El gran enemigo de “El Chapo”

Arturo Beltrán Leyva nació en la cuna de varios capos del narcotráfico: Badiraguato, Sinaloa. Y murió como vivió: inmerso en la violencia.

Ex aliado de Joaquín El Chapo Guzmán Loera y de Ismael El Mayo Zambada, conformó un cártel luego de la captura de su hermano Alfredo El Mochomo Beltrán Leyva, en Culiacán en enero de 2008. En el mundo del crimen organizado integró uno de los grupos de sicarios más violentos, encabezado por Édgar Valdez Villarreal, La Barbie.

Arturo Beltrán Leyva, a quien sus sobrenombres lo definían: La Muerte, El Barbas, El Jefe de Jefes o El Botas Blancas aparecía en las listas de los narcotraficantes más buscados en el mundo, por su poder e influencia que abarcaban desde Colombia hasta EU.

Durante su carrera criminal lo mismo compró a funcionarios asignados a capturarlo, que ejecutó a varios de los que se interpusieron en sus operaciones.

Logró sobornar desde militares hasta los principales jefes antidrogas de la PGR y de la SSP, incluido, presuntamente, el ex subprocurador Noé Ramírez Mandujano.

A él se le atribuyó también el asesinato, dentro de su domicilio, de otro de los principales jefes policiacos de la SSP, Édgar Millán Gómez.

Tras su rompimiento con El Chapo, el año pasado, fuentes de inteligencia señalaron que Beltrán Leyva formó una alianza con el brazo armado del cártel del Golfo, Los Zetas, para disputar el control del trasiego de drogas a La Federación, integrada por Guzmán Loera e Ismael Zambada, lo que originó una escalada de violencia en varias entidades.

En los últimos dos meses desató una cacería de rivales que se caracterizó por una crueldad extrema; al menos se registró una docena de casos de personas decapitadas y desmembradas con leyendas intimidatorias firmadas por El jefe de jefes.

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