Después de haberse preparado espiritualmente por varias semanas, la niña Leslie Plascencia ingresó al templo para recibir por vez primera la el cuerpo y la sangre de Cristo.
La festejada llegó al templo acompañada de su madre, la señora Leticia Plascencia y de su madrina Erika Barajas, y durante la misa el sacerdote le habló a la neocomulgante de la comunión, señalándole que a través de los años deberá de seguir haciéndolo, y después de estas palabras le hizo entrega de la sangre de Cristo y de la sagrada hostia. Al final de la misa el sacerdote la felicitó y le dio su bendición.
Al final de la ceremonia Lelsie fue muy felicitada y minutos después familiares e invitados se trasladaron a una terraza social en donde se ofreció una amena recepción.
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