Ejercicio del poder
+ Destruye a la familia por generaciones + El caso de los López Arias, una muestra El asesinato de Luis Felipe Héctor Zavala McGregor (primo hermano de la Primera Dama de la nación) y los implicados en el mismo, especialmente uno de ellos, debería ser tema de reflexión para quienes ejercen el poder acerca de la forma en que lo hacen.
Cuando se ejerce el poder en forma violenta, caciquil, con el apoyo de las armas incluso, no sólo no es bien recordado quien tal hace, se le recuerda en forma negativa o en el mejor de los casos se le relega al olvido. Pero no es eso lo peor que le puede pasar, lo más grave es el ejemplo que con tal forma de ejercer el poder se da a los más cercanos y no hay nada más cercano a un hombre que su familia.
Quien ejerce el poder -como líder sindical, agrarista, cacique o gobernador- en forma violenta, mafiosa, prepotente, arbitraria, rodeado de guardaespaldas y dando órdenes como si fuera dueño de vidas y haciendas, destruye -con su ejemplo- a su familia por varias generaciones; él se va, se muere o lo matan, la gente se olvida de él, pero sus hijos repiten lo que aprendieron, muchas veces sin la inteligencia ni la habilidad de su progenitor. Y terminan mal...
A mediados de la década de los ochenta murió acribillado a balazos Fernando López Bouzas, hijo del ex gobernador de Veracruz Fernando López Arias; y ahora, más de veinte años después, tiene problemas con la justicia Fernando Beulo López Arias, nieto de quien fuera también Procurador General de la República, se le acusa de ser el autor intelectual del homicidio de Zavala MacGregor, pariente cercano de la esposa del presidente Felipe Calderón.
Fernando López Arias gobernaba a Veracruz a través de caciques, su brazo ejecutor en el sur era Amadeo González Caballero con quien se reunía con alguna frecuencia en un rancho de su propiedad en Suchilapan del Río su tierra natal; y al faltar éste, Cirilo Vázquez Lagunes trató de ocupar su lugar para lo cual se rodeó de pistoleros y sembró el terror en la región de Acayucan. A éste se unió Fernando López Bouzas como jefe de sus escoltas (aún recuerdo la acalambrada que me dio un día en el Cine Olmeca tras de expulsar del recinto a dos grupos de Seguridad Pública), hasta que murió acribillado a tiros cuando con su grupo de pistoleros se enfrentó a la Policía Federal de Caminos, según se dijo al confundirlo ésta con su patrón porque acostumbraba traer una barba crecida para parecerse hasta en eso a Cirilo Vázquez, al que rebasaba en sus actitudes de prepotencia, la misma que aprendió de su padre en vida de éste.
Y ahora otro Fernando, éste de apellidos Beulo López Arias, hijo de una hija del ex gobernador, de nombre Carolina López Arias, está detenido en el Estado de México acusado de haber mandado asesinar a Héctor Zavala, para lo cual contrató a un distribuidor de drogas de Naucalpan llamado Carlos Augusto Cervantes a quien le pagó 100 mil pesos por el trabajito, según dijo para vengarse del primo hermano de doña Margarita Zavala porque éste lo había mandado secuestrar y había tenido qué pagar 350 mil pesos para que lo dejaran en libertad, además de que lo chantajeaba para no informarle a su mujer que Fernando había tenido un hijo fuera del matrimonio, lo que finalmente le dijo y esto le causó un problema grave con su esposa, por eso lo mandó matar.
Según la información del periodista sureño Fabián Antonio Santiago Hernández, quien entrevistó en el 2005 a Fernando Beulo López Arias, éste es propietario de un rancho en el municipio de Jáltipan llamado "San Fernando" (lo llamó así en recuerdo de su abuelo) que le compró al ex alcalde José María "Chema" Lara y en el cual planeaba criar el mejor ganado de la zona para competir y sobresalir en ese ramo, porque le interesaba la política de la región y creía que siendo un prominente ganadero podría participar en la misma, incluso le dijo en aquella ocasión a nuestro compañero Fabián que pensaba invertir el dinero que fuera necesario (era propietario de una línea de trailers, según le confió al reportero) en la construcción de un rastro TIF en Jáltipan que compitiera con el frigorífico de Acayucan.
Estaba decidido pues a volver a sus raíces, a convertirse en ganadero y a participar en la política, como su tío Víctor López (Arias) Nassar que ya fue alcalde de Jáltipan y diputado local, y en una de esas, si se le daban las cosas -supongo- a caciquear esa parte del territorio veracruzano, justamente lo que aprendió de niño en el seno familiar, con la desventaja de que ni Fernando López (Arias) Bouzas ni Fernando Beulo López Arias contaban con la inteligencia de su padre y abuelo Fernando López Arias, y ahora uno está muerto y el otro preso por tratar de imitar, pendejamente, lo que hacía el ex gobernador y ex procurador.
En el estado de Veracruz se recuerda con afecto y con respeto a varios de quienes fueran sus gobernadores, al que más don Adolfo Ruiz Cortínez, pero también a don Rafael Murillo Vidal y hasta a Rafael Hernández Ochoa, y más recientemente a don Fernando Gutiérrez Barrios; en cambio de Fernando López Arias son pocos los que se acuerdan, excepto en ocasiones como éstas en que alguno de sus descendientes se vuelve noticia por malandro. Por eso decíamos que el olvido es lo menos que le puede ocurrir a quien ejerce el poder de esa manera, lo peor es que destruye a su familia por generaciones. Cada vez hay menos caciques, pero el poder suele enloquecer a las personas que lo ejercen y de ahí este llamado a la reflexión.?
Orgullo gay
Protesta Culatinguy (así se llama en su dirección de correo), quien dice ser un Alteño en CA (no sé si en California o en Centroamérica) y estar orgulloso de ser un hombre homosexual, por los comentarios vertidos en la columna que titulamos "Boda" gay. Dice que le parecieron discriminatorios, que rayaron en lo absurdo y por supuesto faltos de sensibilidad, que no tienen bases, que los hice ignorando las circunstancias, que están fundados en supuestos machistas y que son retrógrados. Que se basan en percepciones malintencionadas y en prejuicios; que si no tengo nada qué ver con la comunidad homosexual y hago tales comentarios por mi homofobia reprimida, me recomienda que no publique comentarios sin bases, que porque en vez de ayudar destruyen y que por actitudes como la mía existe tanta gente que vive de apariencias o "en el closet" y que por eso tantos jóvenes cometen suicidios. Me llama pseudoperiodista y asegura que mis comentarios inducen a cierta clase de personas a incurrir en ciertos crímenes de odio. Y para terminar me recuerda que la homosexualidad no se elige ni se controla, y que si me dan respeto, respete.
Órale pues don Culatin, gracias por tomarse la molestia de escribir, aunque debería consultar antes el diccionario para conocer el significado de la palabra "matrimonio", pero bueno, trataré de que se me resbalen todos sus calificativos. Y no hacen falta sus recomendaciones, porque no estoy tratando de ayudar, ni de destruir tampoco, sólo digo lo que pienso y si permanecen "en el closet" o salen de él es su problema, pero tampoco me culpe de que se suiciden tantos jóvenes, no me joda, ni de que cierta clase de personas incurran en cierta clase de crímenes de odio, en mi comentario exhorté al respeto, no a odiar a nadie. Y en cuanto a que la homosexualidad no se elige ni se controla, no siempre, a veces se elige y si se quiere se controla, si usted no la eligió y no la puede controlar también es su problema y no me interesa que lo haga, respeto su homosexualidad, respete usted mi libertad de expresión.
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