Robaban camioneta, los detuvieron y la víctima no quiso denunciarlos

+ Que no quería meterse en
problemas, dijo el dueño

+ Por eso no se hace justicia,
lamenta Ministerio Público

Se abrió “como las granadas” un vecino de Tepatitlán; en una madrugada intentaron robarle el estéreo de su camioneta, la policía detuvo a los rateros pero la víctima no quiso hacer la denuncia por temor a que los malhechores tomaran represalias contra su persona o su familia.

Eran aproximadamente las 3:05 horas, cuando en su recorrido de vigilancia una patrulla de la policía municipal de Tepatitlán circulaba por la calle Matamoros y al llegar casi al cruce con Samartín los elementos avistaron a un sujeto en actitud sospechosa, quien al parecer trataba de abrir una camioneta. El vehículo en cuestión era una camioneta Nissan en color blanco y la persona que trataba de abrirla fue detenida en ese momento; al hacérsele la revisión se le encontraron 5 llaves talladas de diferentes marcas automotrices, así como un desarmador plano y un regulador de bajos para sonido. El detenido dijo llamarse Cristian Jonathan Rodríguez Soto de 22 años, con domicilio en la ciudad de Zapopan.

A unos metros de ahí, la policía distinguió a otro tipo que quiso introducirse a un vehículo Ford Topaz en color tinto que estaba estacionado, sin embargo le dieron alcance los agentes a Enrique Beltrán Sibrián de 24 años y vecino de Guadalajara, quien manifestó ser cómplice de Jonathan y que el Topaz era de su propiedad. Dentro de este vehículo, sobre los asientos se encontraban diversos aparatos de sonido que habían sido sustraídos de otros automotores; dentro de la guantera fueron halladas diversas llaves especiales para abrir puertas de vehículos.

Fueron llevados a la comandancia de policía y ahí pasaron el resto de la noche.
Horas más tardes por la mañana, Rodrigo Vázquez Velásquez con domicilio en la calle H. Garza (continuación de la Matamoros), salía de su vivienda para irse a trabajar, cuando descubre que la cerradura de su vehículo se encontraba forzada y que en el interior hacían falta el estéreo y otros aparatos, por lo que llamó a Seguridad Pública donde le manifestaron que tenían detenidos a un par de roba estéreos y que probablemente se trataban de los que habían abierto su camioneta.
Acudió Rodrigo a Seguridad Pública y constató que entre las piezas robadas se encontraban los aparatos de su propiedad, mismos que acreditó su propiedad con las facturas e instructivos que le dieron cuando los compró, por lo que fue a hacer la denuncia al Ministerio Público para recuperar sus cosas.

Por otra parte, un vecino del mismo rumbo donde se dieron los robos, encontró también que su camioneta Nissan blanca había sido abierta de manera forzada; se comunicó también a la comandancia de policía donde le explicaron que en la madrugada sorprendieron a dos robando estéreos de vehículos, por lo que le recomendaron que fuera al Ministerio Público a hacer su denuncia correspondiente.

Sin embargo, luego de que se le tomó la declaración, preguntó a quien lo había atendido si aparecería su nombre en la denuncia, le dijeron que sí y entonces argumentó que en la Policía Municipal le habían dicho que sería anónima y que en este caso, mejor se desistía de denunciar que porque no quería meterse en problemas con los rateros y que al fin y a cabo “no le habían robado nada, solamente le abrieron la camioneta”, por lo que se desistió de firmar la declaración y prefirió irse de ahí.

Sobre esto último, el agente del MP de Tepatitlán, Lic. Daniel Medina Camarena lamentó que esta persona al final haya decidido no denunciar; que por este tipo de actitudes muchos malhechores salen libres o reciben una sentencia muy ligera, ya que las víctimas muchas veces no se atreven a denunciar a pesar de que sus agresores ya fueron detenidos y en flagrancia, por lo que pronto vuelven a cometer sus fechorías sabiendo que aunque los agarren probablemente vuelvan a salir libres por miedo de sus víctimas.

Extraña muerte encontró al
llegar a la caseta de cobro

+ Cenó unos burritos, los vomitó y
perdió el sentido mientras viajaba

+ Que su mamá y su hermano ya
habían fallecido de manera similar

Iba con destino a Guadalajara, pero en el camino se comió unos burritos y aparentemente eso fue lo que le causó la muerte al pasar por Tepatitlán.

Margarita Hernández Gómez vivía en la ciudad de Mazatlán, Sinaloa, aunque era originaria de Mexticacán, Jalisco y se había críado en Tonalá, por lo que tenía amistades en dicha ciudad. Frecuentemente venía a Jalisco y hace unos días una amiga de nombre María Dolores Arámbula Benítez le pidió que la acompañara hasta la frontera con Laredo para legalizar una camioneta propiedad de esta última.

Margarita o Mago, como le decían de cariño, llegó hasta Tonalá, estuvo unos días visitando a familiares y amigos y después junto con Dolores le pidieron a un amigo de nombre Eleuterio Enríquez López, vecino de Tonalá, que las acompañara hasta Laredo para que él condujera la camioneta que sería legalizada.

Todo transcurrió con normalidad, el vehículo, una pick up Ford modelo 98 recibió los papeles de legalización, se cruzaron a la ciudad de Laredo para hacer unas compras y allá pasaron la noche en un hotel. Al día siguiente, el 6 de los corrientes, eran las 2 de la tarde cuando emprendieron el viaje de regreso a Guadalajara, hicieron una parada en las afueras de Ramos Arizpe, Coahuila, donde llegaron a una tienda de autoservicio y compraron unas bebidas alcohólicas y unas botanas y prosiguieron su viaje.

Margarita venía tomando unas bebidas preparadas de tequila. La siguiente parada fue en Matehuala, San Luis Potosí, donde fueron al baño y le echaron gasolina a la camioneta. El viaje continuó y más o menos como a las 10:30 de la noche pararon en un lugar a orilla de la carretera para cenar en un puesto de comida que encontraron, donde Mago cenó unos burritos.
De nuevo en carretera, un rato después, Margarita dijo que se sentía mal y que quería vomitar, por lo que le pidió a Eleuterio que orillara el vehículo para bajarse y devolver, sin embargo no pudo hacerlo y continuaron el viaje para avanzar unos kilómetros más y volver a pedir que detuvieran la marcha, esto ya en el entronque de la autopista de San Juan de los Lagos, logrando ahora sí vomitar lo que aparentemente le había hecho daño al estómago. Sin embargo la mujer siguió diciendo que se sentía mal y que la cabeza le dolía mucho, por lo que se recostó en el asiento trasero de la camioneta.

Era ya casi de madrugada cuando Dolores, la amiga, notó que Mago ya no hablaba y parecía que estaba como inconsciente, porque la movía, le daba cachetadas y no reaccionaba, por lo que le dijo al chofer que debían buscar algún hospital, para esto iban ya a la altura del crucero de Arandas cuando divisaron el letrero que decía que faltaban 12 kilómetros para llegar a Tepatitlán, por lo que aceleró la marcha del vehículo y en 6 minutos llegaron a la caseta de cobro.
Ya en ese lugar pidieron la ayuda de dos policías federales preventivos quienes le avisaron al paramédico de la Cruz Roja que se encuentra en la caseta para que trasladara a la señora a un hospital, sin embargo el socorrista les dijo que le hacía falta su compañero y el sólo no podría trasladarla en la ambulancia, por lo que los PFP escoltaron la camioneta y se dirigieron al hospital regional de Tepatitlán.

Ahí fue bajada de la camioneta ya sin signos vitales por los médicos del hospital, quienes minutos después comunicaron a Eleuterio y Dolores que su amiga Mago ya había fallecido.

Dieron aviso a sus familiares en Mazatlán que se trasladaron de inmediato a Tepa; fue la hermana, Juana Hernández Gómez quien identificó el cuerpo, también dijo que ya habían fallecido de manera parecida, su hermano y su mamá hace tiempo, pero que mejor esperaría hasta el resultado de la autopsia para saber la causa de la muerte.

Hacían limpias a la
gente… pero de dinero

+ A una señora le quitaron
200 mil que estaban “malditos”

+ Muy elegantes andan en un
carro de lujo y bien vestidas

Jesús María, Jal.- Mujeres ladronas atacan de nuevo, se pasean en auto de lujo y ya hay tres denuncias ante el MP. A la última víctima le robaron 200 mil pesos.

El pasado miércoles 5 compareció ante el Ministerio Público de Jesús María la señora María Baltazar Zárate a denunciar un robo.

La victima dijo que el pasado lunes tres mujeres de entre 40 y 45 años, con vestidos largos, llegaron a la puerta de su casa, le pidieron un vaso de agua y luego se metieron diciéndole que le iban a hacer una limpia.

Narró además que una o dos de ellas la tomaron de las manos y mientras le decían una serie de cosas adivinatorias, la otra empezó a registrar la casa y tomó cerca de 200,000 pesos que tenía guardados sin que se diera cuenta. Este dinero se lo habían enviado dos de sus hijos, uno de ellos de Estados Unidos, de la venta de un terreno.

Luego las desconocidas se salieron pero antes le dijeron a la víctima que no fuera a buscar su dinero porque estaba maldito y le podía ir mal al revisar donde tenía sus ahorros, pero pudo más la duda y fue hacia donde lo tenía guardado, para encontrar que ya no había nada. Por lo que compareció ante el fiscal José Luis Moret Velásquez a poner su denuncia, donde mencionó que las mujeres llegaron en un auto blanco, grande, muy bonito…

El personal de la Procuraduría cree que las ladronas son de Guanajuato y que desde hace meses han robado a otras personas que viven solas en la zona, principalmente en Arandas y Jesús María, iniciando las investigaciones ya que es la tercera denuncia que reciben de las ladronas que abusan de la ingenuidad de las personas para cometer estos robos, por lo que ya son buscadas.

Publicar un comentario

0 Comentarios