, donde fundó la Constructora Ybasa, S.A. que hace poco cumplió 40 años.
Su constructora es reconocida a nivel nacional.
Podría escribir varios libros acerca de sus logros como empresario, pero quiero resaltar sus méritos como ser humano.
Fue escritor, pintor, escultor, altruista en cuestiones culturales, apoyó a escuelas, orfanatos, obras viales; registró más de 60 canciones y más de 500 poesías. Tuve el honor de que me autografiara varios de sus libros.
En la poesía le cantaba a su esposa, a sus padres, a su ciudad natal lo mismo que a las ciudades de adopción, a la amistad, a sus hijos, a sus nietos, al maestro, al amor, en fin a la vida que le rodeaba, de una forma sencilla y cadenciosa. Susana Alexander, que es una persona que sabe mucho de poesía, leía sus poemas en un programa de revista matutino que pasaba a nivel nacional y lo llamó El Poeta de Juárez.
Le compuso poemas a Tepatitlán porque aquí nació, a Hermosillo donde pasó parte de su adolescencia, a Juárez donde se formó como empresario, a Chapala donde le gustaba vacacionar y tenía una casa enfrente del Lago con una vista maravillosa.
Una de sus pasiones era el futbol y adquirió el equipo de los Indios de Ciudad Juárez, que inclusive llegaron a la liguilla.
Se le entregó la medalla Salvador López Chávez al Mérito Empresarial, reconocimiento que se entrega sólo a las personas que tienen grandes valores humanos. Y en Tepa se le entregó la Medalla al Hijo Ausente.
Don Paco decía: “El hombre al servicio del hombre, porque lo más importante es el ser humano”.
Atribuía su éxito a la vida y la definía como una empresa donde hay que aprovechar las oportunidades. Decía que hay que dar amor, creía en los valores familiares y tenía una frase que me gusta mucho: “Hace más el que quiere que el que puede” y remataba diciendo “la vida debe basarse en la buena moral.
En las ocasiones en que platiqué con Él percibí a un hombre estricto, disciplinado y bondadoso, que lo que había logrado era a base de trabajo y esfuerzo.
El legado que nos deja es que, si tienes un sueño lucha, trabaja para alcanzarlo y lo lograrás.
Descanse en paz Don Paco.
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