¡Ya viene la navidad!

Por el padre Miguel Angel
padremiguelangel@yahoo.com.mx

Algo Muy característico de este tiempo es la Corona de adviento

La corona de adviento encuentra sus raíces en las costumbres germanas, antes del Cristianismo. Durante el frío y la oscuridad de diciembre, colectaban coronas de ramas verdes y encendían fuegos como señal de esperanza en la venida de la primavera.

Esto no significa que, ahora con la corona de adviento pretendamos volver al paganismo. Muy al contrario, es un ejemplo de la cristianización de la cultura. Lo viejo ahora toma un nuevo y pleno contenido en Cristo, quien vino para hacer todas las cosas nuevas.

Los cuatro domingos de adviento marcan el comienzo de la celebración navideña y con estos, el inicio del año litúrgico nuevo de la iglesia católica.

El adviento es un tiempo de ayuno, oración, instrucción y preparación al nacimiento de Cristo. Después de la primera Guerra Mundial, la Corona de Adviento se hizo muy popular en el norte de Alemania; después, esta costumbre se extendió rápidamente por toda Europa y el mundo.

¿En qué consiste?

La corona es un círculo de follaje verde, que como tal, no tiene ni principio ni fin. Recuerda la eternidad de Dios y nos hace pensar en los miles de años de espera en el Hijo de Dios desde Adán hasta el nacimiento y actualmente en la segunda venida de Cristo que estamos esperando.
El follaje verde puede ser de abeto, pino, hiedra o de algún otro material artificial. Este color siempre está relacionado con la esperanza de la vida y mucho le dan el significado de un tiempo especial de crecimiento espiritual y de gracia santificante.

Las cuatro velas significan, cada una, una semana de adviento; son generalmente de color rojo (aunque actualmente ya le dan otros colores y otros significados, según la región o el país), simbolizando el tiempo de penitencia; en ocasiones son de color rosa, cuyo significado es “alegría-gozo”. Ordinariamente se colocan en el centro de la mesa del comedor; algunos ponen otra con foquitos de colores en la puerta de la casa, simbolizando la santidad de la familia y lo sagrado del hogar.

Cada domingo de adviento se enciende una vela con una oración, una lectura bíblica y un cántico navideño. Este encendido gradual es el símbolo del anuncio del Mesías a través de los siglos.
La vela blanca, representa al Niño Dios, luz del mundo, como el cirio pascual, representa al mismo en su condición de resucitado.

El 25 de diciembre puede colocarse al pie de la vela blanca que está en el centro, una imagen del Niño Dios para que exprese mejor el signo a Jesús Infante, Luz de lo Alto.
Son cuatro velas alrededor, para expresar el tiempo de espera, cada una de ellas, marca los cuatro domingos de espera, hasta el 25, día del nacimiento.
Tiene simbolismo: Los 4 elementos de la tierra (fuego, aire, agua y tierra) los 4 puntos cardinales y las 4 estaciones del año. También las 4 velas representan: el sacramento del Bautismo, el sacramento de la Confirmación, el sacramento de la Eucaristía y el encuentro definitivo con Dios.

En conclusión:
El significado, inició siendo pagano, y al cristianizarse, quiere expresar la verdad suprema: Jesús, Luz que ha venido de lo alto; que está con nosotros; y que vendrá lleno de gloria y de esplendor.
La palabra de Dios, en el adviento, exhorta a la conversión como la primera y mejor manera de preparar el camino del Señor que llega.

El color morado no necesariamente tiene como principal sentido la mortificación y mucho menos la tristeza. La Iglesia, más bien, lo propone como una invitación a la penitencia interior, al arrepentimiento y a la conversión.

Toda la corona en sí, nos recuerda la larga espera de la Humanidad que, cayendo en pecado, vivía en oscuridad. El pueblo de Israel recibió de Dios la promesa y los profetas la mantuvieron viva en los corazones. Nosotros, por el bautismo, estamos llamados a ser, ahora, los nuevos profetas que anuncien el reino de Dios y que mantengan viva la esperanza de la segunda venida del Señor Glorioso. Por eso, la corona de luz, es una invitación para que todos seamos luz.

Felicitación
A los 390 seminaristas y a los formadores del Seminario Diocesano de San Juan de los Lagos, porque el 2 de diciembre es “Día del Seminario”.

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