+ Por eso no se les puede negar el cupo en una escuela normal
+ Los padres deben ver qué es lo que le conviene a sus hijos
La educación es un derecho legal de todos los menores y las escuelas deben promover la igualdad de oportunidades para erradicar la discriminación.
Cuando un niño con alguna discapacidad es enviado a estudiar a una escuela tradicional la autoridad está obligada a proporcionarle educación. Fue lo que dijo la responsable de Planeación y Evaluación Educativa de la Delegación Regional de la Secretaría de Educación Altos Sur, Ana Dory Toalá Jiménez.
Tenemos acá una escuela de educación especial, un centro de atenciones múltiples, donde ellos valoran a los niños que asisten y les indican a los padres cuando ven que su niño está apto para integrarse a la escolaridad normal, aunque sólo sean algunos días a la semana; pero para esto es necesario que haya una coordinación entre las instituciones.
Según Toalá Jiménez, muchas veces hay padres a los que se le dificulta aceptar que el niño necesita una atención especial, ellos por quererlo adelantar lo inscriben en la escuela primaria; ya cuando se presentan con las dificultades, entonces andan buscando otra escuela y otra más.
Es un problema complejo según la encargada, ya que puede darse el caso de que el menor con discapacidad ya no está en edad de asistir a un preescolar, problemática que se está analizando, sin embargo al consultar el sistema, éste acepta admitirlo a un jardín de niños aunque haya excedido la edad, ¿qué hacemos en ese caso? se pregunta Ana Dory Toalá.
También dijo la funcionaria que es necesario que los padres que tengan hijos con estas características lleven a cabo un proceso extra escolar a fin de que los niños puedan mostrar avances; “muchas veces no somos conscientes y queremos dejarle todo a la escuela”.
“Yo como mamá de una niña de 5 años con síndrome de Down, -dice Ana Dory- si no siguiera el proceso a mi hija y ya nomás cuando sintiera la necesidad la llevara a una escuela para que me la recibieran no existiría la coordinación entre las instituciones. Todo lleva un proceso, hay un quehacer y luego ver cómo hacer el seguimiento. Eso es lo que muchas veces no hacemos como padres”. “Muy probablemente si los papás hicieran un seguimiento en el Centro de Educación Especial, en su momento, cuando ya hay un niño que se debe adaptar, mandan un oficio a una escuela y le dicen: ‘acéptenlo, por lo menos dos o tres días a la semana y los otros días que vengan acá (al centro de educación especial)’ entonces, sí ahí se ve la conexión entre el centro y las escuelas. Pero muchas veces por comodidad de cualquiera de las partes no lo manejan de esta forma; aquí más bien yo siento que es la comodidad del padre de familia”.
Como es la DRSE la encargada de otorgar las plazas para niños de preescolar y primaria y como por ley no puede negar la inscripción a nadie, es por eso que mandan a los niños con capacidades diferentes a instituciones regulares, donde muchas veces se encuentran, además, con maestros que dicen no estar totalmente capacitados para atender a estos infantes.
Respecto a que hay planteles que no quieren aceptar a ese tipo de menores que porque no están capacitados para atenderlos o no hay instalaciones adecuadas, “no pueden negarse” dice Toalá, porque es un derecho que marca la Constitución el que deban recibir clases. Si bien no todos los casos son iguales, a veces es necesario que la mamá o el papá deban ir en algunos momentos a acompañar a sus hijos, como la misma Ana Dory lo hizo con su hija: “Yo lo he pasado, tenía que ir dos veces a la semana a la escuela de educación especial con ella, allí me daban mi trabajo de casa y volvía cuando me tocaba”.
Y si los maestros alegan que no tienen la capacitación para atender estos casos, si les interesa, deben solicitar en el Centro de Educación Especial de Tepatitlán un programa llamado U.S.A.E.R. en apoyo a las escuelas normales. En este programa, hay un director que manda un maestro de apoyo, psicólogos, pedagogos, etc., pero por ahora sólo hay para escuelas primarias.
Si la misma escuela solicita a la zona, les pueden mandar, porque inclusive si demuestran que en esa escuela se atendió a un niño especial en ese ciclo escolar, les dan puntos que sirven tanto para curriculum como para tener escalafón en cuanto a promociones.
Si uno se interesa tiene que buscar los canales de cómo hacerlo. Los medios están, quién puede ayudar también hay; pero ya en ese caso no todos tienen las mismas necesidades. Como escuelas, dependiendo del área y dependiendo de los niños que reciba, uno genera sus necesidades y debe buscar las soluciones.
En cuestión de discapacitados hay un 2% ó 3%, cuando mucho un 5% en toda la comunidad escolar de este municipio. Es mínimo, entonces no todos los preescolares y no todas las primarias tienen niños con capacidades diferentes.
De todas maneras, en opinión de la encargada, los maestros están preparados. La preparación que reciben en las normales abarca psicología, pedagogía, didáctica, manejo de grupos, etc. Entre los cursos que ofrece la misma Secretaría de Educación, dentro del ciclo escolar, hay cursos de psicología, cursos de atención a niños con problemas de lenguaje, con problemas de atención; se dan generalidades donde los maestros pueden rescatar lo que necesitan y aplicarlo a esos niños. Así que por lo menos una preparación mínima sí la tienen.
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