San Diego: Celebró 62 años de sacerdote el obispo Luis Rojas Mena

Por Oscar Maldonado Villalpando

Jalpa de Cánovas, Guanajuato, 31 de marzo de 2007.
Hoy se recordó el día venturoso en que el joven Luis fue llamado para recibir la ordenación sacerdotal. Lo ordenó don José Garibi Rivera, un día como hoy en 1945. A la una de la tarde todo estaba dispuesto, muy estimados visitantes como el señor Obispo don Javier Navarro, el señor Obispo don Serafín Vázquez, emérito de Ciudad Guzmán, el Señor Vicario General de Guadalajara, don Ramiro Valdez, el Rector de la Catedral de Guadalajara, don José Guadalupe Gutiérrez, el Ecónomo de Guadalajara, Pbro. Juan González, el canónigo don J. Guadalupe Romero, en total casi 25 concelebrantes.
El templo de Jalpa ha sido bellamente restaurado por un importante programa de las dependencias federales de CONACULTA. La celebración fue ante la imagen del Señor de La Misericordia. El obispo Padre y Pastor en nombre de Cristo, ofreció el sacrificio redentor.
Después de las lecturas, don Luis tomó la palabra e hizo un recuento de su vida, desde los principios. El nació el 21 de junio de 1917, siendo apenas un niño de 12 años de un pueblo pequeño, como era Jalpa, fue llevado al Seminario de San Juan en noviembre de 1930 por el vicario de San Diego de Alejandría, padre José Rojas. Pasó a Guadalajara, lo mandaron a estudiar en Roma. Al estallar la II Guerra Mundial, el Señor Garibi Rivera pide que sus 30 alumnos que estudian en el Colegio Pío Latino regresen, más no hay comunicaciones.
Por 1942, regresan los alumnos Luis Rojas y Enrique Toral Moreno, que habían estudiado todo lo que se puede estudiar, un pozo de ciencia, 18 años en Roma. A medio océano, un buque inglés, toma por asalto la cubierta y... finalmente son autorizados a proseguir su viaje. En la bella Guadalajara termina su carrera y recibe la ordenación. Destinado como superior al Seminario de San Juan, el obispo don Luis Guízar y Valencia, de Saltillo, se lo lleva como rector de su seminario. Terminada su encomienda, es párroco de Tala, Jalisco, allí nace la relación con ese niño brillante que es Javier Navarro, hoy obispo. Tan bella experiencia que esa gente sigue agradecida y hoy mismo le han cantado un corrido.

"Era amable y generoso,
a todos nos saludaba,
parecía que con sus ojos,
la bendición él nos daba.

Por eso aquí se recuerda,
con un cariño especial,
al Cura Luis Rojas Mena,
nunca lo hemos de olvidar"

Una época de ensueño. Fue nombrado para la parroquia de Lagos de Moreno, fueron sus colaboradores el P. Jorge Elías Chávez, el Padre Antonio Chanón, el hoy canónigo, Blas González y don Francisco Jiménez que luego sería su padrino de consagración episcopal, al ser nombrado obispo auxiliar de don Lino Aguirre en Culiacán. Consagrado el 16 de julio de 1968 en la Catedral de Guadalajara por don José Garibi Rivera. Allá trabajó durante 26 años, y en 1994 presentó su renuncia.
En la misa, el obispo se reconoció pecador y, la base de su formación humanística, lo llevó a recordar a su gran maestro don José Ruiz Medrano con su mundo de poesías, le vino a la memoria este soneto IV de Félix Lope de Vega y Carpio- que con Calderón de La Barca son los dos más grandes del Siglo de Oro español- que retrata su corazón:

¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,
que a mis puertas, cubierto de rocío,
pasas las noches del invierno oscuras?

¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras
pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío,
si de mi ingratitud el hielo frío
sólo tuve para ti palabras impuras.

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