Ruptura en el PRI

Se calentó asamblea

+ Salen peleados los equipos de
Cecilia González y Oscar Navarro

+ Pedían renuncia del dirigente, no lo
consiguieron y tardará el veredicto

Por Alejandro González Ontiveros.- La guerra ya está declarada y el primer round fue ganado por el presidente del PRI, Oscar Navarro, quien sufrió, se puso nervioso y sudó pero salió airoso ante las acusaciones de sus compañeros de partido en la pasada asamblea del partido celebrada el jueves por la noche. La confrontación dejó también ver los rencores que hay entre ciertos miembros del partido y signos prematuros de desunión en el partido tras el triunfo de Cecilia González, quien por cierto no asistió a la cita o por lo menos no entró a la sede del partido.
Desde hace días se escuchaba que varios priístas estaban cansados de su presidente Oscar Navarro, cansancio que según ellos viene desde antes de la campaña de Cecilia González y que una y otra vez tuvieron que aguantarse los desplantes del dirigente partidista en Tepatitlán.

Pero la gota que derramó el vaso, según los tricolores, entre ellos gente del equipo de la futura alcaldesa, es que Óscar Navarro estaba organizado un foro para conformar un plan integral de desarrollo municipal, atributos que según los quejosos no le pertenecían al presidente del partido sino al nuevo equipo de gobierno municipal.

Fue por eso que en la reciente asamblea, tras desahogar el orden del día, en los puntos varios el priísta Iván Navarro Cornejo tomó la palabra y con algo de molestia le pidió la renuncia al presidente Oscar Navarro, diciéndole que por dignidad debía dejar el cargo debido a los errores e imposiciones que ha cometido y que no permiten una verdadera unión del PRI en Tepatitlán.

Enseguida aparecieron varias pancartas exigiendo la renuncia del presidente, también le echaban en cara que haya metido por la fuerza a su hijo en la lista de regidores. Otras acusaciones que salieron al aire fue que Oscar es autoritario y poco incluyente con los miembros de su partido; hasta por ahí uno de los quejosos dijo que Oscar va a ser denunciado penalmente por agresiones físicas a un militante priísta por haber éste juntado firmas para exigir la renuncia del presidente.

Alguien por ahí señaló que no había equidad pues sólo se mencionaban los errores y atropellos de Oscar Navarro mas no los de Cecilia González, pero no faltó quien defendiera a la alcaldesa revirando con que mencionaran los fallos que había tenido la pollita.

Varios tomaron la palabra, la mayoría pronunciándose porque Oscar renuncie, hablando con voz fuerte y severa; otros, los menos, apelaban por una unión del partido y porque se resolviera el asunto de la destitución por medios más pacíficos e institucionalmente.

Curiosamente no se encontraba la presidenta municipal electa Cecilia González, aunque se pudo observar a la entrada del salón de reuniones a gente de su equipo, como su hijo Alfonso Gutiérrez o el coordinador de campaña Gustavo Gutiérrez, quienes desde fuera observaban las discusiones y se desaparecieron antes de que finalizara la asamblea.

Tampoco se encontraban los regidores propietarios electos, sólo se observó a Gerardo Pérez a quien una regidora suplente que sí asistió le recriminó que nunca haya hecho campaña y ahora se jacte de que él sí trabajó durante su periodo como presidente del partido.

Sin embargo el asunto no marchó como hubieran querido los quejosos, quienes afirmaban ser mayoría los que quieren que Oscar ya no siga al frente. El presidente por momentos se puso nervioso ante las acusaciones de sus miembros pero entraron al quite priístas venidos de Acatic y Guadalajara que trataron de convencer a los exaltados que aunque quisieran no podrían destituir a Oscar, pues eso sólo lo puede decidir el Comité Estatal.

Lo único que pudieron lograr los que piden la cabeza de Navarro Gutiérrez es que se conforme, por sugerencia del recién nombrado delegado partidista Armando Ortiz Ramírez, un comité de honor y justicia, que se encargará de recabar todas las acusaciones, pruebas y otros elementos que se consideren pertinentes, para llevarlos al comité estatal y éste decida si es necesario destituir al presidente del PRI en Tepa.

Esto desanimó a la mayoría que optó por retirarse de la asamblea sin esperar a que se diera formalmente por terminada. Los que se quedaron nomás vieron a quiénes nombraron como integrantes del comité de honor y justicia.
El cohete ya tronó. Si algo unió en todo este tiempo a los priístas fue la ilusión de ganar las elecciones, pero ahora cada quien pintó su raya, y aunque la posibilidad de quitar a Oscar Navarro no se ha cerrado, lo cierto es que no sucedió en estos días ni de la manera como hubieran querido varios.