Agua que no has de beber... la del Jihuite

+ Se sospecha de una granja porcina que
arroja excremento a afluente del Jihuite

+ Astepa dice que se potabiliza, aunque
en un futuro sería más barato otra fuente

Por Alejandro González Ontiveros.- Admite ASTEPA que el agua de la presa del Jihuite está contaminada con diferentes elementos, entre ellos materia fecal de cerdos provenientes de una granja, según declaró el titular de este organismo descentralizado, Enrique Navarro de la Mora.

El funcionario manifestó que el agua del vaso lacustre podría contener, aparte de cerdazas, pesticidas utilizados en las siembras aledañas y vinazas procedentes de plantas de miel de agave cercanas a la zona. Para determinar con exactitud se contrató un laboratorio certificado al que se le enviaron las muestras recogidas. También se han sostenido reuniones con Protección Civil y la Secretaría de Salud para determinar el impacto de esta infición en el entorno.

Con esto y estudios propios de ASTEPA se espera reunir la mayor cantidad de elementos para denunciar ante la Comisión Nacional del Agua, que es la que permite y regula a las empresas las descargas de aguas y podría sancionar a quien resulte responsable.

Sin embargo Navarro de la Mora, aunque no lo dijo abiertamente, dejó entrever que es una granja porcícola la causante de la contaminación del embalse que surte de agua a los tepatitlenses, ya que agregó que los responsables de esa empresa serían citados en el ayuntamiento para aclarar el tema de sus descargas a un arroyo que es afluente de la presa.

Además dijo que Conagua autorizó a dicha granja a verter sus descargas al arroyo alimentador, pero bajo una cierta norma que evidentemente fue violada y las consecuencias fue la contaminación del vaso lacustre con heces fecales de cerdos y otros elementos.

Por otra parte, el ayuntamiento estudia la posibilidad de sancionar esta granja a través de la Dirección de Ecología, ya que Agua Potable no está facultada para esto.

Enrique Navarro espera que, más que multar a la empresa, se arregle de raíz esta empresa, obligándola a ya no ensuciar el agua o de plano clausurarla, pues una sanción económica podría ser contraproducente en el sentido de que los propietarios de la granja se sentirían con derecho de ensuciar el agua que es consumida por una gran cantidad de tepatitlenses, sabedores de que eventualmente sólo deberán aportar dinero para eludir el asunto.

Y mientras, ¿tomar agua sucia?

Navarro no esquiva el tema y admite que el agua está saliendo contaminada de la presa del Jihuite, que tiene una calidad no deseada pero que hasta el momento todavía es potabilizable en su totalidad, pues su contenido de agentes infecciosos y tóxicos, que se miden en partes por millón, todavía permite la purificación mediante la aplicación de reactivos y otros sistemas mecánicos que se ejercen en la planta potabilizadora.

ASTEPA todavía está dando agua potable a la población a pesar de todo, pero la situación es grave pues el grado de contaminación hace que haya que desembolsar una mayor cantidad de recursos para limpiar el líquido y dejarlo apto para consumo humano. Llegaría el punto en que el agua esté tan sucia que ya no reditúe limpiarla, pero afortunadamente, según el funcionario, este problema se descubrió a tiempo.

Prefieren presa a pozos

Enrique agregó que si bien se tiene el agua de pozos, es preferible usar el agua de la presa o cualquier otra fuente de agua superficial, pues el líquido de los pozos es más difícil de renovar, por no decir que prácticamente imposible, pues los mantos freáticos cuando se agotan por completo rara vez llegan a recuperarse.

En cambio los ríos y presas con los debidos cuidados son una fuente renovable. En opinión del titular de Agua Potable, los pozos deberían guardarse para las generaciones futuras, que crezca la población y ya no alcance el agua de ríos y presas.

Acueducto lejano

A pesar de que no se ve nada tangible en relación al acueducto que traería agua de la presa de El Salto en Valle de Guadalupe, Enrique Navarro señala que el proyecto sigue adelante y se han hecho más que nada estudios y gestiones para en un futuro no determinado comenzar con la construcción de esta obra hidráulica.

Según Navarro, en días pasados se hicieron estudios de caracterización para determinar la potabilidad del agua de El Salto; con esto determinarán qué clase de planta se necesita para purificar el líquido proveniente del Valle y dejarla apta para consumo humano.

También ya se tiene contemplado un predio para la construcción de dicha planta y en estos días se platicará con el propietario del terreno para llegar a un acuerdo y hacerle la adquisición.
Hay una partida de 20 millones de pesos que estará disponible en enero, para aplicarlos en lo que se necesite con relación al acueducto.

Dice Enrique Navarro de la Mora que este tema de traer agua de El Salto ha sido todo un viacrucis desde 1995, año que por primera vez se habló de este proyecto, y aunque pareciera que no camina este asunto en realidad sí lo hace pero se desconoce la fecha exacta en que Tepatitlán tendrá agua procedente de su vecina Valle de Guadalupe.