Nos cuidamos entre todos y por todos


Por Lic. Christian Villalobos

Ante la amenaza mundial que representa el virus conocido como COVID-19, nadie puede ser ajeno, por lo que en nuestro país se han tomado las medidas correspondientes, especialmente en nuestro Estado, el cual demostró su liderazgo para prevenir el avance de esta pandemia.

Debemos rescatar la actuación de la iglesia católica ante esta crisis, demostrando una responsabilidad y una acción histórica, dispensó la obligatoriedad de la misa dominical, extendiendo el beneficio de la indulgencia plenaria, y destinó los fondos de caridad para ayudar en la contingencia, además haciendo usos de las herramientas tecnológicas, consigue llevar a miles de hogares el sacramento de la Eucaristía y en una comunión espiritual sus fieles reciben a Cristo vivo. Recordando como lo dice la biblia, que su Padre que está en lo secreto, los escucha desde el cuarto obscuro de su casa. 

Mientras esto se desarrolla, la sociedad mexicana comenzó a ver un dilema, había quienes no creían o no medían lo delicado de esta situación, por lo que no se cuidaban y salían a la calle, quizá siguiendo el ejemplo del líder del ejecutivo nacional, que ante esta pandemia, continúa siendo un líder cercano a la gente, tan cercano que siempre tiene un minuto para saludar incluso a la madre del conocido narcotraficante mexicano de Sinaloa. 

A pesar de todo y contra todo, poco a poco se fue tomando conciencia y pasando a la acción, vimos como todos y recordamos la importancia de la cultura de la higiene, en todos los establecimientos ya no falta el gel antibacterial, incluso inventamos muy a la mexicana un divertido saludo, el cual espero que se vuelva moda, porque en lo personal me parece muy divertido el ver como nuestros codos chocan y nos regalamos una sonrisa, incluso no falta el que te vea y no pierda la oportunidad de utilizar el tradicional saludo apache.

Muchos expanden el miedo con noticias falsas en redes sociales, lo que lejos de contribuir a que salgamos de esta pandemia, solo genera incertidumbre. Es importante que cuestionemos las fuentes de lo que compartimos o posteamos a nuestros familiares y amigos.

Por lo anteriormente expuesto a los amables lectores, y por lo que ya es de conocimiento de todos nosotros, es momento de hablar de los signos positivos que se han dado en medio de esta crisis, son momentos para reflexionar y darnos cuenta de que la vida no es más que un puñado de momentos que se vuelven recuerdos, los cuales se escriben día con día.

Los estudiantes están desarrollando sus habilidades con la tecnología por medio de las clases virtuales, los profesores salen de su área de confort y demuestran su competencia al preparar las plataformas en línea y las clases virtuales.

Los que tiene que salir a trabajar por la necesidad económica, lo hacen sonriendo al cielo y Él los conforta con la esperanza latente de que saldrán adelante, no se detienen las manos obreras y campesinas que hacen que el mundo siga girando, solo que ahora se limpian con más cuidado para poder estrechar a sus seres queridos al llegar a su hogar.
Los momentos en familia, la convivencia y el diálogo que en muchas ocasiones no se consolidaban por la vida ajetreada, de pronto reclaman su lugar y se respira el calor de hogar mientras estamos en casa, además no falta quién nos robe una carcajada con un video de Tik Tok.
Por lo que es momento de resistir esta crisis, de cuidarnos y ser precavidos, tomando en serio las medidas que nos piden las autoridades sanitarias, pero también es momento de sonreír porque sabemos que pasando esta crisis todos estaremos más unidos y preparados para lo que el futuro nos aguarde.

Son tiempos de practicar la fe, la esperanza y sobre todo la caridad; de ser solidarios con nuestros semejantes y cuidarnos los unos a los otros.

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