¡Huy los Zetas!


Para que no ande hablando sólo de oídas, ya recibí la primera llamada de los dizque Zetas para decirme que si no les entrego 15 mil dólares van a matar a mi familia.

Fue la tarde del jueves, justo al terminar de redactar la columna que titulamos "Una propuesta" que se publicó en este espacio el sábado pasado. En ella dijimos, entre otras cosas, que "La comunidad está asustada, temerosa y llena de angustia se pregunta cuánto más va a durar esta ola creciente de extorsiones, secuestros, amenazas, estafas, robos, asaltos… Entre la gente común ya nadie quiere abrir un negocio, invertir, tratar de ganar dinero, ni siquiera progresar, para qué si todo mundo está expuesto a recibir en cualquier momento la llamada de los Zetas o de algún otro grupo delictivo exigiendo cualquier cantidad de dinero a cambio de no hacerle daño a la familia".

"Nadie está a salvo ya -dijimos- de la delincuencia desatada por tantas bandas criminales que inventan cada día una nueva forma de obtener dinero, sobre todo al dificultarles el gobierno el trasiego de drogas al que se dedicaban originalmente. Cuanto más se combate al narcotráfico más prolifera la delincuencia común, organizada o desorganizada, que asalta, roba, secuestra y extorsiona indiscriminadamente a quien se deje, y la mayoría se deja".

Bueno pues al terminar de escribir eso recibimos la llamada: Gustavo -dijo- habla el licenciado fulano de tal, te voy a pasar al comandante Treviño. Me puso al teléfono a otra persona y ésta se soltó con un rollo interminable (debí colgar de inmediato pero me ganó la curiosidad del periodista por saber qué es lo que dicen para extorsionar a la gente). Que ya me habían investigado, que tenían ubicado mi domicilio y el de mi trabajo, que conocían todos los movimientos de mi familia, que la tenían vigilada, que nos tenían en la mira a todos, que no querían causarle daño a nadie pero que necesitaban una cantidad de dinero a cambio.

- ¿Y como cuánto? le pregunté.

- "Necesitamos -dijo- quince mil dólares".

- Mmm... y de dónde agarro yo quince mil dólares, soy pobre, vivo de mi trabajo, si tuviera yo quince mil dólares ya me habría comprado siquiera una casita del Infonavit.

- "¿Cuánto tienes? -preguntó el comandante-, ya supimos que no eres la persona adinerada que creíamos, que careces de lujos, pero como quiera tienes que cooperar si no quieres que le pase nada a tu familia. Nosotros somos una guerrilla aunque nos dicen que somos Zetas, y tienes qué cooperar, ¿cuánto vale para ti la vida de tu familia?"

- No pues... vale mucho -le dije-, el problema es que no tengo dinero, tendré cuando mucho unos tres mil pesos para terminar la quincena.

- "¿Pero estás dispuesto a cooperar?"

- No pues... sí, si no me queda otra, pero no tengo esa cantidad.

- "Bueno, mira, ya nos vamos entendiendo... pero ponle un poco más, tres mil pesos es muy poco".

- ¿Y de dónde?, sólo que me ponga yo a robar...

- "No no no, no se trata de robar, si de robar se tratara ya andaríamos nosotros robando, pero no somos ladrones, somos sicarios, somos guerrilleros; consigue un préstamo".

- Mmm... ya debo dinero en mi trabajo, quién me va a prestar...

- "Bueno, mira, tienes qué conseguir un poco más, pero sí estás dispuesto a cooperar ¿verdad?, eso es lo importante, espera, no cuelgues, porque si cuelgas entonces ya te llevó la chingada. Mira, para empezar, a partir de este momento tienes que llamarme licenciado".

- Sí licenciado -le dije-, cómo le hacemos licenciado...

"Eso, vamos bien. A ver permíteme..."

Se escuchó a continuación que el de la voz llamó -aparentemente por radio- a otra persona para darle instrucciones: "Retira un poco la vigilancia del domicilio de don Gustavo, ya nos estamos entendiendo, retírense a cien metros de distancia y quedamos en R Cuarenta, R Rojo, cambio y fuera".

- Gracias licenciado -le dije al supuesto comandante Treviño-, usted dígame cómo le hacemos.

- "Mira, primero dame tu número de celular para seguir tratando, para darte instrucciones para la entrega del dinero".

- Mmm... se me cayó el celular al agua en la taza del baño y se chingó, no tengo ahorita...

- "Pues entonces consigue uno a donde llamarte, pide uno prestado por ahí."

- Pero pues a quién, licenciado... no tengo ahorita a nadie a la mano.

- "Pues a la señorita que me contestó hace rato y te pasó la llamada, nomás que te diga su número para comunicarnos contigo..."

- Mmm... pues voy a ver si tiene celular.

- "Pero no cuelgues el aparato que tienes en la mano, queremos escuchar lo que hables con ella, no cuelgues porque si cuelgas ya te llevó la chingada".

- Bueeeno, un momento, déjeme ver...

"¡Gustavo! -se oyó la voz de la otra persona con la que había hablado inicialmente-, no tomes a broma esto, es cosa seria, lo que acuerdes con el comandante Treviño lo tienes qué cumplir, porque de lo contrario tu familia corre peligro. Fue un compañero de tu trabajo el que te traicionó, el que nos dijo que tú podías cooperar, ni se te ocurra colgar porque lo complicas todo..."

- ¡Nooo cómo crees! -le contesté- pierde cuidado, ya voy a ver a la señorita que recibió primero la llamada para ver si tiene un celular y me lo presta, aguanta...

Ya me habían hartado y colgué. Sólo quería escuchar las voces un rato y tratar de observar algunos detalles. El primero me habló con mucha familiaridad, como si me conociera y su acento era el de alguien del centro de la República. El otro, el llamado comandante Treviño era norteño, como de Tamaulipas o Nuevo Léon, hablaba apresuradamente y sin parar, tanto que en algún momento le dije "habla usted muy aprisa licenciado, a veces no le entiendo", y repetía sin cesar las amenazas de lo que me podría pasar a mí o a mi familia si no cooperaba; trataba de no dejarme hablar y me advertía constantemente que no colgara, excepto cuando me preguntaba algo, que además quería que le contestara rápido, "¿ya entendiste?, ¿ya entendiste?, ¿si o no?" Sí licenciado, sí licenciado...

Igualito que el que me llamó una vez para decirme que me había ganado yo un automóvil Jeta y 100 mil pesos en efectivo y que me pedía le depositara 5 mil para los trámites. Pues agárralos de los 100 mil wey -le dije-, descuéntamelos y mándame sólo 95 mil, y de paso vas y ch... a tu m... Así hablan, rápido, tratando de enrollar a su víctima.

Total que colgué. Volvieron a marcar enseguida pero ya nadie les contestó. Ni les contestarán...

Me dicen en el C-4 que tienen reportes de sus similares en todo el país, de que se hacen alrededor de 4 mil llamadas de este tipo cada día, que las mismas proceden de 18 estados de la República y que generalmente hablan de Querétaro, Jalisco, Aguascalientes... y que empiezan pidiendo 15 mil dólares y terminan aceptando 4 mil pesos, pero el problema no es entregarles esa cantidad, si accede la víctima a hacerlo para salir del problema después no se los quita de encima, la siguen jorobando cada mes como si fuera una cuota que va subiendo. De todos los alcaldes veracruzanos que recibieron amenazas de extorsión, sólo cuatro pagaron una cantidad menor a la exigida y ahora tienen ese problema, les siguen llamando para pedirles cada vez más dinero; todos los demás, que no hicieron caso de la exigencia, no han tenido ya ningún problema.

Lo que procede en estos casos es colgar el teléfono inmediatamente y dar aviso a la autoridad. Algunos estados cuentan ya con un sistema tan avanzado para ubicar el origen de la llamada, que en cuestión de horas dan con el número de teléfono desde el que se hizo y dónde está la persona (el extorsionador) al momento de hacer contacto con él. Claro, éste se mueve y no es fácil su aprehensión, pero al saberse descubiertos algunos dejan de estar jodiendo. Ni siquiera son Zetas, son extorsionadores vulgares que aprovechan la psicosis y el temor que existe por las bandas criminales de narcotraficantes, para asustar a quien se deje y sacarle unos cuantos miles de pesos.

Como quiera no pasa nada si no se deja extorsionar usted, si no se llena de miedo, si no entra en pánico y los manda al carajo no pasa nada. No se asuste y cuelgue el teléfono de inmediato. Y no les vuelva a contestar, si llaman a su celular o tiene identificador de llamadas en el teléfono fijo de su casa u oficina, no conteste ninguna llamada de cualquier número que desconozca y repórtelo al 089 que es para la denuncia anónima.

No les tenga miedo. El miedo que usted les demuestre es la principal arma de estos delincuentes, si se asusta usted ya le ganaron. No se deje y mándelos mucho a Chihuahua a un baile... allá sí que está bueno el baile.

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7 Comentarios

  1. jajaajajaaja si que me divertí con esta crónica, está genial.
    FELICIDADES... ah y saludos al "licenciado" jajajajajajajaaja

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  2. Exactamente lo mismo le paso a mi hermana. La llamaron por su nombre y le decían que le iban a secuestrar a la familia. Dicen que son guerrilleros y que no son mala gente que no roban ... que lo necesitan. Lastima que no tenia identificador de llamadas, lo que si hizo es llamar a la policia y de inmediato hablaron con ella y la tranquilizaron.

    Esperemos que caigan algunas ratas de éstas para que no molesten a mas personas.

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  3. ps ta cañon esperemos las acciones del presi entren rapido pq entonces telmex que esta haciendo nomas escuchando la serie de cosas que le dicen a sus clientes hay que armarse de valor y todo mundo cooperar. recuerden nadie es eterno

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  4. wow! pues esto me acaba de pasar no hace muchos dias, le hablaron ami papa(el telefono esta ami nombre) y el se llama igual que yo y pues le aplicaron la misma y pues no, me dijo nada hasta que llamaron por segunda vez y ahi pues llege a pensarque si podria ser cierto.. la verdad no creo mucho en esto, pero si estare muy al tanto con mi familia no valla a pasar algo!

    gracias por la info saludos

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  5. Me acaban de llamar a mi también y la verdad al no saber nada de esto pues uno si se pone nervioso.
    Me dijeron quie me traicionó una mujer de aproximadamente 34 años de edad y quisiera saber si solo se trata de una extorción o si yaa ha habido casos de asesinatos si uno no coopera.

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  6. Hola Serch, al igual que a ti nos acaban de marcar a nuestra casa y pidieron por mi (curiosamente el telefono está a mi nombre) y también una supuesta señora me saco fotos y video de nuestra casa y todos los lugares a los que concurriamos (mercado, tortilleria, panaderia, tienda) ja ja ja por lo que esperemos sea extorsión solamente pero no está de más marcar al 089 y denunciarlos.
    Gustavo qué buena nota!!! Divertdida pero lástima que ésto pase y a tantas personas diariamente!!! Saludos!

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  7. Gabriel Montero Huerta

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