Seguridad, ¿de quién?

Por David Jáuregui

El gobierno de Calderón desde un inicio enseñó su intención con respecto a lo que él entiende o le conviene entender como seguridad pública, como distractor principal de sus yerros, ineptitudes y mucha cola que le pisen con respecto a él mismo y muchos integrantes de su gabinetito referente a contratos, principalmente con PEMEX y otros asuntos como las mismas elecciones del 2006 en donde intervinieron cuñados y otros allegados.

Él, unilateralmente y con la finalidad de distraer la percepción de la gente, desde un principio, “declaró la guerra” al crimen organizado; también desde el primer día de su cuestionable gobierno declaró demagógicamente que su administración iba a ser austera, pero su mentira no duró ni 24 horas, ya que al día siguiente lo primero que hizo, aparte de vestirse como soldadito, fue ofrecer un incremento en los ingresos de las fuerzas armadas e instituciones de seguridad como la PGR y la S.S.P. con la finalidad de amarrar fidelidades y compromisos para poder gobernar sin el riesgo de opositores dentro de estas mismas instituciones, el miedo no anda en burro.

En días pasados nuevamente sale la noticia que para fortalecer estas instituciones de “seguridad pública” les ofrece ahora un aumento en el presupuesto de, para la S.S.P. federal el incremento es del 49.8%, para la PGR es del 29.2% , para el S.D.N. es del 16.1% y para la marina es del 12.3%, incrementos que en global significan un presupuesto para el 2009 de 101,800 millones de pesos y que para poder canalizar estos dineros a estos rubros se tendrán que quitar de otros destinos, sin especificar a quiénes o a cuáles programas o instituciones les reducirán su presupuesto, como si el país realmente necesitara mas “fuerzas del orden”. México lo que necesita es mas educación pero sobre todo más honradez de los gobiernos.

El resultado de esta “guerra” hasta la fecha ha sido de varios miles de muertes entre ambos bandos, es decir del gobierno, del crimen organizado y de civiles que nada tuvieron que ver con esta batalla, y los que faltan todavía, lo más reciente en Morelia.

A mi punto de vista, la “guerra” para este mal gobierno desde un principio está perdida, ¿por qué?, en primera: el actual gobierno no tiene la calidad moral para ser secundado por la población en general; se está atacando el reflejo o resultado de la descomposición o corrupción de los distintos niveles de gobierno y de los tres poderes de la unión, es decir se esta atacando al narcomenudeo y en ningún momento se esta persiguiendo a quienes “cobijaron” y protegieron desde los altos niveles de los gobiernos a narcos y a algunos gobernantes y autoridades corruptas, muchos de ellos mencionados directamente por testigos, sin que haya alguna acción en contra de nadie.

Un ejemplo local: en Tepa nunca había proliferado tanto narco y drogadicción hasta que se sostuvo durante varios trienios al mismo director de seguridad pública, mismo que en muchas ocasiones se mencionaba su posible protección a delincuentes y pequeños narcos; hasta que las quejas y los testimonios fueron tantos y de ciertos sectores de la población que ya no les quedó de otra mas que cambiarlo.

Hay que recordarle a Felipe Calderón Hinojosa que si quiere ver verdaderos resultados en seguridad pública hay que comenzar a barrer las escaleras de arriba hacia abajo y que durante su corto y lamentable gobierno lo único que se ha visto es más impunidad en hechos claramente ilegales y hasta inconstitucionales, por eso cuando habla en un derroche de demagogia corriente de legalidad, transparencia , etc., ya no se le cree y que el verdadero objetivo de reforzar a estas instituciones de “seguridad pública” no es otro que proteger su gobierno de posibles opositores e inconformes, es decir el objetivo es fortalecer a los cuerpos represivos, no a las fuerzas o instituciones de seguridad pública.

Son dos cosas muy diferentes, Calderón está enseñando al pequeño Pinochet que lleva dentro, en su cultura, en su conveniencia política y económica y en sus compromisos de proteger a una clase oligárquica que sólo ha causado más miseria, desempleo e inconformidad de la mayoría del pueblo.

Ejemplos de represión y de ilegalidad los tenemos en: San Salvador Atenco en el Estado de México, En Oaxaca con Ulises Ruiz, en Jalisco con los Globalifóbicos y represión de jubilados, en Puebla con el “Góber Precioso”, con Fox y su “familia” con riquezas “inexplicables”, en contratos de Calderón, Mouriño y otros con PEMEX, etc.

¿Usted qué piensa?, yo creo que como va el país en confianza, seguridad y sobre todo en impunidad, sólo es cuestión de tiempo para que en algún lado se presente algún detonante social contra los malos gobiernos. Ojalá me equivoque.

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