De fiesta en fiesta

+ Doma, Folklore y Dakar ¡qué mezcla!
Córdoba, Argentina.- Ya faltan pocos días para regresar a Tepa, tengo muchas cosas que contar, sin embargo, como aquellas personas que no saben de qué hablar, lo único que puedo decir en este momento es ¿Qué calor, no?

Tal vez ya me acostumbré al clima seco de Los Altos y por eso me resulta irrespirable el aire de acá con tanta humedad.

Ya ha pasado mes y medio desde que volví a Argentina, y varios de esos días me los he pasado viajando.

En Córdoba uno no puede aburrirse, uno tiene tantas cosas por hacer, tantas que si decidieran algún día venir necesitarían vacaciones de las vacaciones (y un préstamo bancario porque los precios están por las nubes).

Ya conté en otras oportunidades que esta provincia tiene entre las principales actividades económicas, el turismo. Millones de personas visitan esta tierra anualmente, Córdoba tiene de lindo que uno puede venir en cualquier época del año.

En verano es cuando mayor movimiento turístico hay, en gran parte por la oferta hotelera de la que se dispone, por los precios y por los festivales.

Acá festejamos a lo que sea, “a lo que venga”, como decimos.

Recuerdo que hace unos años, chateando con el que ahora es mi marido, comentábamos sobre las fiestas que hay en nuestras ciudades, y me decía que tal año había ido a Tepa artistas de renombre nacional e internacional, como Marco Antonio Solís y Juan Gabriel.

¡Cómo no estar allá! –le decía. “Ya vas a poder ir tú también”, me respondía.

Y yo le decía que acá hay más de cien festivales, algo así como ciento treinta, a lo largo de todo el año. Y que las principales figuras se presentaban en cada uno de ellos. Incluso en los pueblos chicos, siempre contratan a una figura convocante del momento, y el resto son cantantes locales.

Sin embargo, siempre ganan dinero. Y la importancia de los festivales se va adquiriendo por presentar siempre artistas de primer nivel, tanto que la gente quiere volver al año siguiente y planifica muchas veces sus vacaciones en torno a dichos festejos.

Hay tantos festivales que muchos ni los había oído pero existen, por ejemplo, el Festival de la gallina hervida”, de la sandía, del pan casero, del contratista rural, de la empanada, del tractor. O sea, era como les decía, ¡festejamos lo que venga!

El cordobés se caracteriza por su sentido del humor, siempre nos reímos, contamos chistes, hacemos cargadas (bromas), ponemos apodos, etcétera. Y supongo que de ahí nos viene lo de andar festejando lo que sea.

Personalmente, cuando estoy en Tepa, ansío que venga abril para ir a la Expo Ganadera, al palenque de la Feria también, pero sólo si viene un artista bueno, que valga la pena pagar una entrada, porque lo que hay en el Núcleo, nunca me gustó.

Dicen que El Puma ya no tiene la concesión del Núcleo, veremos qué hará la gente de Cecilia, a quién se la darán o si ellos mismos piensan en organizarla. Veremos qué pasa. Yo espero que contraten artistas como la gente, y no me pongan a la “Banda Cuchi Cuchi” que los conocen sólo en su barrio. Como pasó en el 2009, que ya no era la fiesta de Tepa, era la fiesta de los que les gustan las bandas.

En fin, yo acá pude ir a lo que más me gusta, al Festival de Doma y Folklore, en la ciudad de Jesús María, donde se presentan grupos folklóricos, payadores (que son gauchos que con su guitarra improvisan versos luego de cada jineteada), y hay jinetes que van a demostrar su coraje montándose de distintas formas a los caballos. Este año, un jinete murió aplastado por su caballo.

Como dicen allá, “cuando te toca, aunque te quites”. Casualmente este domador estaba reemplazando al original y le dijo a éste el día anterior: “Voy a domar para festejar el primer año de mi hijo, se la voy a dedicar a él”. ¡Pobre gaucho!

Y de una festividad tan gaucha, de gran sentimiento nacional, pasé a un evento internacional, tal vez mundial, el Rally Dakar Argentina – Chile, el cual pude seguirlo en Córdoba al inicio de la prueba y la premiación en Buenos Aires.

Según mi esposo, yo lo usé y puse de excusa que a él le gustan los autos y camiones para poder ir al Dakar. ¿Fanática yo? Naaaa.