Tronándole la reversa al PRD




Me divertí un rato leyendo sobre la aprobación de las uniones civiles entre homosexuales en el Distrito Federal; no es que me dé risa el tema pero sí me divierten algunas opiniones o respuestas al respecto.

El senador Manlio Fabio Beltrones afirmó que él no impulsaría las uniones gay a nivel nacional, pues con haberse aprobado en la capital ya tienen (los homosexuales) donde vivir. Fue una respuesta de lo más sincera, pues creo que ningún político panista promovería una ley de este tipo y estoy seguro que muchos priístas prefieren evitar el tema aunque no necesariamente estén de acuerdo con la Iglesa Católica, entonces nomás a los raros del PRD y demás izquierdistas les interesa estos menesteres.

Leía también en El Universal que el obispo Onésimo Cepeda afirma que es una estupidez las matrimonios entre homosexuales y como era de esperarse, los que sólo buscan un pretexto para atacar al catolicismo se lo comieron vivo al prelado y de pederasta y pendejo no lo bajaron –como si alguna vez se haya sabido de que Cepeda haya abusado de algún menor-. En el mismo foro que puso El Universal al pie de la nota, alguien pregunta que cuándo permitirán casarse entre primos, pues su prima está bien buena y uno le contestó que eso nunca se podrá, así que de una buena vez fuera rolando a su codiciada parienta.

¿Qué tanto pensará el PRD en los homosexuales, en aquellas mujeres que quieren abortar, etcétera, al crear y permitir este tipo de leyes? ¿De veras aportarán muchos votos este tipo de personas, suficientes como para darles gusto y hacerles su ley que legalice sus bajos deseos?

Yo me pongo a pensar, si fuera el caso en Jalisco: Gente que le gustan los de su mismo sexo es poca, quizá sean más de los que uno piensa por aquellos que muchos no se animan a “salir del closet”, pero aún así son minoría, incluso siguen siendo minoría a pesar de sumárseles aquellos que dicen ser heterosexuales pero que apoyan o por lo menos defienden las uniones gay.

Pero bueno, siendo optimistas los del PRD, que los gays junto con los heterosexuales que los apoyan representen al menos un 10% de la población total jalisciense y a este porcentaje se le sume el voto duro que tiene el Sol azteca, no creo que lleguen a lograr un significativo número de votos en las elecciones, considerando que el perredismo está casi muerto en Jalisco. O sea, la aprobación de la unión civil gay en este estado y muchos más de la república no garantizaría posiciones políticas seguras, entonces ¿por qué aprobarlas?

En el DF, a pesar de ser gobernado por un político perredista, el matrimonio homosexual deja más gente inconforme que conforme. La unión civil gay aumentará votos a la izquierda pero también le restará otros tantos, así que electoralmente hablando la nueva ley ayuda muy poco a la causa partidista.

Desde mi punto de vista, la cosa más bien va en dirección de molestar a la iglesia y a la mayoría de los que todavía creemos en ella. ¿Por qué?, bueno, si no, no sería PRD el PRD y partidos de izquierda los partidos de izquierda; su naturaleza es ir contra lo históricamente establecido y bien visto, además que la doctrina socialista choca directamente con la religión.

No todos los socialistas buscan enfrentarse a la iglesia. No lo hizo Lázaro Cárdenas, que a pesar de ser comecuras cien por ciento y masón, hizo las paces con la iglesia y decidieron coexistir tranquilamente; tampoco se metieron con el clero el hijo y el nieto del Tata, Cuauhtémoc y Lázaro cuando gobernaron Michoacán y el DF el primero y Michoacán el segundo.

No lo hicieron Monreal ni Amalia García, a pesar de haber sido ésta hija de un recalcitrante comunista y anticlerical. Es más, ni el Peje, que está tan loco y tiene cualquier cantidad de manías y cerrazones, se metió con la iglesia.

Los que sí han atacado frontalmente o de forma velada al clero han sido Calles, Garrido y el caso más reciente Ebrard, a pesar de provenir de una familia católica.

En fin. Dirán algunos que las minorías tienen derechos (¿y la mayoría no?). Otros harán mofa de la Iglesia Católica (si no crees en la existencia de un ser supremo y sus castigos y recompensas ¿entonces de qué te preocupas si te dicen que casarte con alguien de tu mismo sexo es pecado?). Y otros más insultarán a los que no están de acuerdo con estas costumbres y usos y lo digan o escriban públicamente.

Si ya hay mucha gente heterosexual que no quiere casarse ni tener hijos, ¿qué interés hay en que los homosexuales sí lo puedan hacer? Ni modo que quieran guardar las buenas costumbres y evitar el “qué dirán” si viven en unión libre…

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