Homofobia

Gustavo González Godina

En Xalapa, me dicen, pasó inadvertido este sábado el Día Internacional contra la Homofobia. En la ciudad de México, en cambio, donde gobierna la izquierda, se celebró con una boda entre José Mauricio Guerrero, quien cambió de sexo y ahora se llama Diana, y María del Socorro Sánchez, quien hizo lo mismo y ahora no es María sino Mario.

En tono solemne -decía la crónica de El Universal-, absolutamente concentrado, el juez vigésimo de lo civil, Gustavo Lugo Monroy preguntó a la pareja si era su voluntad unirse en matrimonio civil. El impartidor de justicia casó a los novios con sus nombres originales, no con los que usan como pareja transexual, con la finalidad de que la boda cumpliera con todos los requisitos de ley y el matrimonio fuera legítimo. Órale...

El juez dirigió la vista a Diana y sosteniéndole la mirada le cuestionó: “José Mauricio Guerrero Sandoval, ¿es voluntad de usted unirse en matrimonio a María del Socorro Sánchez Pérez?”. Diana respondió con un “sí”, aderezado con una voz dulce y con una risa coqueta - ¡ay!- que se acentuaba tras el vestido blanco de pronunciado escote.

Después el juez le dirigió la misma atención a Mario, a quien le hizo similar pregunta. “María del Socorro Sánchez Pérez, ¿es voluntad de usted unirse en matrimonio a José Mauricio Guerrero Sandoval?”. Mario afirmó de inmediato, con su voz ronca y un rostro cuya barba no escondía las mejillas sonrosadas.

¡Coño! ¿quién era el hombre y quién la mujer? Bueno, antes el hombre era Diana y la mujer Mario, ahora es al revés, no les gustó el sexo que les dio la naturaleza y decidieron cambiarlo. No sé si los operaron y a Mauricio le amputaron su miembro viril para injertárselo a María, o qué fue lo que hizo la ciencia con ésta para volverla hombre, la voz y la barba las tiene de macho, pero allá abajo -con aquellito que tenía- quién sabe qué habrá pasado...

La cuestión es que se concretó así el primer matrimonio civil de una pareja transexual en la ciudad de México, y Diana y Mario se lucían unidos en un abrazo y giraban traviesos para que ninguna cámara de televisión y fotográfica se quedara sin la imagen amorosa.

El juez Lugo Monroy había anunciado ya que no usaría la epístola de Melchor Ocampo, porque ésta incluye conceptos para definir al hombre como el del valor y la fuerza, y a la mujer como la abnegada, compasiva y obediente. Pero en este caso pues quién es quién...

Les dijo que éste era un día muy importante, “porque contrae matrimonio una pareja como ustedes, que se conocieron, tuvieron amistad, afecto, pero principalmente amor”.

Mario (ex María del Socorro) escuchaba absolutamente conmovido, con lágrimas en los ojos y la boca seca. Después diría que no se la creía, pues ya tiene 55 años y pensaba que nunca se iba a casar.

Durante la boda y la posterior celebración, la pareja se colocó sobre los hombros una banda multicolor, símbolo del movimiento lésbico, gay, bisexual, transexual y transgénero. Por lo pronto de estos cinco "géneros", mientras surge algún otro (aparearse con marcianos, por ejemplo) para alargar el nombre del movimiento y que la diversidad sea mayor.

Después de una luna de miel en Miami que será patrocinada por un canal de televisión en aquella ciudad, radicarán en Hidalgo donde esta pareja tiene una preocupación mayor, la de hacerse llegar un sustento. Mario (María) ya está jubilado y hasta ahora sobreviven con su pensión. “Si tenemos 100 pesos diarios con eso comemos”, explicó Diana (José Mauricio) de 45 años de edad y con una carrera de ingeniero mecánico.

El papá de Diana (Mauricio), a punto del llanto se sentía orgulloso “de mi hijo... bueno, mi hija”, decía mientras de entre los asistentes alguien le gritaba a la pareja: “¡Felicidades por atreverse!”.

Bueeeeno... no entiendo ni maiz paloma pero es asunto de quienes se casaron. Todos sabemos que la homosexualidad siempre ha existido y para nada nos extraña ver o saber de los gays, sobre todo con tanta promoción que reciben en algunos medios; lo que no existía eran los transexuales porque la ciencia no le cambiaba el sexo a nadie antes, era impensable, pero ha avanzado tanto la misma que ahora es fácil, basta con tener dinero para la operación.

Otra cosa que no entiendo -ojalá y alguien me lo pudiera explicar- es ¿por qué es la izquierda la única que promueve esto?, los partidos y los políticos de centro no, y los de derecha incluso se oponen. Esto está sucediendo sólo en el Distrito Federal, donde los poderes Ejecutivo y Legislativo están en manos de la izquierda, y el único diario que destacó ayer lo de la boda de transexuales fue, por supuesto, La Jornada (el periódico de la izquierda) con una gran fotografía a colores en su primera plana.

¿La promoción de lo lésbico, gay, bisexual, transexual y transgénero es revolucionario?, ¿es de avanzada?, ¿es lo moderno? O sea, que existan lesbianas, maricones y bisexuales no tiene nada de novedoso y debemos respetar sus preferencias sexuales (perdón por lo de "maricones" si el término es peyorativo, no encontré un sinónimo en español que no sea ofensivo), hasta ahí lo entiendo, lo que no entiendo es la promoción que se le hace a su lucha y actividades en los gobiernos de izquierda...

Si eso es avance, personalmente prefiero quedarme donde estaba, en el atraso si quieren, y con mi homofobia que supongo soy muy libre de sentir, entre otras fobias que tengo y de las que no me puedo liberar.

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2 Comentarios

  1. Bravo por González Godina y su magnifico artículo.

    Eso es en el D.F. cuyo gobierno como menciona el articulista es de izquierda. Pero en Tepa que gobierna la derecha el actual ayuntamiento se luce por contar en el personal con más o menos el 65 por ciento de homosexuales salidos del ropero.

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  2. ayyyy!!!pero que te pasooo!!

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