Ya ni la liegan...

Se piratean chinos
el nopal y el maguey

+ Ya habían patentado hasta a la Virgen de Guadalupe

México, D.F. (Notimex).- La Confederación Nacional Campesina denunció que ciudadanos chinos y japoneses intenten apoderarse de la siembra y comercialización del nopal y del maguey, en perjuicio de más de 400 mil familias mexicanas que se dedican a esos cultivos.

Esos alimentos, señaló la CNC en un comunicado, se encuentran en trámite de ser patentados por los chinos en Bruselas, Bélgica, como “un producto original” de las tierras de Oriente, cuando son íconos de la historia de México.

Los chinos tienen sembradas cinco mil hectáreas de nopal “techado”, superficie cuya producción está próxima a ser enviada a México ya procesada para después trasladarla a Estados Unidos mediante una triangulación comercial que desplazará a los productores del país”, expuso.

Asimismo, los chinos pretenden llevarse 20 mil toneladas de maguey en 2008 para después regresarlas elaboradas hacia tres áreas importantes del mercado, que son la alimenticia, la médica y la textil.

Ciro Ríos Lara, dirigente de la Unión Nacional de Productores de Maguey y de Nopal, dijo que es necesario que el gobierno federal apoye a este sector productivo del campo mexicano, a través de la obtención de los certificados de origen de ambas plantas.

Además, es indispensable que se aporten los recursos económicos suficientes para impulsar el cultivo y la comercialización de estos productos tradicionales.

“Es increíble que las autoridades mexicanas permitan que empresarios chinos y japoneses se lleven tierra donde se cultiva el maguey y el nopal en cajones con 60 centímetros de profundidad por un metro del largo sin que las aduanas lo impidan”, dijo.

Los chinos han hecho lo mismo con la Virgen de Guadalupe y con la Bandera Nacional, los cuales desde hace años comercializan en México durante las fechas patrias y religiosas por medio de productos “pirata”.

El dirigente añadió que igual pasó con el Himno Nacional, el Tequila, La flor de Noche Buena y otros productos, cuya patente, en el primer caso, cuenta con un registro en Estados Unidos, mientras que en los otros la producción y mercado en el mundo se encuentre cada vez más en poder de empresas extranjeras.