Padre Miguel Angel: Un cuento y una historia

Por el padre Miguel Ángel

Un día estaba un joven en su casa y alguien tocó la puerta. Al abrirla, por sorpresa encontró al diablo quien lo agarró del pelo, lo pateó, lo golpeó y luego se fue.
Y dijo el muchacho:
-"¿Qué debo hacer?".
De pronto, cuando el diablo se había marchado, vio pasar a Jesús y pensó...
¡"Si Él está en mi casa, el diablo no va a entrar! Y lo invitó a pasar, le mostró la casa y le dijo:
-¿Puedes venir mañana cuando el diablo pase por aquí...?"
Y Jesús le dijo que sí.
Al día siguiente, el diablo volvió a tocar la puerta estando ya Jesús dentro de la casa. El muchacho, muy tranquilo, abrió la puerta y el diablo volvió a darle una golpiza. Entonces, el muchacho muy molesto le reclamó a Jesús el por qué no había hecho nada por defenderlo.
Y Jesús le dijo:
-"No hice nada porque no estoy en mi casa, sólo estoy de visita".
El muchacho pensó un poco y lo invitó a vivir en su casa, le mostró su cuarto y dijo:
"Quieres seguir viviendo aquí, éste será tu cuarto", y Jesús aceptó.
Como era ya costumbre, al día siguiente tocaron nuevamente a la puerta, ¡y era otra vez el diablo! El joven, abrió la puerta muy confiado, pues ya Jesús vivía en su casa. Pero el diablo nuevamente le dio la golpiza.
El joven molesto fue donde Jesús y le dijo:
-"¡Ya vives en mi casa!, ¿qué más deseas para defenderme?".
Y Jesús contestó:
-"Yo sólo vivo en tu casa, en mi cuarto y mientras no estés en mi cuarto no te puedo defender".
Entonces, el joven reflexionó un poco y le dijo:
-"De hoy en adelante ésta es tu casa, yo estaré aquí como tu invitado si me lo permites..." Y así fue.
Al otro día, tocan nuevamente la puerta, pero esta vez no fue el joven quien abrió la puerta pues ya no era él, dueño de la casa. Al abrir Jesús la puerta, el diablo se disculpó pues pensó que se había equivocado de casa.
Queridos amigos, como consejo, quiero decirles que no es suficiente el decir dentro de nosotros que Jesús vive en nuestro corazón. Hay que entregar de corazón nuestra vida para que Él pueda actuar por nosotros.
Al comenzar la Cuaresma es muy importante que pongamos nuestros ojos en Jesús ¿Conoces mucho o poco de Él?
Nació en una oscura aldea, hijo de una campesina.
Se crió en otra pequeña aldea donde trabajó de carpintero hasta los 30 años.
Durante su infancia atemorizó a un rey; durante su niñez impresionó a los doctores de la ley. Ya siendo hombre dominó la naturaleza.
Después, durante 3 años, fue predicador itinerante.
Nunca escribió un libro, sin embargo, los libros que se han escrito sobre Él podrían llenar bibliotecas enormes.
Caminó sobre las olas como si fuese el suelo y silenció los vientos y la mar. Sanó a las multitudes y no cobró por sus servicios.
Nunca practicó la medicina, pero ha sanado mayor número de corazones quebrantados que todos los doctores puestos juntos.
Tenía sólo 33 años cuando la mayoría de la opinión pública se volcó contra él.
Sus amigos se escaparon.
Fue entregado a sus enemigos, quienes se burlaron de él y lo sometieron a juicio.
Fue clavado en una cruz entre dos ladrones. Mientras moría, sus verdugos sortearon entre sí su túnica, su única posesión en la tierra.
Una vez muerto fue enterrado en una tumba prestada, gracias a la compasión de un amigo.
Pero no se quedó ahí, sino que resucitó.
Han pasado 20 siglos y todavía Él es la figura central de la raza humana y el líder del progreso de la humanidad.
Él está sobre el mayor pináculo de la gloria celestial proclamado por Dios, reconocido por los ángeles, adorado por los santos y temido por los demonios como el viviente y personal Cristo, nuestro Señor y Salvador.

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