En el Portal del Campo de esta edición escribí sobre la producción de la yerba mate en mi país. Pero retomo el tema en esta sección para contarles lo que significa el mate para los argentinos.
Pero hay un pequeño problema, soy argentina y nunca he probado el mate; bueno, lo intenté pero no pude.
Cuando yo tenía cuatro años, era un día domingo y mis papás no trabajaban, estaban en la cama haciendo “fiaca” y tomaban mate mientras veían carreras de F1 por la televisión, cuando la Fórmula 1 tenía mucha importancia en el país.
Mi hermana era chiquita, bebé, y yo aprovechaba para acostarme en medio de mis papás. Mientras ellos tomaban mate, mi papá quiso convidarme o enseñarme a tomarlo pero resulta que el agua estaba muy caliente y como la bombilla es de metal, me quemé la boca.
¡Suficiente! Nunca más pude tomarlo en forma cebada. Fue como dicen en México, “cuando uno se quema con leche hasta al jocoque le sopla”, algo parecido.
Por suerte existe Internet y gente que le gusta muchísimo tomar mate y relatar sus experiencias. Y se los paso porque al leerlo se me venía a la mente mi hermana que es una fanática de esta infusión.
Lo que hace falta para un tomar un buen mate
El mate: Lo primero que hay que definir es el tipo de mate que se usará como recipiente, según dicen los que saben, el mejor es el que está hecho con una calabaza seca, pues adquiere los sabores propios de la yerba.
La yerba mate: Se venden distintos tipos de yerba: con palo y sin palo, saborizadas o no y de distintas marcas, las hay en paquetes de 1/2 y 1 kilo en supermercados, almacenes y kioscos.
El agua: Este último ingrediente, el agua, se considera "a punto" unos grados anteriores a la ebullición. Si el agua hierve, el mate no sirve, porque se quema la yerba (además de por supuesto nuestras bocas).
Pava/termo: La pava es un recipiente metálico, con un asa por encima del orificio de llenado de agua y un pico vertedor, preparado especialmente para ser inclinado sobre el mate y poderlo cebar correctamente.
Con el objetivo de que el agua dure más tiempo caliente se la puede traspasar a un recipiente térmico o "termo", con lo cual nos aseguramos que la temperatura del agua va a estar en su punto justo de principio a fin.
La bombilla: Su función es la de sorber el agua desde el mate. La mayor parte de ellas están confeccionadas en metal, aunque también puede ser de caña, no es lo más común. Las más comunes son de aluminio, pudiendo ser también de plata o alpaca, simples o con incrustaciones de otros metales nobles. Respecto a su forma las hay rectas o con formas curvas de distintos diseños, y mide aproximadamente 20cm. El lado inferior es una especie de “media esfera” hueca con pequeños agujeros para que filtre el agua; la superior es como un sorbete achatado.
Un buen cebador: Cualquier persona puede servir o hacer un mate pero no es fácil encontrar buenos cebadores de mate.
Cebar no es simplemente servir o verter agua caliente al mate sino mantener el mate en condiciones agradables para ser tomado.
Ese trabajo, en la época de la colonia, estaba reservado para sirvientes especializados: las cebadoras de mate.
En la actualidad, entre los gauchos y arrieros o entre un grupo de amigos, sea en un taller mecánico, una oficina o un banco, siempre hay alguien que se especializa en hacerlo.
Preparación y cebado del Mate
• Poner agua a calentar y retirarla antes de que entre en ebullición (en lo posible, ponerla en un termo para que no pierda la temperatura).
• Llenar 3/4 parte del mate con yerba.
• Tapar el mate con la mano, darlo vuelta, golpear suavemente la base - para que el polvillo de la yerba quede en la superficie.
• Inclinar el mate unos 45 grados, e introducir la bombilla hasta el final.
• Si se desea tomarlo dulce, introducir una cucharadita de azúcar dejándola caer sobre el extremo de la bombilla.
• Luego verter el agua suavemente hasta que alcance el borde del mate (después de unos segundos, el agua será absorbida por la yerba y bajará su nivel).
• Volvemos a verter más agua hasta que llegue nuevamente al tope.
• Tomar el primer mate, volver a cebar y convidar al invitado si lo hay.
¡Gracias!: Es la palabra indicadora de que se ha satisfecho el deseo de tomar mate, pero al mismo tiempo refleja el reconocimiento del matero hacia el cebador por eso nunca debe decirse simplemente "no quiero más".
Una de las cosas que no hay que hacer es tardarse mucho en tomar el mate, como diría mi hermana: “Dejá de charlar con el mate y pasalo”.
Tampoco hay que revolverlo con la bombilla y hay que tratar de no saltearse una persona en la ronda, algunos cuando les sirven un mate sin ser su turno, le besan la base del mate, “el culo”, para tener suerte y lo pasan a quien le correspondía.
Alguien en la web escribió lo siguiente:
Es más bien una costumbre, como rascarse. El mate es exactamente lo contrario que la televisión, te hace conversar si estás con alguien, y te hace pensar cuando estás solo.
Cuando llega alguien a tu casa la primera frase es hola y la segunda ¿unos mates? Esto pasa en todas las casas. En la de los ricos y en la de los pobres. Pasa entre mujeres charlatanas y chismosas, y pasa entre hombres serios o inmaduros.
Es lo único que comparten los padres y los hijos sin discutir ni echarse nada en cara.
Peronistas y radicales ceban mate sin preguntar.
Es lo único en lo que nos parecemos las víctimas y los verdugos, los buenos y los hijos de puta.
Cuando tenés un hijo, le empezás a dar mate cuando lo pide, se lo das tibiecito, con mucha azúcar, y se sienten grandes.
La yerba es lo único que hay siempre, en todas las casas. Siempre. Con inflación, con hambre, con militares, con democracia, con cualquiera de nuestras pestes y maldiciones eternas.
Y si un día no hay yerba, si tu vecino tiene te la de de onda, o le pedís y está todo bien.
La yerba no se le niega a nadie.
1 Comentarios
HA MARIELA HE... TE PASASTE CON ESTA NOTA, AUNQUE VOS SABES QUE YO TAMPOCO TOMO MATE Y MENOS QUE LO HAGA TU HERMANA JAJA DEJAME CON LOS TÉ DE LA TIA KIKO Y EL PAN CON MERMELADA...
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