Pekín, 1 de enero (El Universal).- Médicos de la ciudad de Qingdao (puerto del este de China) tuvieron que operar a dos jóvenes universitarios que se habían metido en la oreja sendos micrófonos con el fin de copiar en unos exámenes y después no se los podían quitar, según explicó la prensa de esa localidad.
Los jóvenes, que al parecer no se conocían, acudieron al hospital por separado pero con el mismo problema: después de los exámenes de inglés en los que usaron los micrófonos con la complicidad de amigos que desde afuera les daban las respuestas, no podían librarse del artilugio.
Al parecer este micrófono -del tamaño de un grano de arroz- se ha hecho muy popular en la ciudad, donde se vende clandestinamente en la calle o por Internet, y las dos "víctimas" aseguraron que muchos de sus compañeros los utilizan ayudándose de teléfonos móviles que transmiten señales a los auriculares.
Uno de los operados, que acudió al Hospital Central de Qingdao, contó que tras el examen este artefacto se suele quitar con la ayuda de un delgado imán, algo que en su caso no funcionó.
El joven, de 20 años, pidió al médico que lo operó que le guardara el micrófono, ya que, confesó, piensa usarlo en futuros exámenes, si los profesores no descubren el truco.
Los precios de estos microauriculares oscilan mucho dependiendo de su calidad, y van desde los 70 a los 1,000 yuanes (entre 10 y 150 dólares, 7 y 100 euros)
Algunos maestros de Qingdao que se han enterado de la noticia, ya han comenzado a colocar en las clases máquinas que pueden impedir la llegada de ondas de móvil al aula.
Los médicos que intervinieron a los estudiantes advirtieron a los jóvenes de Qingdao que tengan cuidado con estos artefactos que pueden causar lesiones auditivas, y les recomendaron que usen métodos más éticos -estudiar, básicamente- para superar los siempre exigentes exámenes chinos.
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