Sumario

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El PRI que va

"Reclaman candidatos renovar el PRI a fondo", decía el encabezado de una nota que dio cuenta el miércoles de la pasarela que organizó el Instituto de Capacitación y Desarrollo Político para cinco de los seis candidatos a la gerencia general del tricolor. Lleva por lo menos 20 años ese mismo reclamo y no ha sido escuchado, o si lo han escuchado les ha entrado por una oreja y les ha salido por la otra, nada han logrado los reclamantes en ese sentido, y como dicen que dijo don Teofilito, ni lograrán...

"Un partido capaz de renovarse a sí mismo", dice por su parte el spot publicitario del senador Enrique Jackson, el único candidato a gerente general del PRI que no participó en la pasarela. Y otros candidatos a la gerencia y el mismo árbitro de la contienda, Rafael Rodríguez Barrera le pidieron que retirara del aire dicho spot, que porque todavía no era tiempo de anunciarse porque ni siquiera se había registrado como candidato. Debería de retirarlo, pero no porque se estuviera adelantando, sino porque no es verdad lo que dice el mensaje, el PRI no es capaz de cambiar y no va a cambiar, si les gusta a los priistas su partido así como es, bueno, y si no, es su problema.

Después leí con interés un artículo que escribió otro priista distinguido, el gobernador de Veracruz Fidel Herrera Beltrán, titulado "El PRI que viene", y por primera vez no estuve de acuerdo con sus buenas intenciones porque me parece que la mayor parte de lo que ahí dijo no es más que eso, buenas intenciones. Ya lo hemos escuchado y leído desde hace tiempo, en otras bocas y de otras plumas, y no han pasado del discurso. Y como dijo don Teofilito...

En su artículo el Gobernador de Veracruz define su postura respecto del proceso interno para renovar la dirigencia nacional de su partido, diciendo que "al PRI le toca seguir siendo centro de confluencia de grupos y corrientes políticas (de acuerdo). Que permita lograr hacia adentro la unidad de todos (está en chino) y alcanzar, hacia afuera una mayor competitividad electoral" (puede ser...).

"Segundo: -dice- Al PRI le corresponde reforzar un liderazgo, que bajo nuevas condiciones de competencia contribuya a la gobernabilidad del país". Bueno, debe intentarlo. Pero, aquí viene el pero... "Tercero: Nuestro partido tiene la responsabilidad de fomentar una democracia de calidad y una política social de avanzada". Lo segundo siempre lo ha fomentado, pero en cuanto a la democracia de calidad, ¿se puede fomentar ésta sin practicarla en lo interno?, porque está visto que no pueden democratizar internamente a su partido.

"El Partido -dice Fidel en el quinto punto de su artículo- debe intensificar su obra renovadora... Entender que su tarea fundamental es una tarea de educación política... de formación de cuadros... de ser escuela para liderazgo político y la madurez cívica". Sí, eso debe ser, el problema es que lo sea...

"Nuestro partido tiene que ser un lugar para debatir y clarificar ideas... Para asumir compromisos..." De acuerdo, eso seguirá siendo el PRI por siempre hasta que desaparezca algún día: Un lugar para debatir ideas y para asumir compromisos, y nada más.

Y concluye: "Vamos a renovar al PRI, a renovar su proyecto político. Vamos a arrancar fuerte esta nueva etapa. Vamos a refrendar nuestro liderazgo." Si fuera Fidel Herrera Beltrán dirigente nacional de su partido habría quizás alguna esperanza... Pero, siempre el pero: "Vamos -dice- por la apertura y por una democracia de calidad."

En el PRI no puede haber democracia interna porque nunca aprendieron a practicarla, y si no la hay hacia adentro cómo podrían practicarla hacia afuera... y no la hay porque así nació ese partido, como "un centro de confluencia de grupos y corrientes políticas" y nada más, que se sometieron siempre a la decisión cupular, nunca los dejaron elegir libremente a sus dirigentes y candidatos y es hora que no saben hacerlo.

"Nuestra democracia interna no existe -dijo Alejandro Gárate, uno de los candidatos a gerente general- es aparente o simulada. Privilegiamos acuerdos de una cúpula y desechamos los verdaderos liderazgos populares."

"Es un problema de ciclo histórico -dijo por su parte la candidata a gerente Beatriz Paredes- (por eso) estoy planteando una transformación profunda del PRI, y para hacerla necesitamos dejar de atraparnos en ese deporte favorito de algunos compañeros, que es el canibalismo."

Dijo más, que la etapa hegemónica del PRI concluyó al finalizar el siglo XX, y que "cuando ese ciclo histórico terminó, era previsible que si al interior del PRI no se realizaban las reformas indispensables que nos volvieran un partido competitivo, tuviésemos fracasos electorales." No se realizaron, y como dijo don Teofilito... lo previsible lo sigue siendo.

¿Qué va a pasar si queda Enrique Jackson de gerente general o si gana Beatriz Paredes? Nada, cualquiera de los dos va a ser sólo eso, un gerente general que coordine o que trate de coordinar los intereses de los grupos priistas, de las bancadas del partido en las cámaras de Diputados y Senadores, de los grupos de gobernadores, de los dinosaurios, de los nuevos que vienen empujando, pero nada más.

El pleito es, obviamente, por la candidatura a la presidencia de la República en el 2012, no por la renovación del partido, sino por usufructuar lo que queda de las siglas y el escudo, que queda mucho, es cierto, pero que se irá perdiendo conforme vaya perdiendo el PRI más gubernaturas. En los estados donde ha perdido el tricolor deja de haber jefe, ya no hay líder y todo se va al carajo. Con sus excepciones claro está.

Y bueno, si eventualmente el PRI llegara a recuperar la presidencia de la República algún día, volvería a tener un líder, un jefe, y quizás desde ahí se pudieran impulsar las reformas que necesita ese partido para, por fin, ser eso, un partido político, democrático, que siga impulsando en todo el país una política social de avanzada como lo hizo en el pasado y como lo sigue haciendo en algunas entidades donde aún gobierna, como en Veracruz.

Mientras, serán sólo buenas intenciones. El PRI, por ahora, no puede cambiar ni lo va a hacer, creo. Pero ahí se la pueden ir llevando, si les gusta su partido como es puede seguir funcionando así por un tiempo más, cuánto no lo sé, pero no esperen que cambie. Arbol que crece torcido jamás su tronco endereza.

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