¿Y si usted fuera perro?

+ Y además corriente cruzado con de la calle
+ ¿O necesitaría pedigree? ¡No hay que ser!


Por Fabiola González Ontiveros

Esta vez les platico de un tema muy ligero aparentemente, pero que me pone muy de malas cuando empiezo a discutir con quien sea sobre esto.

Bueno… mi cuñada me contó que fue al refugio para animales de Ana María López Vasco, directora del proyecto San Francisco y, con mi mamá, me contaron de todos los perritos que vieron. Ana María dijo que todos los animales que ahí había, o los había rescatado o se los habían dejado ahí nada más, como saben que ella los cuida pues lo más fácil es ir y aventárselos y abandonarlos, pero que cada animal que ella tiene es una historia.

Lo que ella hacía era rescatarlos, rehabilitarlos, cuidarlos y encontrarles una familia que los quisiera, sin cobrar ni un solo peso.

Recuerdo que de pequeña, como la mayoría de los niños, quería ser veterinaria, siempre dije que iba a comprarme una casototota y ahí iba a tener a todos los perros y gatos que me encontrara en la calle. Y bueno es que… desde que tengo uso de razón siempre he tenido animales, un gato hermoso que dejaron abandonado en una casa a la que llegó a vivir mi familia y adoptó, fue mi primera mascota, y desde entonces creo que una casa no es casa si no hay una mascota en ella.

Mi mamá se enojaba porque como me gustaban tanto los animales, todos los perros que me encontraba en la calle me los quería llevar a la casa, y varias veces me regresó con todo y perro porque decía que ya teníamos o cualquier otra cosa.

Me ponía, incluso aún me pone muy triste ver a perros o gatos cojos, flacos, sucios, o atropellados, y me preguntaba por qué la gente no los quería.

Comparto esa manera de pensar con Ana María, aunque aún no tengo el gusto de conocerla, pero ella realizó lo que yo tanto quería, pero desafortunadamente ya no va a poder hacerlo más. Y lo que me preocupa es toda esa gente inhumana que piensa que los animales no valen nada, que los pueden abandonar o los tiran, que porque si son hembras van a salir con premio… en vez de esterilizarlos, ya hubo una campaña que duró más de un mes para esterilizar y vacunar sin costo a todos los perros y gatos que les llevaran, ¿y qué hizo la gente?, le valió madre. Y es que es cierto, en vez de matar a uno, hay que evitar que se reproduzcan más, para que no haya tanto rondando en las calles y sufriendo.

Mis amigas de plano se me esconden para comer si hay un perro cerca, porque les robo lo que traigan para dárselo a él, me da mucha lástima verlos que se les salen las costillas. Y sé que hay más gente con hambre, con más carencias que lo que cualquier perro podría valer, y que a lo mejor a las personas les valen los animales, pero a mí me gustan mucho y qué puedo hacer...

Les voy a platicar de algunas experiencias que tuve: Hace ya varios años, más o menos a mitad de diciembre, cuando todas las casas tienen sus lucecitas, fui a la tienda de un señor que se llama Don Pascual, que me ha visto crecer ya que he vivido por el mismo rumbo toda mi vida. Ya estaba oscureciendo y cuando había comprado lo que necesitaba y regresaba a mi casa, vi a una gatita que salió de debajo de un carro, me le quedé viendo y la acaricié, lo cual es raro porque los gatos por lo regular no se dejan, pero después de un corto tiempo seguí con mi camino. Como a la media cuadra voltee para atrás y vi la bolita de pelos que me seguía, así que la agarré y la regresé a donde la había encontrado. Me volví a ir, y faltando la mitad para llegar a mi casa otra vez escuché un maullido, y como ahí estaba la bestia peluda, la volví a regresar pero me fui corriendo a mi casa.

Cuando llegué les comenté a todos que había visto una gatita muy bonita y que estaba chiquita, no le calculaba ni tres meses, imagínese, pero de inmediato me dijeron que qué bueno que la había regresado, porque nosotros ya teníamos un perro y qué íbamos a hacer con tanto animal.

Pocos días después a mi mamá le tocó organizar una posada para la cuadra, ya sabe usted, de esas que hacen nomás para darles bolos a los niños y cantar villancicos, y cuando se fueron todos escuché maullidos y… curiosa como soy no me detuve hasta encontrar al animal, y ándele que era la misma gatita, así que me remordió la conciencia y se la enseñé a mi mamá, todos mis hermanos votaron porque se quedara, así que mi mamá se tuvo que aguantar, pero al final de cuentas fue ella quien terminó queriéndola más.

Al año se enfermó y murió, así que como quien menos la quería ahora estaba muy triste, todos los hermanos nos dedicamos a buscar otro gatito para ella, no para reemplazarla, sino para disminuirle la pena, y tontamente nos comunicamos con la red PROgato, llenamos una forma según eso para adoptar un gato y la respuesta nunca llegó, lo que nos pareció una mentada de madre, porque nos negaron una mascota y encima quieren que adoptemos. Para que nunca le adopten ni madres a la red PROgato, por jalados de los pelos.

Una noche me llamaron unos amigos, sabiendo que mi familia es animalera y que se nos había muerto nuestra gata, me dijeron que se habían encontrado un gato bien bonito, que se parecía a Garfield y que si lo quería para que me lo llevaran, de inmediato les dije que sí y mis hermanos quedaron encantados con el gato, nos lo quedamos, pero nos costó un poco de trabajo porque le tenía miedo a todo y tiene el hocico como quemado, o partido no sé… pero aún le tiene miedo a los ruidos fuertes, y aunque está medio tonto ahí anda, tuvo la suerte de encontrarse una familia que lo cuidara.

Mientras mi cuñada, cuando llegó de Argentina dijo que quería una mascota, pero que ella no quería un perro bonito. Y sin querer un día se encontraron a una perra flaca y fea en el mercado, ¡pero horrible la perra vaya!, tiene la cola cortada, se ve que de un machetazo, y aún sale chispada cuando le sacan la escoba, porque seguramente le sufrió mucho, es muy juguetona ahora, y muy noble.

Lo que quiero decir con todo esto es que no es necesario pagar fortunas por animales, habiendo tantos callejeros, a los que una familia les puede salvar la vida, cuidarlos, darles cariño y darles un mejor trato que el que se les da en la calle a patadas.

En el refugio de Ana María no sólo hay perros feos, porque los inhumanos no hacen distinción, incluso tiene ella perros finos, y la única condición que pone para que los adopten es que los quieran mucho y los cuiden bien.

No digo que a todos, pero seguramente a la mayoría de la gente le gustan las mascotas, así que por favor no los tiren, y en vez de buscar un perro con pedigree sálvenle la vida a uno de la calle, total que todos son para lo mismo, para hacer compañía y llevar alegría a las casas.

No sean ojetes con los pobres animalitos, que ellos no tienen la culpa. O qué... si alguno de ustedes fuera perro callejero, ¿no les gustaría que una familia los adoptara?

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