La universidad, garantía de libertad y desarrollo

Por Rafael Becerra González
(rafaelbecer@hotmail.com)


Sobre el encuentro de Pastoral Universitaria en Oporto, Portugal.

“La universidad es un lugar vital para la sociedad, garantía de libertad y de desarrollo de los pueblos”. Recordó el Papa Benedicto XVI el pasado miércoles 30 de septiembre en su audiencia general de los miércoles. Y es porque el martes 29 estaba terminando el Encuentro Europeo de los Delegados Nacionales y de los obispos de Pastoral Universitaria, que fue realizado en Oporto, Portugal del 25 al 27 de septiembre. Cuyo tema central fue precisamente “La figura del Laico en la pastoral universitaria”.

Durante este Encuentro en el que participaron innumerables expertos sobre todo de Gran Bretaña, España, Alemania y Polonia algunas de las participaciones más contundentes fueron las de Monseñor Lorenzo Leuzzi y la Enrico Dal Covolo, profesor de la Pontificia Universidad Salesiana, el primero porque recordó que la universidad “no es un lugar de conquista cultural y política, sino un lugar donde se proyecta el futuro del hombre”, dijo además que hoy existen demasiados prejuicios anticulturales relacionados con el alejamiento entre la Iglesia y la Universidad . Sin embargo-dijo- “Se debe dar en las aulas universitarias el amor sin condiciones del Resucitado, para la construcción de la Sociedad”.

En segundo lugar también sobresalió la participación de Enrico Dal Covolo, quien dijo que “Frente a las imponentes dinámicas del mundo globalizado es necesario buscar juntos itinerarios específicos y dirigidos, capacitando para formar universitarios católicos… como nuevos discípulos de Emaús”

El encuentro que resalta la especial tarea de los laicos dentro de las pastorales universitarias y cuya próxima edición tendrá lugar en Munich, Alemania en 2011, nos debe recordar como la universidad es un “Fruto Maduro” del catolicismo, y tambíen es el lugar por excelencia donde se busca la “Verdad”. Aunque hoy pareciera que muchos católicos universitarios hemos olvidado nuestra innegable misión de “transmitir el mensaje de Jesús”, también en la universidad. Para ello es necesario poner de relieve la funcion de las instituciones, los académicos y los estudiantes.
Las instituciones que deben ser el medio que facilite el auténtico desarrollo del conocimiento y de la ciencia con políticas integradoras que respeten los valores, las tradiciones, las costumbres y en general la cultura del lugar en que están establecidas. Los Académicos entendidos como aquellos “Auténticos Formadores” cuya tarea es insustituible, ya que en ellos se encuentra el verdadero potencial de las universidades en sus “Auténticos Formadores”, los que tienen la misión de exhortar, enseñar, formar, acompañar y dar ejemplo a cada uno de sus pupilos, no entendidos como meros números o como simples “receptores de información”, sino como “Personas”, que acuden a este espacio a encontrar; a través de los conocimientos y la razón, producto de la técnica, la ciencia y la investigación, la verdad, ellos; los “Estudiantes” quienes deben poner su esfuerzo, espíritu, disciplina y testimonio además su propio carisma y creatividad, para hacer de la universidad un verdadero “motor” para el desarrollo de los pueblos.

Benedicto XVI en su reciente enciclica “Caritas in Veritatis” ha puesto especial atención en exhortar al “Verdadero Desarrollo de los Pueblos”, por ello quiero invitarte esta semana para que juntos fortalezcamos el ser, quehacer y misión de la Universidad a través de la Institución, los formadores y los estudiantes, ya que sólo la fusión de estos tres sectores, puden hacer que la Fe y la Razón se unan y guien al ser humano a encontrar la belleza, la justicia y la verdad y por tanto lo lleven hasta su auténtica libertad.

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