Por Gustavo
González Godina
Así dicen que gritó el 12 de octubre de 1936, en el paraninfo de la Universidad de Salamanca (la más prestigiada de España), el general falangista José Millán-Astray: “¡Muera la inteligencia!” y “¡Viva la muerte!”, a lo que el rector don Miguel de Unamuno le contestó: “Venceréis, pero no convenceréis. Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta, pero no convenceréis porque convencer significa persuadir. Y para persuadir necesitáis algo que os falta en esta lucha: razón y derecho”.
No pocos comentaristas han recordado este
episodio de la Guerra Civil Española, ahora que el presidente Andrés Manuel
López Obrador se ha lanzado en ataques contra la UNAM, primero, y más
recientemente contra la Universidad de Guadalajara. No hace falta pues ser de
derecha ni de izquierda para odiar la inteligencia, Millán-Astray era
derechista, López Obrador se dice de izquierda y humanista. Basta con carecer
de ella para tener rencor contra quienes sí la tienen.
¿Por qué odia AMLO a la inteligencia?, acusa a la UNAM de
derechista y de elitista cuando es lo menos que tiene, ahí está el auditorio de
la facultad de Filosofía y Letras que en sus inicios se llamó “Justo Sierra”,
pero que fue rebautizado por los comunistas que lo convirtieron en su guarida
como Auditorio “Che Guevara”, donde aún
se refugian algunos rufianes malvivientes, típicos vándalos holgazanes
representantes de la extrema izquierda, agrupados en cuatro colectivos que se autodenominan “autogestivos, anarquistas y
punks”. Está convertido en dormitorio, vivienda y negocio para sus okupas -miembros
del colectivo Okupa Che. ¿sería esto
posible en una universidad derechista como afirma el presidente?
De la Universidad de Guadalajara le molesta a AMLO que
organice la Feria Internacional del Libro, porque vienen escritores de la talla
de Mario Vargas Llosa y porque muchos países quieren ser invitados, cuando al
único que no se invita es a Él, porque se ha mostrado como un declarado enemigo
de las ciencias y de las artes (la Literatura es una de las más populares),
tanto que quiere encarcelar a 31 científicos e investigadores por presuntos desvíos
de fondos del Conacyt, de los que no se ha presentado ninguna prueba.
Pero no es sólo esto, se ha lanzado antes contra los
intelectuales a los que llama orgánicos, contra los medios de comunicación y
contra los más destacados periodistas de este país. Todo lo que huela a
inteligencia quiere destruirlo. ¿Por qué?, ¿tan sólo porque carece de ella y le
molesta que otros sí la tengan?, ¿o porque sabe o presiente que la gente
inteligente de este país le va a impedir el éxito y la continuación de su Cuarta
Transformación?
Lo único que está logrando con estos ataques a la
inteligencia del país, es poner aún más de manifiesto su limitación intelectual
y su incapacidad para gobernar para todos. Todos son sus enemigos si piensan
diferente a Él y tienen un mínimo de materia gris en el cerebro, donde él sólo
tiene odio y rencor para sus adversarios que cada vez son más.
Han sido muy severos con AMLO algunos analistas ante estos
ataques a la UNAM y a la U de G, Miguel Herrera López, de El Imparcial de
Oaxaca, escribió esta semana en un artículo que tituló “La UNAM, en la mira del
poderoso” lo siguiente: “No
hace falta mucha explicación. El poder fue tomado por la ignorancia, por la
intolerancia, por la intransigencia y por la demencia”. ¿Así o más claro?
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