Sumario

Expropiaciones

Cuando hace unos días el gobierno del Distrito Federal que encabeza Marcelo Ebrard decidió expropiar una vecindad en Tepito, donde había 155 viviendas que eran refugio de todo tipo delincuentes, nos pareció una medida valiente que, sin embargo, dijimos, le acarrearía problemas de tipo legal, pues era de esperarse una lluvia de amparos que ya empezaron a ser solicitados por los afectados. Hoy que se repite la acción, al expropiar siete manzanas en las que hay 247 locales dedicados a la venta de autopartes, por más robadas que sean la mayoría de éstas la medida nos parece francamente alarmante.

¿Y qué tienen qué ver el gobierno del Distrito Federal y Marcelo Ebrard con Los Altos de Jalisco y los alteños? Nada si no fuera porque Marcelo Ebrard será muy probablemente el candidato del PRD a la presidencia de la República al terminar su mandato Felipe Calderón, y si lo es, y si gana y así va a gobernar al país a base de expropiaciones, eso nos interesa a todos los mexicanos.
Es cierto que el robo de vehículos y de autopartes es un cáncer en las grandes ciudades muy difícil de combatir. En Guadalajara por ejemplo -como en la ciudad de México y seguramente en otras- hay una zona céntrica dedicada casi exclusivamente a la venta de autopartes o partes usadas de vehículos, que se encuentra básicamente en dos calles, la de Ejército Mexicano y la de Los Angeles, a donde llega usted en busca de alguna pieza para su automóvil, un faro, un rin, lo que sea, y si no la tienen en la tienda donde usted pregunta se la consiguen enseguida, se sube un muchacho a su bicicleta, sale corriendo y a los pocos minutos ya le tienen ahí la pieza que necesita.

Esto no tendría nada de malo si el empleado fuera por la pieza a otra "refaccionaria" donde tuvieran sólo mercancía de procedencia legal, es decir, que la hubieran comprado legalmente en un deshuesadero -yonkes les llaman allá- que a su vez hubiera adquirido el vehículo de donde la quitaron en forma legal, pero no siempre ocurre así, con frecuencia se trata de piezas robadas a otros vehículos y no sólo eso, tienen fama de que sino hay la pieza en ninguna "refaccionaria" del rumbo, buscan en las inmediaciones algún vehículo estacionado y se la roban.

De esta manera, allá casi todo mundo sabe que no hay que dejar los coches estacionados en esa zona, ni a dos o tres cuadras de distancia sino lo más lejos posible, o no descuidarlo ni un momento, de lo contrario puede ocurrir que va usted por una pieza, se la consiguen y cuando regresa a su carro resulta que ya le falta otra a éste. Actúan los ladrones de autopartes con un cinismo y osadía impresionantes, porque además todos pertenecen a grandes bandas organizadas y poderosas que los sacan de la cárcel inmediatamente cuando caen, esto sin contar con la protección policiaca que regularmente tienen, porque los jefes se mochan con los jefes y no pasa nada.

Por eso es tan difícil combatir el robo de vehículos y de autopartes, porque por aquí se roban el vehículo y por acá lo desarman en un seis, es decir en un dos por tres, o por aquí se roban la pieza que necesitan y por acá la están vendiendo inmediatamente. Pero de ahí a que se tengan que expropiar los predios, bodegas, casas o locales donde se venden dichas autopartes, sin investigar antes y que sea determinado por un juez quiénes venden robado y quiénes no... pues tampoco, porque se puede afectar y de hecho se afecta a personas inocentes con esta medida arbitraria.

Vamos a suponer que es usted propietario de un local o más en la colonia Reforma Política de la delegación Ixtapalapa, donde el gobierno de Marcelo Ebrard decidió expropiar las siete manzanas, pero no se dedica usted al robo de autopartes, ni a la venta legal de éstas siquiera, sino que le renta usted sus locales a otra persona de la que no puede responder usted por sus actividades ilícitas, ¿qué pasa?, pues que por lo pronto ya marchó usted con sus locales, que a lo mejor eran todo su patrimonio o el de su familia, tendrá que iniciar usted una larga batalla legal para demostrar que nada tenía que ver con la actividad de su inquilino, y a lo mejor hasta la gana en dos o tres años, pero mientras ya dejó de cobrar usted la renta de sus locales.

Si así va a combatir Marcelo Ebrard al crimen, despojando a sus legítimos propietarios de lo que en ocasiones con mucho esfuerzo han logrado, pues mientras lo haga sólo en el Distrito Federal será problema sólo de los defeños, pero si va a ser candidato a la presidencia de la República y gana, ninguna propiedad estará a salvo de la expropiación y eso, me parece, es un asunto que debería preocupar a todos los mexicanos.