El maestro Armando Ibarra, a través de los años se ha ganado el respeto y el cariño de sus compañeros maestros, ya que más que un director de escuela, ha sido un excelente amigo para los profesores.
Y con la finalidad de demostrárselo, sus compañeros de escuela le ofrecieron un exquisito desayuno en el mejor lugar de la ciudad de Tepatitlán, en el restaurant Olimpo, ahí el buen maestro celebró un año más de vida y durante el tiempo que estuvieron conviviendo agradeció este gesto a sus compañeros, a su esposa que lo acompañaba y a su hijo. ¡Felicidades Armando!
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