Capilla de Guadalupe

De Capilla de Guadalupe a Guadalajara

Detectan carne clandestina

+ Clausuró SSJ el matadero Los Sauces; investigan El Lavadero

Primero el periódico Milenio publicó el miércoles de esta semana una nota de la reportera Maricarmen Rello, en la que dio a conocer que se localizaron 300 kilogramos de carne congelada en un obrador de Guadalajara, cuya procedencia no pudo ser acreditada, por lo que dicha carne fue asegurada por la Secretaría de Salud Jalisco al sospechar que las reses no fueron sacrificadas, sino que murieron de muerte natural y probablemente de alguna enfermedad. Las mismas, decía la nota, salieron del rancho El Lavadero, propiedad de Luis González Casillas, y la carne del rastro-obrador Los Sauces en Capilla de Guadalupe.

Después, el jueves el periódico Público, de Guadalajara, con el encabezado "Se pagaron ocho mil pesos por ocho reses", y una bajada que decía "Se vendieron 1,500 kilos de carne clandestina", dio más detalles acerca de lo que llamó el "matadero clandestino" Los Sauces, de Capilla de Guadalupe, en una nota de la reportera Vanesa Robles. Ya Notisistema se había ocupado del asunto desde el día 8 de febrero, pero los pormenores los dieron Milenio y Público, que publicaron lo siguiente y anunciaron en sus notas que habrá más novedades.

Esto es lo que dijo Milenio:

"Guadalajara.- Más carne de procedencia dudosa encontró ayer la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ) en un obrador del barrio de El Retiro, donde la semana pasada el Ayuntamiento de Guadalajara alertó sobre la posible matanza clandestina de bovinos. La SSJ sospecha que no hubo tal sacrificio, sino que los animales fallecieron de forma natural, lo que supone un alto riesgo de que estuvieran enfermos.

El director general de Regulación Sanitaria de la SSJ, Juan Manuel Pérez Corona, informó que este lunes las autoridades de salud se presentaron para realizar una visita "de verificación sanitaria" en el citado obrador, ubicado en la calle de General Arteaga. Ahí encontraron "cerca de 300 kilogramos de carne congelada en el refrigerador" cuya procedencia, de nueva cuenta, no se pudo acreditar, "por lo que el alimento fue asegurado y se tomaron muestras que se enviaron al Laboratorio Estatal de Salud Pública para su análisis".

El médico señaló que "de la revisión macroscópica" se presume que los animales fallecieron de causas naturales y no de un sacrificio, pues cuando esto último sucede "los bovinos se desangran y éste no era el caso". Esto supone un grave riesgo para la salud humana, pues de ingerir esta carne los consumidores pueden adquirir la enfermedad que padecía el animal. Ayer mismo, se especuló que fue tuberculosis la enfermedad que causó la muerte de los bovinos, versión que el funcionario no avaló, sino hasta tener los resultados de laboratorio.

Por lo mismo la SSJ no levantó una denuncia penal. Tampoco procedió a la clausura del obrador, pues al momento de la visita no se realizaban actividades relacionadas con la venta de carne, sino trabajos de albañilería, indicó.

El jueves pasado el Ayuntamiento de Guadalajara encontró poco más de una tonelada de carne (1,080 kilogramos) en el mismo obrador, tanto en canal como en cortes finos, que era empaquetada. El jefe de resguardo del Rastro de Guadalajara, Guillermo Korkowski, dijo que "se dará aviso sobre este suceso a la Procuraduría de Justicia del Estado" (Notisistema, 8 de febrero de 2007), puesto que se presume producto de una matanza clandestina.

Pérez Corona indicó que hay otras inconsistencias que aclarar. "Existe una licencia municipal otorgada a nombre de Josefina Hernández Arteaga, que da de alta un obrador a partir de 2006, pero se dice propietario Gabriel Ángel Valencia Godínez, a quien no pudimos localizar".
La SSJ está dando seguimiento al caso, que involucra al rastro-obrador Los Sauces, ubicado en el kilómetro 15 número 400 de Capilla de Guadalupe, y a un rancho ganadero que está en Tepatitlán, El Lavadero, de donde presuntamente provenían los animales y cuyo propietario es Luis González Casillas.

Otro indicio que preocupa a las autoridades sanitarias, es que se presentó una factura que avala la venta de ocho vacas adultas a mil pesos cada una y señala que son animales "para sacrificio inmediato". El precio hace dudar sobre la calidad de dicha carne, refirió Pérez Corona, quien espera resultados de laboratorio para mañana miércoles."

Y esto fue lo que publicó Milenio este jueves:

"Un matadero clandestino de Capilla de Guadalupe: Los Sauces, surtió (de) casi 1,500 kilogramos de carne de res que las autoridades de Guadalajara encontraron dentro de un obrador sin registro en la colonia El Retiro, y en una vivienda particular de la colonia Progreso, ambos en Guadalajara. Supuestamente la mercancía irregular partía de ese obrador hacia los puestos de tacos del oriente de la ciudad, señaló ayer la Secretaría de Salud de Jalisco (SSJ).
El director de Regulación Sanitaria, Juan Manuel Pérez Corona, reiteró las sospechas de que la carne estaba en malas condiciones o el ganado del que se obtuvo murió de una enfermedad, pues la SSJ pudo comprobar que Los Sauces pagó ocho mil pesos por la compra de ocho reses adultas al rancho El Lavadero, de Tepatitlán.

Una consulta de Público con algunos pequeños ganaderos, arrojó que las vacas viejas aportan la carne más barata del mercado. Cada una de estas reses pesa entre 450 y 500 kilogramos y se vende a los mataderos por diez pesos el kilo, por lo menos cuatro veces más cara de lo que Los Sauces pagó por cada animal. En el caso del producto confiscado, además no fue desangrado después del sacrificio, lo que hace pensar que los bovinos murieron sin intervención humana.
El pasado martes la SSJ clausuró Los Sauces y solicitó a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) que investigue la situación de ese matadero clandestino y la del rancho El Lavadero.

Este capítulo de carne clandestina comenzó el miércoles 7 de febrero en la calle General Arteaga de la colonia El Retiro, donde el Resguardo del Rastro de Guadalajara descubrió que funcionaban un obrador y una empacadora de carne clandestinos. El rastro clausuró el sitio, tomó muestras de carne para analizarlas en un laboratorio y denunció ante la policía. Unos días después la SSJ regresó a revisar el local de El Retiro, donde realizaban trabajos de albañilería. En sus investigaciones, la SSJ dio con un refrigerador que enfriaba 295 kilos de carne de la misma procedencia, en la calle Pedro Anaya de la colonia El Progreso.

Juan Manuel Pérez Corona indicó que hoy o mañana se conocerán los resultados de los análisis que se practicaron a la carne incautada. Si el producto está contaminado, las investigaciones deberán extenderse.

El director de Regulación Sanitaria aclaró que es posible sospechar cuando una vaca está enferma por el estado físico de la res mientras está viva y el aspecto de sus vísceras, pero no a través de su carne. El martes el secretario de Salud, Jesús Becerra Soto pidió a los consumidores de carne que colaboren con las autoridades en la revisión de los productos que comen. Más tarde Becerra Soto admitió que él mismo no sabría distinguir entre una carne en buen estado y otra no apta para consumo humano.

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