Correspondencia de 7 días

A la redacción llegó esta misiva escrita por Jesús Ángel Rodríguez Arzola, estudiante universitario cuyo correo electrónico es o0phalanx0o@hotmail.com

Pagan justos por pecadores

Actualmente en México nos encontramos con un caso muy particular, el caso de Jacinta Francisco Marcial, de origen indígena, que actualmente se encuentra purgando una condena de 21 años por un supuesto secuestro a 6 agentes de la AFI en Querétaro. Desafortunadamente para ella la prueba contundente que dicto su sentencia fue una ilustración en un periódico local queretano donde su rostro aparecía en el fondo. Es así que nuestro modelo de justicia “opera” y resuelve casos increíbles con pruebas “tajantes” contra los acusados “adecuados” para cada “caso”, como en este en particular…

Básicamente aquí nos encontramos con una paradoja de convivencia entre las etnias indígenas que buscan un mejor futuro migrando a ciudades, mientras que nuestra justicia buscar señalar chivos expiatorios para, mediante el desconocimiento del público en general, encubrir a los verdaderos culpables de los crímenes que aquejan a la sociedad… A tal grado de que a estas alturas del juego encontramos en las noticias que desmantelaron tantas de bandas de secuestradores, que atraparon a tantos vendedores de drogas, y demás cosas que, finalmente, solo sirven como impactos mediáticos para hacerle creer a la gente que nuestra justicia realmente funciona de forma adecuada, cuando al final del día las personas que terminan en la cárcel posiblemente fueron aquellas que básicamente buscaban ganarse el día a día ejerciendo un oficio cualquiera (como Jacinta que vendía aguas frescas), y me deja a mi con la incertidumbre de pensar que el día de mañana, de buenas a primeras, quizá nuestra justicia se encargue de “ajusticiarme” y encarcelarme por un crimen que no cometí… como le paso a ella y como le ha pasado a mucha gente y no lo sabemos por que pensamos que realmente la justicia opera con la responsabilidad que a su vez sabemos que carece…

Y es que al final, la verdad es que nuestras autoridades confían en el hecho de que nosotros como sociedad realmente no le tomamos importancia a este tipo de violaciones, de verdad piensan que no podemos ver mas allá de lo que los medios de comunicación nos otorgan y ya es hora de hacerles saber que no es así, y también es hora de comentarles que las decisiones que tomen hoy, hablaran de todos nosotros en el futuro... que ya es hora de que los que deberían de temerles les teman, no la gente como nosotros.