Ejemplos

Jesús Rocha Martín

No ve con los ojos pero sí con el corazón

+ Sin poder ver va a la tienda de don Pascual

+ Ha ganado varias carreras y quiere andar en moto

Por Víctor Ontiveros Aguirre

Ejemplo de vida y de fuerza de voluntad es lo que un niño de once años nos da a los tepatitlenses. Invidente de nacimiento, sus ganas de superarse es un ejemplo a seguir para muchos de nosotros.

José de Jesús Rocha Martín, estudiante de tercer grado en la escuela de educación especial por su problema de la vista, en el pasado 19 de noviembre se trajo su última medalla obtenida en carreras de 50 y 100 metros planos, donde obtuvo el primer lugar.

Llevada a cabo en el CODE Jalisco la semana pasada, de donde se trajo el primer lugar en carreras en deporte adaptado. Ésta ha sido sólo una de sus múltiples competencias donde ha destacado y obtenido varias preseas.

Pero esto no es todo; este niño inquieto audaz tiene los sentidos del oído, tacto y olfato muy agudizados, los ha desarrollado de sobremanera, demostrando un intenso amor a la vida. Jesús es capaz de andar en bicicleta aunque usted no lo crea, va a la tienda de la esquina de don Pascual Muñoz, quien es amigo suyo. Hace los mandados sin ayuda de nadie, montado en su vehiculo exigiendo que lo despachen rápido antes de que le roben su biciclo, es capaz de caminar unas cuatro o cinco cuadras hasta la casa de su tía sin compañía de nadie, cruzando las calles.

Eso es lo que sorprende a su propia familia, sobre todo a su madre, la señora Ana María Martín Vázquez y a su abuelo Simón Martín, quienes señalan que Jesús se ha desarrollado a pasos agigantados desde que era pequeño, como un niño normal, sólo que más inquieto y audaz que muchos niños sin problemas, ya que el impedimento de la vista no le ha puesto freno en aprender a leer y escribir en braille en su escuela, también le gusta escuchar música, escuchar televisión, tocar las cosas.

Además de andar en bicicleta por las calles, caminar como si estuviera viendo. También tiene otras habilidades como identificar las monedas y billetes según su denominación de manera exacta gracias a la sensibilidad en sus dedos, por lo que no cualquiera lo puede transar, sabe reconocer de manera exacta a las personas sólo por el timbre de voz aún cuando estén alejados. Esto es sólo un resumen de sus múltiples habilidades que lo hacen diferente a los demás.

Sí es diferente pero no por su discapacidad, sino por su enorme deseo de vivir y superarse lo que lo hace distinto a muchos de nosotros que a veces con cosas más pequeñas muchas veces nos sentimos derrotados.
Como ganó la última carrera, seguramente el CODE lo llamará nuevamente para correr en los 100 metros en una competencia a nivel estatal, apoyo que ha sido posible por su escuela Aurora Luévano del Río y por parte del ayuntamiento y de la alcaldesa y su entrenador Javier Álvarez.

Le gusta viajar en tráiler ya que su familia es de traileros, además de trocas; no le gusta Guadalajara ya que hay mucho tráfico y tiene miedo a que lo atropellen, por lo que a Tepatitlán no lo cambia por nada, tienen en la mente ser como su padre, agricultor y dedicarse al campo, quiere andar en cuatrimoto y lo va a lograr a ver a como dé lugar, según Chuy.

No ve con los ojos pero sí con el corazón, teniendo un sexto sentido, ya que cuando hay un obstáculo lo percibe y lo toca para no tropezar con él, asegura que él siente que sí ve.

Se despide de nosotros y sigue su vida normal, sólo que en verdad a él se le ve más feliz que a muchos niños que no son discapacitados, felicidades.

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