Tepatitlán en el Tiempo

San Isidro Labrador

Por Juan Flores García

El día 15 de mayo es el día dedicado a San Isidro Labrador, patrono de los campesinos. Desde que su servidor tiene memoria, o sea desde que era muy pequeño, recuerdo como en este memorable día se lleva a cabo la bendición de todo aquello que el campesino ocupa para la labranza, incluyendo a los animales. En aquellos años se acostumbraba el aviso parroquial, que en las palabras del señor cura, exhortaba a los campesinos para que vinieran a celebrar ese tradicional acto.
Así desde temprana hora empezaban a entrar por nuestras solitarias calles, los señores campesinos guiando la yunta de bueyes. La carreta jalada por esos nobles animales y dirigida por su dueño que cargaba aquel otate largo para guiar a la yunta.
Piadosos concurrían todos ellos a la celebración de la misa y luego a la bendición. Aquellos hombres curtidos por el sol, iban llegando al lugar que ocupaba todo el frente del curato y parte de la cale frente a la parroquia. Así nuestros honrosamente llamados campesinos, los productores de alimento, los que allá por aquellos tiempos hacían producir sus áridas tierras con los rudimentarios implementos de labranza, hacían de ese día de San Isidro una exposición ganadera. Llevaban lo mejor de sus animales para su bendición. Veíamos desde güilotas, patos, palomos, pájaros, gallinas, gallos, alguna gallina con sus pollitos y una canasta con huevos, veíamos también caballos, lo mejor de ellos, toros, sementales, vaquillas, becerros, borregos, chivos, perros, gatos, etc. Traían los campesinos colgando su saco de ixtle en la que cargaban las semillas de maíz, muchas en mazorca, frijol, semilla de calabaza de garbanzo, cebada y trigo. Muchas de las familias que vivíamos en el pueblo llevábamos a bendecir aquellos animales mascota que teníamos en la casa. Mi tía Justa llevaba también su cotorra, para que estuviera bendita.
Antes y después de la ceremonia de bendición, se veía el saludo cordial de todos los que en ese lugar se reunían y se daba el gusto de admirar los animales de unos y otros. Platicaban de cómo "pintaba el temporal" y hasta se llevaba a cabo algún trato comprando algunos de los animales que les gustaban. Ya terminado el acto, se empezaban a retirar a sus lugares de origen, dispersándose por todos lados, satisfechos y confiando en la bondad de Dios para tener un buen temporal. En esos lejanos tiempos se veía despejado el camino que llevaba a tanta ranchería, allá para el Cerro Gordo, veíamos a los campesinos caminando de regreso con sus animales. Ese panorama se ha borrado con el tiempo, ahora se encuentra cubierto por un gran caserío, ya no se ve aquel camino.
En la actualidad, este acto se lleva a cabo desde hace ya muchos años en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe pero ya es totalmente diferente. La calle Tepeyac, frente al templo, se ve lleva de docenas de camionetas estacionadas. Los señores campesinos cuentan con ese medio de transporte. De esas camionetas bajaban sus familias, muy pocas personas mayores se veían. ¡Cómo cambia el tiempo! Ya no se escucha aquella tradicional conversación, ahora se habla del fertilizante o de cómo se adquirió la camioneta, muchas de origen gringo, del precio de garantía que no es costeable, que mejor muelen y ensilan el maíz con todo y grano porque no es rentable producirlo para consumo humano.
Se ven muy pocos animales, ya no se oye el bramido, ni el rebuzno de los animales, nada que en aquella época se oía y se veía. Hasta el nombre que damos a los productores del campo ha cambiado, de campesino a agricultor. Campesino: labrador que suele andar en el campo. Agricultor: hombre de campo. Agricultura: labranza o cultivo de la tierra, ciencia y arte de cultivar la tierra. El mismo oficio con diferentes palabras, así se presentan las cosas en la actualidad, donde ahora con las calles pavimentadas ya no transitan los animales porque se resbalan, ya no es como el tiempo de las calles empedradas en que caminaban con mayor facilidad, por eso decimos que así fue Tepa en el tiempo.