Semanario 7 días

Cuento de nunca acabar…

Ya no quisiera escribir más de este tema, pero el tema de la transición en Tepatitlán está más que caliente y el que esto escribe, sin tener vela en el entierro pero al fin al cabo encargado de un medio de comunicación, no deja de enterarse de los piques que hay entre priístas y panistas y ya nos abordan unos o los otros para desmentir lo que dicen los contrarios y hasta reclamos a 7 días hay por lo mismo.

La armonía política del municipio se rompió con el pasado triunfo de Cecilia, pues en los últimos quince años los panistas desde antes de las elecciones ya sentían seguro el triunfo y se dedicaban más bien a planear la futura administración. Por su parte los priístas pensaban en cada comicio dar la sorpresa y quitar a los azules de la alcaldía, pero no lo lograban y aceptaban tranquilos el resultado, y a esperar el 1 de enero de cada tres años para fungir como oposición.

Pero ahora el microuniverso tepatitlense cambió de punto de equilibrio. Los del PRI están trabajando para recibir el ayuntamiento, con algunas acciones cuestionables y que fue por lo que tanto se criticó a los panistas, como el acomodamiento de los cuates en la futura nómina municipal, pero bueno…

Pero los panistas tomaron mal la derrota, no todos pero sí muchos. Es por esto que cualquier comentario, toma de decisión, anuncio, etcétera, es visto con recelo por tricolores o blanquiazules.

Que si el sindicato, que si la deuda, que si esto o lo otro; ahora hasta la instalación de un casino tomó tintes políticos y ha inspirado las más bajas calumnias, difamaciones y hasta ha sacado los trapos sucios de más de uno, políticos todos, claros.

Regidores de ambos partidos, por separado, han dado a este semanario sus puntos de vista sobre estos asuntos. Han sido opiniones muy valiosas que a este servidor han ayudado a entender mejor el fondo de estos temas.

En lo personal, estoy de acuerdo con la deuda que se aprobó de hasta 27 millones de pesos pero de la que ahora se ha hablado que siempre no se adquiriría, ni siquiera una parte.

Estoy de acuerdo, porque no hay dinero y sin dinero no se puede hacer gran cosa ¿y qué hace la gente cuando necesita forzosamente gastar en algo y no tiene?, pide prestado. Lo que no me parece es que la administración no haga ni un esfuerzo por ahorrar, no quiere economizar en insumos, no quiere despedir eventuales que no son necesarios. Una empresa al no tener dinero ni ventas, lo primero que hace es deshacerse de sus empleados prescindibles y ahorrar en cosas como gasolina, luz, papelería, etcétera. ¿Por qué no hace lo mismo el ayuntamiento? No es éste una hermana de la caridad para mantener gente que no se necesita, gente mantenida con el dinero de todos.

Pero sí me gustaría que hubiera un préstamo para obras importantes para la ciudad; además, casi todos las administraciones se han endeudado, la cosa es hacerlo con una cantidad realmente pagable, que casi siempre la salda el siguiente alcalde, y que el recurso vaya a obras de verdad necesarias, no como esa fuente cochina e inservible ubicada en la plaza Morelos.

Ahora que si no hay deuda, muchos dirán que fue lo mejor, el ayuntamiento tendrá un buen pretexto para justificar que no se haya hecho nada relevante en el último semestre del trienio y Tepa se rezagará más en infraestructura y servicios.

Del sindicato, para nada de acuerdo.

Nacieron con un fin noble, el de defender a los trabajadores de los patrones ante injusticias como inhumanas jornadas de trabajo, nulas prestaciones, entre otros atropellos, pero con el tiempo se fueron convirtiendo en grupos de poder y presión.

Ahora cualquier sindicato se da el lujo de voltear y paralizar una empresa o una nación entera con tal de exigir privilegios irrisorios. En pocas palabras, los sindicalizados pasaron de sufrir injusticias a cometerlas ellos mismos, logrando nada más la ineficiencia en cientos de empresas privadas y públicas. Han sido los sindicatos en gran medida culpables de que PEMEX sea un barril sin fondo improductivo y deficitario, que el Seguro Social gaste gran parte de sus recursos en tener contentos a sus trabajadores en vez de dar salud y bienestar, que algunos maestros y su lideresa, no estén a la altura de lo que la educación escolar requiere.

¿Para qué un sindicato en el ayuntamiento de Tepatitlán? Para empezar, sería la venganza panista contra Cecilia y una forma de recordarle que no se deshará tan fácilmente de sus caciques. Aunque la doña comenzó cometiendo el pecado de haber aceptado la ayuda de los Yunques y así desatar la ira del PAN tradicional.

Después el sindicato de trabajadores municipales serviría como agencia de colocaciones, privilegiando a familiares de empleados del ayuntamiento. Los sindicalizados, azuzados por sus líderes, exigirían un injusto aumento de sueldo, mismo que el ayuntamiento se vería obligado a cubrir quitando recursos de otros lados o endeudándose.

Probablemente el sindicato obligaría a que regresara la “semana inglesa” al ayuntamiento y que las jornadas laborales se redujeran a trabajar unas cinco horas por la mañana solamente. Se agregarían más días de asueto de forma ridícula. Se exigirían ilegítimas prestaciones como elevadas primas vacacionales o pensiones, becas y otros beneficios para hijos y cónyuges de empleados, jugosos descuentos o exenciones de pagos, como predial, consumo de agua potable, licencias municipales, multas de tránsito…

Ya mejor no le seguimos porque a lo mejor nomás damos ideas a los organizadores del mentado sindicato.

Nadie quiere un sindicato en el ayuntamiento, es más, es sólo un grupito de panistas el que lo promueve y el alcalde Miguel Franco ha hecho bien en desmarcarse de este asunto, aunque quizá podría hacer un poco más para evitar la formación de esta organización.

El otro tema que tiene enfrentados a panistas y priístas es lo del casino, pero esto es un asunto privado que los malpensados se encargaron de enredar. Ahí que lo arreglen los que desordenaron.

Oído en un café

Que Armando Ortíz e Isaac González ya están dentro de la lista de súper directores de la próxima administración municipal y que en unos días más se hará oficial el anuncio así como los puestos que ocuparán.

Armando e Isaac nunca se despegaron de la Pollita y era lógico que fueran tomados en cuenta para el siguiente trienio. Lo curioso es que estos dos y de forma especial Armando, son loe encargados de mediar entre el presidente del PRI Oscar Navarro y la futura alcaldesa, así que ahora serán juez y parte en este conflicto y así se pone en duda de que deveras los priístas de Tepa tengan ganas de arreglar sus conflictos.

El que nomás está esperando que llegue enero para llegar al Museo de la Ciudad es Miguel Ángel Casillas, en sustitución de Paco Gallegos, entre quienes no hay buena relación. El ex periodista, según se dice, ya fue notificado de buena fuente que estará al frente de este inmueble ubicado a un costado del Santuario y que tiempo atrás fuera una escuela primaria.