Por Gustavo González Godina
¡Quédate en casa! ¡Quédate en casa! ¡Quédate en casa! Ya me tienen hasta la hernia con su ¡Quédate en casa!, a causa del Coronavirus que provoca la enfermedad Covid-19. Igual me tienen quienes atribuyen la pandemia a una conspiración mundial para disminuir la población, para someter a los que sobrevivan a un Nuevo Orden Mundial. Ambos me tienen harto, le explico por qué:
Lo de ¡Quédate en casa! lo repiten día y noche autoridades y algunos comunicadores influyentes como Joaquín López Dóriga, como si toda la gente pudiera quedarse en casa sin salir a trabajar. Cuando los oigo pienso que no se imaginan lo importante que es salir a ganarse el pan, para uno y para sus hijos, y que sólo los millonarios (porque se sacaron la lotería o porque ya robaron demasiado, trabajando nadie se vuelve millonario) pueden quedarse en su casa de la ciudad o en su casa de campo, o de la playa, rascándose la barriga porque tienen dinero de sobra para aguantar la cuarentena (que ya se volvió noventena porque lleva más de tres meses) sin ninguna preocupación.
Nomás dicen ¡Quédate en casa! pero no dicen cómo hacerle para no morirse de hambre. Deberían decirle a la gente (a la mayoría) con toda claridad mejor: Escoge cómo prefieres morir, de hambre o infectado por el Covid. Te quedas en tu casa y te mueres de hambre junto con toda tu familia, o sales a trabajar, si hay en qué, corriendo el riesgo del contagio, y como no hay lugar en los hospitales, y como a nuestro gobierno le importa un carajo la salud de los mexicanos, pues te mueres. O sea, como quiera Juan te llamas, pero que por lo menos nos den a escoger chingao…
Ya ni estoy seguro de que el Covid sea tan peligroso como dicen, por lo menos mortal no, ya lo comprobé. A menos, claro, que caiga usted en las manos del IMSS, si llega ahí y le dicen que está contagiado olvídese, despídase, haga su testamento dejando dicho a quién le deja cada una de sus deudas. Le explico: Conozco a una familia que se contagió toda, primero le dio a uno de los hijos, casado, luego a su esposa y a la familia de su esposa, luego a dos de sus hermanos y finalmente a su papá y a su mamá, unas diez personas en total. No fueron al IMSS, porque para empezar no todos son derechohabientes, uno de ellos, de sus hermanos, consultó a un médico particular y éste le recetó un antiinflamatorio, antivirales y Paracetamol para el dolor de cabeza y demás, y al ver que muy pronto empezó a mejorar, los demás ya ni al médico fueron, simplemente, compraron y tomaron lo mismo, y a la hora de escribir esto ya sólo el papá estaba un poco mal, se sentía muy débil y tosía, paro él siente que ya la libró.
Todos se hicieron la prueba, la barata, la rápida, y en todos resultó positiva, para que no vaya usted a pensar que no tenían coronovirus, lo tenían, según esas pruebas que hacen la Secretaría de Salud y la Universidad de Guadalajara.
Si fuera una enfermedad mortal, digo yo, por lo menos uno de esos diez se hubiera pelado, pero no, todos se aliviaron. Por supuesto que estuvieron recluidos mientras se sentían muy mal, por supuesto que se cuidaron y se siguen cuidando, pero se aliviaron, ya les hicieron de nuevo la prueba y los resultados salieron negativos. Y qué bueno, porque son gente que necesita salir a trabajar porque viven al día, se endeudaron para comprar medicamentos y para sobrevivir mientras estaban recluidos, y ahora a pagar, qué otra…
Así que en casa o fuera de casa me parece que lo mismo da. Claro que hay que evitar aglomeraciones, claro que hay que tomar medidas preventivas, claro que hay que usar el cubrebocas y guardar la sana distancia, pero lo de ¡Quédate en casa! aplica sólo para los millonarios, los demás tenemos que salir como decían en mi rancho, a ladrarle a la tortilla.
También me tienen hasta donde le platiqué, los que le atribuyen todo esto de la pandemia a una conspiración mundial, los que dicen que Bil y Belinda Gates, y George Soros y no sé cuántos otros fabricaron este coronavirus, y que hay novelas y películas que lo anunciaban, y que se trata de reducir la población mundial porque ya no cabemos en este planeta, y que se tienen que morir unos 7 mil millones de personas para que les sea más fácil controlar y dominar a los que queden vivos, porque van a establecer así un gobierno mundial, que se trata del anunciado desde hace décadas Nuevo Orden Mundial, y que nos van a poner un microchip para para controlarnos y que quién sabe cuántas cosas más.
De que hay quienes gobiernan al mundo sí es cierto, estoy seguro, pero lo gobiernan desde hace décadas, después de la Segunda Guerra Mundial cuando las potencias que la ganaron acordaron crear el Estado de Israel, desde éste y desde Nueva York (el dinero pues) se decide lo que pueden hacer o no hacer el resto de los humanos, no necesitan enfermar a la gente y que se mueran tantos millones de personas, ni ponernos un microchip para controlarnos, hacen lo que quieren ya con los demás países, especialmente con los países pobres; otros de los dueños del mundo viven en Londres, otros en Paris, pero de que mandan ellos no tengo duda.
Por eso no creo ni una cosa ni otra, ni que haya que quedarse en casa, ni que la enfermedad sea mortal, ni que se trate de una conspiración. Es una pinche enfermedad como ha habido otras a lo largo de la historia, que han acabado con millones de seres humanos. Hace apenas 100 años, entre 1918 y 1920 la gripe española mató a más de 40 millones de personas, y para ésta ya están encontrando varios la vacuna. Así que no se asuste usted demasiado, cuídese nomás, no vaya a donde haya un amontonadero de gente, absténgase de las fiestas, no se ande abrazando ni saludando de beso, use su cubrebocas y guarde su sana distancia. Y salga a donde tenga que salir, y si le cae el moco pues ya sabe, consulte con algún médico que le va a recetar lo mismo que les recetó a mis conocidos, y con la ayuda de Dios se va a aliviar. No vaya al IMSS, a menos que ya le toque…
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