¡Viva el Señor de la Misericordia!

Por Arq. Sergio Antonio Figueroa Garnica

Dios me lo dio, Dios me lo quitó, Bendito sea el nombre del Señor.
Job

En el mes de abril celebramos las fiestas en honor al patrono de esta bella ciudad, la fiesta del Señor de la Misericordia, fiesta que da la bienvenida a todos los hijos ausentes y a todas las personas que visitan nuestra tierra soñada.

El tesoro de ésta nuestra ciudad, está en su gente, por lo que se ofrece una de las mejores fiestas del estado de Jalisco y aparte rica región del gran fervor que se le tiene a la bendita imagen del “Encueradito”, descubierto por el señor Pedro Medina un viernes 6 de septiembre del año 1839 y apoyado por don Pantaleón Leal para darlo a conocer entre los alteños consiguiendo en febrero de 1842 el permiso para construirle un templo.

Pero ¿por qué celebramos el 30 de abril como su día? El día 29 de abril de 1852 fue trasladado en procesión desde la casa de Pantaleón Leal hasta su actual Santuario en medio de grande júbilo por todo el pueblo. El día 30 de abril de 1852 se inauguró el culto público con solemnes festividades.

Desde entonces el amor y respeto que la gente de Tepa, tiene la fiesta solemne donde almas fervorosas, piadosas y agradecidas que llenan por montones las calles, azoteas, plazas haciendo que la ciudad parezca reducirse, ante la multitud por la veneración que se le profesa.

La palabra Misericordia es una palabra de origen latino que se desprende de dos palabras, una de ellas, Misereo/Miseria más otra palabra Cor/Corazón, que significa un sentimiento de empatía, colocar la miseria de nuestro prójimo en nuestro corazón.

La Misericordia se refiere al corazón que se compadece y actúa en favor de su prójimo.

Actualmente nuestro municipio ha crecido en tamaño y en problemas, los nuevos retos que enfrenta y que ponen a la sociedad a pensar en los indicadores que se están arrojando ante la indiferencia de muchas personas que por estar en estos momentos gozando de una estabilidad no alcanzan a ver lo que estamos dejando de hacer para las generaciones futuras y que ya afectan a las actuales.

El nuevo caso de suicidio por parte de un joven de 20 años, (ya van cinco casos en lo que va el 2008) hace temblar a esa sociedad apática y dormida que no entiende que los valores se han perdido, que nuevos retos se están presentando y esperan respuestas de emergencia y a tiempos venideros puesto que esto es solo la consecuencia de otros factores que emergen de las necesidades, el índice de suicidios sigue subiendo y ya tenemos que poner un alto o rezar más.

Sin contar con las crisis económicas tanto en los países poderosos como en los países pobres, la crisis de valores es la que mas perjudica a la sociedad por quedarse muda, inmóvil ante tantas situaciones que requieren de un esfuerzo para que tan solo por conveniencia personal fueran un objetivo final.

¿Cuál es el mundo que estamos viviendo y dejando para las futuras generaciones?

El futuro depende de lo que hagamos ahora y ciertamente hay mucho por hacer…

El reino de Dios, el tiempo áureo marcado por la justicia y la igualdad, no vendrán del cielo, se tienen que levantar desde la tierra que pisamos, donde vivimos construidos por el sagrado sudor de los que se preocupan por su prójimo y por demostrar el amor que le tienen a su ciudad y a su gente.

Tomo este proverbio oriental que dice: “Dios mueve el cielo entero en aquello que el ser humano es incapaz de hacer, más no mueve ni una paja en aquello que la capacidad humana puede hacer”.

El reino de Dios depende de pequeños actos de bondad, de heroicos gestos de compasión.

Aún hay mucho por hacer y de lo que sembremos eso cosecharemos, pero hay que ver que mundo dejaremos a los niños de hoy y los que están por nacer.

Por lo pronto esta semana es la fiesta principal por lo cual debemos de estar llenos de gozo, alegres por los días de verdadera fiesta donde la gente se reúne con sus seres queridos para ofrecer por todas las bendiciones que Dios nos da como es el tener un día más de vida, por la naturaleza y por nuestros hijos, por la salud y la enfermedad y por muchas cosas más que no valoramos y que dejamos pasar desapercibidas, pues es tiempo de perdonar y de decirle a esa persona que la amamos.

Bienvenidos a Tepatitlán, tierra soñada donde la vida es un primor.

Entusiastas, contentos, cargados de energía de la fuerza de Dios digamos:

¡Viva el Señor de la Misericordia!

Agradezco sus comentarios en mis correos consejoinstitucionestepatitlan@yahoo.com.mx y sergiof34@hotmail.com