Enrique Alfaro anunció Botón de Emergencia para parar en seco las actividades en el Estado en caso de que el Covid-19 se saliera de control, y aunque afirmó que por el momento la entidad va bien y todavía no es necesario, dependerá de los ciudadanos que no se active.
Los criterios considerados para la activación son dos: Saturación del sistema hospitalario del 50% y tasa de incidencia semanal de 400 contagios por millón de habitantes, por fecha de inicio de síntomas.
En un comunicado de parte del gobierno del estado, se señaló que la reactivación económica va bien pero depende de los ciudadanos que esto siga así, ya que la gente todavía se niega a comprender del todo el nivel de riesgo que representa romper el confinamiento, por lo que el Estado podría decidir parar en seco todas las actividades mediante un botón de emergencia, ya que el semáforo epidemiológico estatal ha perdido su función.
“Si el primer indicador llega al 50% o el segundo llega a 400 casos por cada millón de habitantes, vamos a tener que parar una vez más. Así de claro. Hoy estamos en el primer indicador en 26% y en el segundo en 290”. Declaró Alfaro.
Aunque reconoció que al inicio de la emergencia sanitaria por Coronavirus la entidad tomó decisiones que hoy lo colocan con la quinta menor tasa de casos acumulados, la octava menor tasa de casos activos y la séptima menor tasa de mortalidad a nivel nacional, aunado a la solidaridad y participación de la sociedad jalisciense, la realidad al día de hoy cambia el escenario poniendo la posibilidad en la mesa de parar en seco la movilidad.
“Al decir ‘parar en seco’ nos referimos a una medida más drástica que la que tomamos en la primera etapa del aislamiento social. Significaría cerrar toda la industria, el comercio y los servicios. Sólo se mantendría la operación de los servicios de salud, de seguridad y los relacionados con abasto de alimentos. En este periodo de confinamiento total no podrían operar los restaurantes ni en su modalidad de servicio a domicilio. No habría servicio de transporte público salvo para atender la demanda del personal de salud y de seguridad. No podrían operar los tianguis, ni los bancos, ni las iglesias, ni el gobierno, ni las plazas o corredores comerciales. Aunque reconoció que al inicio de la emergencia sanitaria por Coronavirus la entidad tomó decisiones que hoy lo colocan con la quinta menor tasa de casos acumulados, la octava menor tasa de casos activos y la séptima menor tasa de mortalidad a nivel nacional, aunado a la solidaridad y participación de la sociedad jalisciense, la realidad al día de hoy cambia el escenario poniendo la posibilidad en la mesa de parar en seco la movilidad.
“Al decir ‘parar en seco’ nos referimos a una medida más drástica que la que tomamos en la primera etapa del aislamiento social. Significaría cerrar toda la industria, el comercio y los servicios. Sólo se mantendría la operación de los servicios de salud, de seguridad y los relacionados con abasto de alimentos. En este periodo de confinamiento total no podrían operar los restaurantes ni en su modalidad de servicio a domicilio. No habría servicio de transporte público salvo para atender la demanda del personal de salud y de seguridad. No podrían operar los tianguis, ni los bancos, ni las iglesias, ni el gobierno, ni las plazas o corredores comerciales. Sólo podrían abrir entre semana mercados y tiendas de autoservicio solamente para venta de alimentos”.
Además el gobernador señaló que la relajación de la disciplina que ha llevado a que en la última semana el promedio de contagios diarios sea de 536, que se lleve tres semanas con más de 1600 casos activos y que el 25% de las defunciones totales se hayan dado en la última semana representa un nivel de desgaste y cansancio preocupante en el personal de salud jalisciense, que ha registrado 444 casos de contagio por atender casos de Covid y 1,873 casos de trabajadores del sector salud contagiados.
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