Sumario: Pobre emos



Pobres emos

Están de moda los emos, que al igual que los miembros de otras tribus urbanas son grupos de jóvenes desadaptados, anormales en el sentido estricto de la palabra (que accidentalmente se hallan fuera de su estado natural o de las condiciones que le son inherentes a la mayoría), raros, que se visten de negro, se pintan el pelo o parte de éste de rojo, se tapan un ojo con el mismo y deambulan por la calle como idos, como melancólicos, porque su ideología -dicen- es la tristeza, como si ésta fuera una ideología y no un estado de ánimo, pero como no tienen la menor idea de lo que es ideología, para ellos su ideología es la tristeza y punto.

¿Por qué están tristes o aparentan estarlo? Quién lo sabe... yo creo que ni ellos. Se trata simplemente de ser diferentes o de parecerlo, hay muchos jóvenes que quieren ser diferentes de la mayoría y hacerse notar, en su tiempo fueron los hippies, un movimiento contracultural juvenil surgido en Estados Unidos en la década de 1960 y caracterizado por su pacifismo y su actitud inconforme con las estructuras sociales vigentes, de los que aún quedan algunos; ahora son las llamadas tribus urbanas como los cholos, punketos, darketos, góticos, skatos y los emos.

La mayoría tienen su origen en subgéneros musicales y por supuesto en el extranjero. Son inofensivos aunque algunos parecen estar locos y dan miedo, pero a la mayoría sólo le causan risa o compasión. Entre los góticos -una subcultura o movimiento subcultural que surgió en Inglaterra a finales de los 70s y mediados de los 80s en el ambiente del rock gótico que fue una derivación del post-punk, y cuya estética e inclinaciones suelen estar ligados y provienen principalmente de la influencia de la literatura y las películas de terror-, algunos se creen vampiros, visten trajes negros, usan maquillaje para resaltar la palidez en el rostro, peinados que les cubran la cara y hasta lápiz labial de color rojo aplicado atropelladamente en los labios.

Y se la creen en serio, según ellos...

- Qué cree... el otro día sí me asustó un cabrón en serio -me platicó un taxista de Xalapa hace unos días en la madrugada-, se subió allá por San Bruno y me pidió que lo llevara lo más cerca posible de la catedral. Y ya en el camino me dijo: "le voy a decir un secreto, yo soy vampiro..." Era un tipo alto, de ojos claros, vestido de negro y se me quedaba viendo: "Vengo de Transilvania, de Rumania, y me gusta la sangre; somos muchos, nunca van a poder acabar con nosotros, yo tengo cuatrocientos años y somos eternos". No sé de cuál fumó ese wey pero sí ya me estaba metiendo miedo, se me quedó mirando fijamente a los ojos y me dijo: "¿No me cree verdad...?" Pues la mera neta no cabrón -le contesté-, si fueras vampiro a qué vas a la catedral...

No iba a la catedral, lo que pasa es que esos grupos o tribus urbanas se reúnen en Xalapa en el Parque Juárez o en la calle Enríquez a media cuadra de la catedral, donde por cierto ya no los soportan porque le meten miedo a la gente y le piden dinero, porque como la mayoría no se dedican a nada pues nunca traen para comprar nada y tienen hambre y sed como cualquier otro ser normal.

La mayoría los identifica con alguna secta satánica o con influencias de satanismo aunque ellos lo niegan, pero algunos dan lugar a esto con su vestimenta y actitudes raras, al grado de que hace unos días realizaban -según ellos- una misa negra a media noche en el panteón, cuando llegó la policía y se los llevó al bote a todos por mamones. Ya los viera yo que un día de estos se les apareciera deveras el maligno... les iba a dar hasta diarrea y se iban a olvidar de la obscuridad y de todo su rollo dark.

En realidad son jóvenes que carecen de una identidad y la buscan de esta manera, a quienes les faltó atención en su familia o provienen de una familia disfuncional donde no los supieron formar, no les inculcaron los llamados principios que aprende la mayoría y buscan un lugar en la sociedad a la que paradójicamente no se quieren integrar, sólo quieren que los vean, que existen y que son diferentes, y al mismo tiempo su actitud y atuendo son como una forma de protestar contra lo establecido, se agrupan y tratan de llamar la atención.

No encuentran otra manera de hacerlo, no se quieren esforzar para destacar y se vuelven exhibicionistas, como exhibicionista es también el joven o adulto aparentemente normal que trae la música del estéreo en su coche a todo volumen para llamar la atención, porque su mediocridad no le da para más y quiere que la gente voltee a verlo, eso es todo. Por supuesto que los integrantes de las llamadas tribus urbanas traen en su cabeza una serie de rollos supuestamente filosóficos pero que no resisten el más somero análisis de la razón.

Y los emos, los hemos visto en la ciudad donde vivimos cuando suben por la calle Revolución, están de moda no porque hayan aparecido recientemente -Emo es un término del argot usado en principio para describir las actitudes y estilos relacionados con la música emo que predominó en los años 80s- sino porque de unas semanas para acá les cayeron mal a las demás tribus urbanas que se unieron para agredirlos.

El origen de la palabra emo es confuso, la mayoría lo asocia a la palabra "emocional" desde los 90s y recientemente dicha palabra fue vista como una contracción del "hardcore emocional" o del "emocore" que eran las designaciones populares de este subgénero de la música. Y se usa ahora como adjetivo para describir un estilo de comportamiento o un estado general de infelicidad o melancolía, es un estilo de vida que adopta la gente, especialmente algunos jóvenes que intentan parecer personas tristes y amargadas y basan toda su apariencia en problemas emocionales.

Pero... como adoptaron algunas características de los punketos y los darketos o góticos, a éstos no les pareció y la agarraron contra los emos, en días pasados se convocaron unos a otros por internet para reunirse en el centro de Querétaro y ponerles una madriza y luego repitieron la convocatoria para hacer otro tanto en la ciudad de México, así que tuvo que intervenir la policía para meter el orden, porque tristes y melancólicos y todo pero se defendieron.

En Xalapa no se ha presentado esta situación todavía, pero no sería de extrañar que en cualquier momento lleguen al enfrentamiento, tiene que estar atenta la policía. Por eso están de moda los emos, ya sabe usted, moda es lo que pasa de moda y dentro de poco ni quien se acuerde de esta tribu urbana cuyos miembros seguirán siendo vistos sólo como animales raros.

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