Por Rubén Arias Barajas
Vaya para Ustedes el saludo semanal de costumbre.
Ha transcurrido ya casi la mitad del periodo de gobierno de J. Guadalupe Tejeda Vázquez como Presidente Municipal de Arandas y aunque ha habido avances en algunos renglones, casi me atrevo a asegurar que el propio Primer Edil puede no estar satisfecho hasta el momento, por los resultados que hasta el momento se pueden evaluar.
No sabría decir con precisión, si el tiempo no le ha alcanzado, si las labores de gestión han sido insuficientes todavía, si los recursos económicos no han fluido como se espera o qué es exactamente lo que pasa con su gestión, debido a las cosas que quedan pendientes por hacer.
Sabemos de antemano que los presupuestos nunca alcanzan para hacer todo lo que se quisiera, pero se extrañan algunas obras que el propio Tejeda prometió desde su campaña y camino hacia la Presidencia Municipal, tales como la remodelación del Mercado Municipal que luce viejo, obsoleto y sucio, sin cumplir sus propósitos fundamentales, pues se encuentra rodeado de puestos de frutas y verduras además de otros objetos, que hacen innecesario que la gente entre a este edificio que ya no cumple con muchos requerimientos ni siquiera de sanidad.
Otro asunto que debe estar en las primeras líneas, supongo, de la agenda del Presidente Municipal, es el relativo al Agua Potable y Alcantarillado, cuyo papel a cargo de Juan Arriaga ha dejado mucho que desear, aunque se dice que administra la pobreza de dicha Dirección, pero no se debe dejar de lado que no es suficiente con excavar más pozos profundos y conectarlos a la red, pues el desperdicio que se viene dando desde hace varios años, es en verdad criminal, pues se reconoce que más de la mitad del agua que se le inyecta a la misma, se pierde por las numerosas fugas que se tienen detectadas (y eso sin contar los lugares en donde no) debido a las viejas redes que a través del paso de muchos años, su deterioro es normal.
Sin embargo se menciona poco el asunto entre las prioridades del Gobierno Municipal, cuando de sobra se conoce que cuanto más pasa el tiempo, más cerca estamos de la fecha de agotamiento de los mantos freáticos, sin contar con la innegable contaminación de que son objeto, pero que debido al alto costo no son obras que se puedan ejecutar de un solo golpe, pero se podría hacer, si hubiera la voluntad, poco a poco, comenzando por la zona céntrica y así ir comenzando con las redes más viejas en lo que sería un avance lento pero seguro para no seguir perdiendo más agua, pero entre los políticos se menciona que tales obras no tienen lucimiento porque son ocultas, lo que me parece una verdadera canallada, puesto que el cuidado del agua debe ser de primerísima necesidad y atención, pues los recursos, repito, se le pueden ir inyectando poco a poco hasta lograr llegar a la meta.
Y es que desde Gobiernos anteriores al presente, ya se ha hablado en exceso de este problema e inclusive se han conseguido presupuestos y dineros que finalmente y de manera inexplicable, no se han aplicado a tal propósito. Y por si esto fuera poco, pues tampoco Arandas le ha querido entrar a formar un Organismo Público Descentralizado que maneje el agua sin criterios políticos y dejando de usar como caja chica los ingresos que tiene este Departamento.
Otras obras anunciadas con anterioridad como las carreteras a San Julián y San Diego de Alejandría, probablemente deberán quedar en el olvido por largo tiempo, debido a las declaraciones que hiciera el Gobernador del Estado Emilio González Márquez en relación a este tema, pues es su opinión que primero se debe de dar mantenimiento a las carreteras existentes y después pensar en construir otras nuevas.
Sin embargo, queda pues año y medio para proseguir luchando por escribir su nombre en la Historia J. Guadalupe Tejeda y esperamos que, en beneficio de los habitantes de este Municipio, no se olvide de sus promesas de campaña.
Nos leeremos en la siguiente entrega.
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