¡Hola! Después de 7 días, estamos nuevamente con ustedes para comentarles que esta semana ha sido una de la semanas más triste que he tenido en Tepatitlán, ya que dejó de existir el día 21 del presente mes al que yo considero y consideré mi mejor amigo, el señor Gustavo Moreno y García, con el buen Gus tuve unas amistad de aproximadamente 20 años, una amistad como hermano o mejor que de hermano, siempre fuimos afines en muchas cosas, nos gustaba ir al cine a Guadalajara, comer en un buen restaurant e incluso recorrimos en todo estos tiempos los mejores restaurantes de Guadalajara, siempre con la finalidad de ver cual era el mejor, sin embargo, siempre tuvimos como favorito "La Estancia Gaucha" normalmente los fines de semanas íbamos al futbol, no importaba el equipo que jugara, aunque nuestro equipo favorito siempre fueron y serán para siempre Las Águilas del América; a los aguiluchos lo fuimos a ver varias veces a la ciudad de México, a Morelia, la Piedad y no se diga Guadalajara, siempre juntos apoyando a nuestro equipo, y la verdad es que siempre eran salidas sanas, simplemente nos gustaba dejar por un rato la monotonía, en algunas ocasiones y dejar el estrés del trabajo, con otros amigos recorrimos otros lugares, ya que siempre decía mi amigo que la vida hay que gozarla, vivirla, pues nunca se sabe cuando te habla el Señor, aún recuerdo el día que fuimos a Michoacán en donde visitamos Los Azufres, Laguna Larga y Morelia, para mi amigo no había cansancio, siempre fue una persona positiva, jamás decía “no” cuando se tenía que ir a un lugar a comer e incluso en los desayunos del miércoles en donde cada semana nos reunimos aproximadamente 12 amigos, solamente que no estuviera en la ciudad, faltaba y por cierto, este miércoles 21 falló a su cita, y la perdió, porque ese día tuvo otra cita, tal vez la más importante que tiene cualquier ser humano, con el Creador; no puedo mentir, Gus me hará falta, a Gus lo voy a extrañar siempre y es posible que cada vez que su recuerdo llegue a mi, posiblemente las lágrimas me traicionen y recorran esas gotas saladas mi faz, pero si al recordarlo lloro, no me dará vergüenza, porque al fin y al cabo, cuando uno quiere a un amigo y cuando ese amigo se adelanta porque así es la vida, llorar por él, es como un pequeño homenaje a un hombre que en vida, siempre supo aquilatar la amistad de amigo, podría escribir muchas cosas y todas ellas positivas del güero y su familia lo sabe, Doña Sara, Sarita, Gustavo, Laura y la peque María José, ellos mejor que nadie, saben el aprecio y el cariño que tuve por su padre, mi buen Gus, no te digo adiós, sino hasta pronto y que Dios Nuestro señor te bendiga en donde estés… Y ahí le paro, no deseo escribir más, no deseo seguir escribiendo hoy, me siento triste y cansado porque aún siento en mi alma el adiós de Gustavo, es más, no quiero al final las palabras de siempre, solo quiero escribir cuatro palabras más ¡Descansa en paz amigo!

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