Al señor de la misericordia

Por el padre Miguel Ángel
padre.miguel.angel@hotmail.com


Cada año, por estos días, antes de que el Señor de la Misericordia salga a recorrer las calles y templos de Tepa, en su Santuario se escuchan importantes reflexiones durante su novena.

Aquí escribo algunas:

Los niños son humildes, desinteresados, sinceros, agradecidos, generosos, compasivos y amantes de todo lo bueno, por eso son naturalmente muy amables. Y si, quitado el ropaje del cuerpo, pudiéramos ahora contemplar la hermosura de su alma, juzgo que experimentáramos tal gozo y alegría que haría desfallecer nuestro corazón.

A estos dulces sentimientos que causa en nosotros la vista de un niño, mézclanse otros de orden muy diverso en el interior del hombre recto y piadoso.

¿Qué será de ese niño a la vuelta de algunos años? ¿Qué será de esta inocente alma que, como débil barquilla, va a ser arrojada en el tempestuoso mar del mundo, cuando se veía envuelta en la impetuosa corriente de los pecados y los vicios reinantes? ¡Quizá la frescura de esta fragante rosa será abrazada por el ardor de pasiones brutales! ¿Cómo esta inteligencia, ahora tan clara, podrá escapar de las tinieblas de tantos errores? ¿Será posible se conserve intacta esa inocencia en medio de tanta corrupción y malos ejemplos? Esa paz y esa alegría ¿No vendrán a ser sustituidas por la punzante espina del remordimiento, fruto del pecado?...

De todas las miserias que al hombre afectan sobre la tierra, ninguna es comparable con la desgracia llamada “PECADO”. Porque el pecado, sobre todo el pecado mortal, es la mayor de las desgracias y el único verdadero mal que el hombre debe temer…

¿Cómo, pues, este Señor podría carecer de esta misericordia con los agonizantes? Y así, conmovido de compasión, estando aún clavado en la cruz, dijo al Buen Ladrón “Hoy estarás conmigo en el Paraíso” El mismo quiere acompañar a sus hermanos moribundos en el camino de la eternidad, viniendo a sus corazones en Santo Viático; y para fortalecerlos contra los asaltos de los enemigos, les ha dejado otro poderosísimo auxilio, el sacramento de la unción de los enfermos, y todavía más. Él ha inspirado a su Iglesia preces y oraciones las más aptas para infundir paz, consuelo y aliento al alma moribunda. ¡Bendito seas, Jesús mío que así haces brillar tu misericordia desde el principio hasta el fin de toda nuestra vida!

Sepamos también nosotros compadecemos de los agonizantes, pero no con una vana y estéril compasión; no solamente hagamos oración por ellos y prestémosles todos los auxilios y cuidados temporales de que tengan necesidad; sino, sobre todo, procuremos que oportunamente reciban con fervor los últimos sacramentos, con los demás socorros de nuestra santa religión y no vayamos a ser jamás del número de aquellos que cegados y engañados de una falsa y cruel compasión, los privan de estos medios necesarios de salvación, “dizque” para no asustar y entristecer el alma del enfermo ¡como si los sacramentos fueran instrumentos de muerte y no de vida! Hagámoslo así y alcanzaremos también nosotros tener propicio a nuestro Señor en aquel último y tremendo momento de nuestra vida, del cual depende toda eterna salvación.

También se entona todos los días del novenario el himno dedicado en su honor.

Himno al señor de la misericordia

Elevemos el canto sagrado
Desde el suelo de Tepatitlán,
A Jesús nuestro Dios Humanado
En su Imagen, de amor gran señal.


En la vasta Región de los Altos,
Jesucristo su trono eligió;
Bendiciendo sus fértiles campos,
En las almas su fuego encendió.


Fue esta tierra por Dios preparada
Por designio de amor paternal;
En un árbol bendito fue hallado
El Tesoro de Tepatitlán.


En la hermosa Región de los Altos,
Nace un Sol que nos viene a alumbrar,
Jesucristo que, abiertos los brazos;
En encino se hizo labrar.


Y su Sangre por nos derramada
Esta tierra empapada quedó;
Nuestra deuda por culpa heredera
A Dios Padre, amoroso pagó.


Con el alma de amor abrazada
A su Madre María nos la dio;
Y en cambio la tierna mirada,
Con su Hijo muriendo cruzó.


Si el Sol con sus rayos calienta
A la tierra mandando su luz;
Cristo Rey,sus vasallos alienta,
Su Bandera nos muestra en la Cruz.

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4 Comentarios

  1. BUEN DIA! ME GUSTARIA SABER SI EXISTE UNA FUENTE, EN LA CUAL PUEDA ESCUCHAR EL HIMNO AL SR. DE LA MISERICORDIA... GRACIAS

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  2. POR FAVOR NECESITO OBTENER : LOS SIETE LUNES AL SEÑOR DE LA MISERICORDIA

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  3. QUE ES ESO? EXPLICAME Y YO TE AYUDO

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  4. SI ME EXPLICAS EN QUE CONSISTE YO TE AYUDO

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