Por Gustavo González Godina
Por supuesto que el movimiento del Frente Nacional Anti Amlo (FRENAA) no va a lograr que renuncie el Presidente, Éste lo sabe y la mayoría de sus seguidores lo ignoran, por eso uno se ríe y los otros se enojan. No va a renunciar porque en primer lugar los cargos de elección popular (el de Presidente de la República el más importante) no son renunciables, podría pedir licencia por tiempo indefinido pero no lo va a hacer, se va a entretener un rato -que pueden ser meses- toreando a los de FRENAA y tampoco, creo, los va a reprimir con violencia, no es tiempo aún de una masacre por parte de la Guardia Nacional.
También el Frente Nacional Anti Amlo (léase su dirigente más visible Gilberto Lozano) sabe que López no va a renunciar. Lo podrán sacar en la Consulta Popular o plebiscito para la Revocación de Mandato en el 2022 pero no antes. Sin embargo, hay otro resultado a más corto plazo que se busca obtener y que, ése sí, lo podría obtener FRENAA: Quitarle la mayoría en el Congreso al partido del Presidente, Morena, en la elección intermedia del próximo año, lo que sería un gran avance con miras a deshacerse de este gobierno que está destruyendo al país, a su economía, a sus instituciones, al empleo, la seguridad, la salud y todo. Evitar la reelección es el objetivo principal.
Con todo y que parezca (y lo sea para muchos) un engaño la demanda de que renuncie López Obrador, los dirigentes de FRENAA y quien esté detrás de ellos lo están haciendo bien. Si la Iglesia Católica tiene metidas las manaos en el Movimiento, que las tiene, la participación de inconformes con el gobierno actual va a crecer, este jueves llegaron ya contingentes de Querétaro, San Luis Potosí y Tamaulipas hasta el Zócalo de la Ciudad de México. Y para quienes tengan alguna duda de que se trata de los nuevos cristeros (a quienes un sacerdote norteño fue a confesar y a llevarles la comunión, no a todos, pero sí a Lozano, a su equipo y a quienes quisieron hacerlo), ese mismo día se montó ya un altar a la Virgen de Guadalupe en la plancha del Zócalo, en medio del campamento.
¿Qué sigue?, ¿Que les oficien una misa frente a ese altar? No lo dudo porque van aprisa, el 18 de septiembre marcha del Monumento a la Revolución hasta el Palacio de Bellas Artes, el 19 plantón en la Avenida Juárez (obligado porque la policía les impidió seguir hasta el Zócalo), el 21 solicitan un amparo y al día siguiente un Juez Federal ordena que los deben dejar continuar, el 23 caminan hasta el Zócalo y ponen sus casas de campaña donde querían (o donde se los permitieron, en la mitad de la plancha de concreto), el 24 montan el altar a la Virgen de Guadalupe, ¿qué de raro tendría que el domingo llegue un sacerdote católico y sus monaguillos a oficiar ahí la misa dominical, a la hora en que más gente acude a las que se ofician en la Catedral Metropolitana?
¿Qué haría el gobierno?, ¿pelearse abiertamente con la Iglesia Católica?, ¿expulsar del país al sacerdote oficiante por violar la ley de cultos al celebrar en la vía pública?, ¿quién le mandó al gobierno de López Obrador aliarse con las iglesias evangélicas, olvidando que los católicos son mayoría en este país?, nadie lo obligó, solito se pegó un tiro en el pie con tal acción. Y si toma el gobierno de López alguna medida contra la Iglesia Católica por celebrar rituales religiosos en la vía pública, en este caso en la plancha del Zócalo, ¿quién va a salir ganando y quién perdiendo con esta represalia? En una pelea estudiantil, el público (estudiantil también) siempre se pone del lado del más débil, ¿quién es en este caso el más débil, los que protestan, o el mal gobierno con su Guardia Nacional, su Ejército, sus marinos y sus granaderos? Que se atreva…
Es un juego éste de estrategias. Me parece que mejor jugado hasta ahora por el Frente Nacional Anti Amlo (FRENA): El Presidente a burlarse de ellos en sus mañaneras, a preguntar si ya llegaron Aguilar Camín, Enrique Krauze, Loret de Mola y Pedro Ferriz a instalar sus casas de campaña; y los de FRENAA a organizar cada vez mejor su plantón: abastecimiento de insumos (alimentos), reparto de comidas, seguridad, su capilla para pedirle a la Guadalupana que los acompañe y les eche la mano, y en una de esas un servicio religioso mayor, o varios, lo que les habrá de acarrear con toda seguridad cada vez más adeptos, tantos que podría yo apostar a que van a llenar el Zócalo.
Y en una esquina del Zócalo un pequeño grupo de “amlovers” gritando desentonados -y cansados- “¡Es un honor, estar con Obrador!”. Son los que no saben que el Presidente no puede, ni quiere, ni piensa renunciar, son la ignorancia típica del fanatismo, son los llamados tontos útiles, más tontos que útiles, que quizás este fin de semana aumentaron en número y se pusieron más violentos, pero no va a pasar a mayores, aún.
Quién y qué va a ganar cada bando con este plantón, en el que repito está más que claro que ya está apoyando la Iglesia Católica,
que va a mandar más gente de los estados (también por lo menos los fines de semana). El presidente López Obrador va a sentir que logró resistir y que no lo podrán sacar hasta el día de la Revocación de Mandato, va a tener tema todos los días para hablar del plantón, porque a veces parece que se le acaban (ante la Comunidad Internacional, ante los presidentes de todos los países del mundo reunidos por la ONU, les dijo que había un avión presidencial, que era como un palacio en los cielos, pero que ya lo había rifado, pero que aún estaba en venta y que lo pensaba vender… Todavía se deben de estar escuchando las carcajadas en Europa, parecía que se los estaba ofreciendo en venta, pero nadie lo quiso comprar). Con los de FRENAA en el Zócalo tendrá tema para rato, es lo único que ganará me parece. Lo que personalmente para Él es mucho, pues es lo suyo, disfruta despotricar.
Los de FRENAA en cambio, si no van a lograr que renuncie el Presidente, sí pueden reunir ahí a cada vez más gente y victimizarse ante los ataques de López. Y si tomamos en cuenta que en los próximos meses habrá ya candidatos, su plantón podría despertar más conciencias, porque la inconformidad existe en todo el país, y hasta podría Gilberto Lozano convertirse en el vocero de dicha inconformidad en todo el país, y tirar línea aconsejando por cuál candidato votar en cada Distrito y en cada Estado, no sería difícil que le hagan caso, porque lo que más le hace falta a la inconformidad es coordinación, está urgida de alguien que le sugiera el voto útil y ese podría ser Lozano. Y cosechar los resultados en la elección del 2021. No será Gilberto Lozano, el líder visible de FRENAA, quien sugiera por su cuenta por quién votar, pero sí los que están detrás de Él. ¿Me van entendiendo…?, se está construyendo un liderazgo que marque la ruta… Para que sus cuentas hagan.
1 Comentarios
Esperemos en Dios que no triunfe el fanatismo y que todos esos empresarios a los que les quitaron la posibilidad de seguir ordeñando las arcas del gobierno, dejen de manipular a la gente, aprovechándose de la fe y del fanatismo, el cual reaparece a todo su esplendor, como en los tiempos de los Cristeros, donde la Iglesia Católica manipulaba a la sociedad. Es triste leer y escuchar lo que en un tiempo fue un diario vivir.
ResponderBorrar