+ Era un mayorazgo y ahora es municipio
San Ignacio Cerro Gordo surge a la vida jurídica y colonial como un mayorazgo llamado Hacienda de San Ignacio Cerro Gordo. Su nombre proviene de “San Ignacio” en honor al Santo, y “Cerro Gordo”, como característica del lugar.
San Ignacio tiene su origen en dos mercedes: la primera hecha al capitán Pedro Albarrán Carrillo el 23 de febrero de 1697, consistente en cuatro sitios para ganado mayor y la segunda librada a los hijos y herederos del citado capitán, el 16 de diciembre de 1700, abarcando 16 sitios para ganado mayor y menor, siendo la fecha de fundación de San Ignacio Cerro Gordo, el 23 de febrero de 1697.
Estas tierras de la Hacienda de la Trasquila situadas en la jurisdicción de Tepatitlán y La Barca las adquiere el capitán de infantería Gaspar Ventura González de Castañeda, al casarse con una hija de Antonia Castellanos Martínez y de Pedro Albarrán Carrillo, formando el mayorazgo de San Ignacio Cerro Gordo y Milpillas en el siglo XVIII. En el siglo XIX se usa indistintamente el nombre de San Ignacio Cerro Gordo o de la Trasquila, por la gran cantidad de borregos que llevaban a la finca principal para quitarles lana.
La primera capilla fue construida a fines del siglo XVIII: En la visita del obispo Diego Velasco y Rivas a Tepatitlán el 19 de junio de 1765, deja asentado la licencia de la capilla de la hacienda.
San Ignacio, desde tiempo inmemorial, siempre perteneció a Tepatitlán, hasta el 28 de febrero de 1857 en que por gestiones del gobernador de origen arandense, Jesús L. Camarena, pasaron a Arandas tanto San Ignacio como todos sus ranchos, desde El Tule hasta San Antonio del Cerro Gordo. El decreto 49 del 9 de enero de 1862 devuelve a Tepa los ranchos segregados, pero por decreto 292 del 22 de mayo de 1872 pasaron a ser definitivamente del municipio de Arandas.
Por el decreto 1,675 de la legislatura del Estado, de fecha 14 de octubre de 1913, se eleva la Hacienda de San Ignacio Cerro Gordo a la categoría de comisaría política y judicial. Sus autoridades electas habrán de tomar posesión de sus puestos el 1 de enero de 1914.
Finalmente, la localidad de San Ignacio Cerro Gordo se constituyó como el municipio número 125 del Estado de Jalisco el 1 de enero del año 2007, independizándose de Arandas, luego de que el 4 de diciembre del 2003 el congreso del Estado aprobara que se constituyera como tal por cubrir los requisitos que marca la constitución Jalisciense.
San Ignacio Cerro Gordo cuenta con una serie de fiestas durante el año:
A San Ignacio de Loyola el 29, 30 y 31 de julio.
A la Santa Cruz el 3 de mayo
A San José Obrero, del 26 de abril al 4 de mayo.
A San Pedro, el 29 de junio, en La Loma de San Pedro.
A San Francisco, en el Tepozán
A la Virgen de los Dolores, triduo de misas el 13, 14 y 15 de septiembre y fiesta principal en noviembre.
Al señor San José, el 19 de marzo y dura tres días, en la Loma de San José.
Al Señor de los Imposibles, triduo de misas en mayo en Higuerillas.
Su pueblo se enriquece con las leyendas de la Llorona, El Pueblo Encantado, brujas, azoros y aparecidos, que los ancianos cuentan a sus nietos. Mientras en los jardines o calles los pequeños juegan a los tradicionales encantados, María Blanca, el fajo escondido, una por mulo, a la víbora de la mar, a la rueda de San Miguel, etc., y una pelota que brinca o una piedra que pasa rápidamente por encima de las incrédulas personas. Una tradición perdida es el novenario a Santa Martha, santa muy venerada en nuestra población y el cual se realizaba en la casa de la señora Rosario Orozco Orozco. A su fallecimiento no hubo quien lo continuara y es lamentable ya que hubo muestras de la solidaridad y ayuda que esto propició entre vecinos. La devoción a la Virgen de los Dolores también es una importante tradición y que incluso se menciona en el himno a San Ignacio. Los vía crucis vivientes, dentro de la Semana Santa en San Ignacio en los cuales participan alrededor de 350 jóvenes, vividores y servidores. Y con el objeto de reflexionar sobre la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.
Concursos de belleza
Dentro de las Fiestas Patrias se elegía a la reina de belleza en una competencia entre candidatas. Inicialmente cada sector importante de la población, como ganaderos, comerciantes y el pueblo en general proponían a su candidata y la ganadora era la que tuviera más votos hasta determinada hora del 15 de septiembre, justo antes del desfile de presentación de la reina. Cada voto era un peso y conforme se acercaba el cierre de la votación se ponían las cosas muy interesantes pues la competencia era reñida.
Ahora, la selección de la ganadora se realiza por un jurado conformado por personas externas a la población, pero la belleza de la mujer sanignaciense siempre ha destacado en los concursos que se realizan a nivel regional y nacional. La reina dura en su cargo un año y desfila el 15 de septiembre con sus princesas. Ahora también compite en otros concursos como Señorita Región de Los Altos en el cual triunfó la señorita Elodia Hernández, Señorita San Ignacio 2002.
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