Por Víctor Manuel Mendoza Ocampo
Ante el enojo de Zeus por no estar presente en la Cena Baile de Reinas, descargó toda su furia para anegar el Olimpo, sin embargo, esta furia fue desapareciendo al ir llegando a este gran Centro de Convención cada una de las protagonistas que con su belleza y talento han puesto en alto el nombre de Tepatitlán.
Esta gran noche fue idea del profesor Joaquín González, que auxiliado por el Lic. Eulogio Maldonado García y la señora Adriana Reynoso de De Anda, lograron conjuntar aproximadamente medio centenar de mujeres que con su porte y elegancia, representaron cada una en su año la belleza de la mujer alteña.
Fue casi una noche perfecta a pesar de la ira de Zeus, y digo casi, ya que le pongo “dos peros”, una, el no haber iniciado en la hora programada y la otra, es que en lugar de hacer regresar a nuestras reinas nuevamente por la pasarela, se hubieron quedado arriba sentaditas y esto lo hubiese agilizado mas, sin embargo, puedo escribir que fue una gran noche, una noche histórica e inolvidable para festejar los 125 años de una gran ciudad, como es Tepatitlán.
Emotivo fue ver a la señora Ernestina Padilla Vallejo que a sus 92 años de edad, aún en su rostro mostraba esa belleza que la hizo acreedora al título de la mujer más bella en 1934, o ver emocionado a Hugo González, familiar directo de 5 reinas, tres hermanas, Paz Rebeca, Lupita y Lilia, su esposa Felisa Gutiérrez Fernández y su hija Georgina o la misma señora Adriana Reynoso y su hermosa hija Lorena de Anda, o ver caminar con firmeza y elegancia a Leticia González Lozano, quien mostraba orgullosa en su vientre, el fruto de su amor, lo cierto es que hablar de cada una de ellas nos llevaría mucha tinta y muchas hojas, lo importante de esto es que cada una de ellas mostraron la belleza que las hizo acreedora a convertirse en verdaderas reinas.
En fin, fue una gran noche, noche de glamour, noche de recuerdos, noche de familia, noche de baile con la orquesta de Colorado Naranjo, una noche que va a resultar inolvidable para quienes tuvieron la oportunidad de asistir y ver reunidas a tantas mujeres bellas.
Ante el enojo de Zeus por no estar presente en la Cena Baile de Reinas, descargó toda su furia para anegar el Olimpo, sin embargo, esta furia fue desapareciendo al ir llegando a este gran Centro de Convención cada una de las protagonistas que con su belleza y talento han puesto en alto el nombre de Tepatitlán.
Esta gran noche fue idea del profesor Joaquín González, que auxiliado por el Lic. Eulogio Maldonado García y la señora Adriana Reynoso de De Anda, lograron conjuntar aproximadamente medio centenar de mujeres que con su porte y elegancia, representaron cada una en su año la belleza de la mujer alteña.Fue casi una noche perfecta a pesar de la ira de Zeus, y digo casi, ya que le pongo “dos peros”, una, el no haber iniciado en la hora programada y la otra, es que en lugar de hacer regresar a nuestras reinas nuevamente por la pasarela, se hubieron quedado arriba sentaditas y esto lo hubiese agilizado mas, sin embargo, puedo escribir que fue una gran noche, una noche histórica e inolvidable para festejar los 125 años de una gran ciudad, como es Tepatitlán.
Emotivo fue ver a la señora Ernestina Padilla Vallejo que a sus 92 años de edad, aún en su rostro mostraba esa belleza que la hizo acreedora al título de la mujer más bella en 1934, o ver emocionado a Hugo González, familiar directo de 5 reinas, tres hermanas, Paz Rebeca, Lupita y Lilia, su esposa Felisa Gutiérrez Fernández y su hija Georgina o la misma señora Adriana Reynoso y su hermosa hija Lorena de Anda, o ver caminar con firmeza y elegancia a Leticia González Lozano, quien mostraba orgullosa en su vientre, el fruto de su amor, lo cierto es que hablar de cada una de ellas nos llevaría mucha tinta y muchas hojas, lo importante de esto es que cada una de ellas mostraron la belleza que las hizo acreedora a convertirse en verdaderas reinas.
En fin, fue una gran noche, noche de glamour, noche de recuerdos, noche de familia, noche de baile con la orquesta de Colorado Naranjo, una noche que va a resultar inolvidable para quienes tuvieron la oportunidad de asistir y ver reunidas a tantas mujeres bellas.
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