Por Rubén Arias Barajas
Hace falta corregir los
problemas de nomenclatura Vaya para Ustedes el saludo semanal de costumbre.
Muchas confusiones y problemas sin lugar a dudas han de originarse debido a los asuntos de la nomenclatura que se dan en la ciudad de Arandas y que desde luego puede causar perjuicios a los ciudadanos al no recibir en tiempo y forma la correspondencia llámese particular u oficial que les sea dirigida.
Se encuentra uno, por ejemplo, en el Fraccionamiento Blanca Flor, que como su nombre lo indica, los nombres de las calles son de flores blancas como gardenia, margarita, clavel y otras más, pero al Sur de la ciudad, cerca del fraccionamiento Infonavit Lagunitas, me consta que existen calles que se repiten con los mismos nombres, lo que seguramente provoca confusión a los carteros y empresas de mensajería.
También surgen problemas cuando se quiere aprovechar el servicio que cada vez más comercios o empresas ofrecen, de llevar sus productos a domicilio, además del servicio de taxis o mensajería, que no saben para dónde arrancar lo que significa pérdida de tiempo y por lo mismo de dinero.
El problema es que uno se explica, cuando existen quejas de parte de los Regidores de Oposición de los diferentes Ayuntamientos, que cuando empiezan a ejercer su función, no necesariamente les dan comisiones en base a su preparación académica o habilidades que tengan, pues los de oposición siempre son los titulares o encargados de las comisiones que se consideran menos importantes, como la de Nomenclatura por ejemplo, sin embargo, a la hora de atender las pocas comisiones conferidas a su responsabilidad, resulta que ni siquiera esta última atienden, pues el problema de la repetición de nombres data de hace muchos años y ni siquiera tienen tiempo para corregirlo.
Otra circunstancia desfavorable, significa también que se permita que las calles lleven el nombre no necesariamente de algún héroe de la Patria o persona que tenga mucha relevancia, sino que se permite que lleven nombres que les sean de simpatía a los fraccionadores o a las Autoridades, por lo que se encuentra uno con cada desconocido, que Usted no me va a creer.
También han dejado de cumplir con su cabal responsabilidad, los responsables de tener un inventario real del destino que tienen los terrenos de donación que obligadamente tienen que ceder los dueños de los Fraccionamientos, pero el problema es que se menciona que ni siquiera estos están regularizados cumpliendo con la ley, pues menos podrá censarse lo relativo a las donaciones.
Si uno ve Arandas desde las alturas, puede darse cuenta del elevado número de calles que son truncadas y no tienen continuidad, pues cada quien corta donde mejor le conviene y termina siendo la zona urbana, una serie de laberintos que quita el orden común que debiera existir, pues existen casos de fraccionamientos o zonas habitadas que se encuentran casi aisladas, pues solo hay una sola forma de entrar a ellas, lo cual significa que no hay un orden establecido o si lo hay, no se ha hecho respetar, pues ha habido descuido y mucha permisividad en agravio de un futuro ordenado.
Si lo que no tiene remedio ya habrá de causar problemas o de hecho los está causando, todavía no es tan tarde para poner en orden a los nuevos fraccionadores que muchas de las veces abusan o corrompen a funcionarios para aprovechar los terrenos en demérito del buen orden de la circulación en las zonas de vivienda.
Ojalá que algún día alguien se fije en ello y empiece a poner orden.
Nos leeremos en la próxima entrega.
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