¿Le parece a usted, estimado lector, una exageración si digo que el lunes de la semana pasda perdió el PRD toda posibilidad de ganar la Presidencia de la República en el 2012? Tal vez lo sea, pero yo que he visto cómo trabaja la iglesia católica en la política (partidista) mexicana, aunque no debería de meterse pero lo hace, estoy seguro de que su activismo fue definitivo para sacar al PRI de Los Pinos y que arribara el PAN al poder.
Y está la Iglesia muy enojada con el PRD. Tanto que a pesar del “…y perdona nuestras ofensas como también nosotros…” no perdonará el que sus legisladores hayan aprobado el matrimonio entre homosexuales en el Distrito Federal, y mucho menos aún que dicha reforma al Código Civil les permita a esas parejas de marido y marido o de mujer y mujer la posibilidad de adoptar niños para pervertirlos. No se lo perdonará la iglesia católica al partido del sol azteca, que habrá de pagarlo en las urnas.
Esto fue lo que dijo, entre otras cosas, el cardenal Norberto Rivera poco después de que se aprobó en la Asamblea Legislativa lo de las bodas de homosexuales y la posibilidad de que esas parejas puedan adoptar niños: “Esa reforma no sólo es inmoral, sino que golpea en su estructura más íntima a las familias mexicanas”.
"Esta ley -dijo en un comunicado- ha abierto las puertas a una perversa posibilidad para que estas parejas puedan adoptar a niños inocentes, a quienes no se les respetará su derecho a tener una familia constituida por una madre y un padre, con los consecuentes daños psicológicos y morales que provocará tal injusticia y arbitrariedad". Le faltó decir que se trata de pervertir a los niños, de volverlos homosexuales, aunque lo insinuó al hablar de “una perversa posibilidad”.
"Tal pretensión -dijo- no es más que soberbia, e inevitablemente llevará a la sociedad a la ruina, lo cual nos preocupa hondamente. Nuestros niños y jóvenes corren un gravísimo riesgo al ver como normales este tipo de uniones, y pueden entender equívocamente que las diferencias sexuales son un simple tipo de personalidad, dejando así de apreciar la dualidad de la sexualidad humana que es condición de la procreación y, por tanto, de la conservación y desarrollo de la humanidad".
A esto responden los activistas homosexuales que se trata, en su caso, de derechos civiles y por lo tanto humanos, y en el caso de los dirigentes religiosos de homofobia, de la inquisición, de obscurantismo y de hipocresía porque de inmediato salen a relucir los curas pederastas con Marcial Maciel a la cabeza, es su único argumento en contra de la condena.
Norberto Rivera agregó que la Iglesia católica (OJO, no Él, la Iglesia toda) considera una aberración equiparar las uniones entre personas del mismo sexo con el matrimonio. Dijo que estas son incapaces de alcanzar los fines que dieron origen a esta imprescindible institución, que para los cristianos no obedece sólo a una forma de organización social, sino que es un orden instituido por Dios desde la creación del mundo. Sobre esta voluntad divina, que rige la moral conyugal, no puede estar ninguna ley humana”
Destacó que “esta ley es inmoral, inadmisible y condenable”, y que una vez más, con tristeza, dolor, impotencia y consternación, se observó cómo la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (PRD y PT, las huestes de Andrés Manuel) aprobó legislaciones de esta naturaleza.
Rivera Carrera exhortó a los cristianos a reforzar su fe ante estos embates del maligno (imaginario por ahora, pero de carne y hueso en el 2012) que no van dirigidos sólo contra la Iglesia, sino contra los principios y valores de la familia. Y agregó que espera que la aprobación arbitraria de esta ley inmoral, sea el antídoto para que en los demás estados de la República no sigan este perverso ejemplo y que se haga lo necesario para defender constitucionalmente a la familia.
Y por si a alguien le quedara alguna duda de que la Iglesia Católica se enfrentará con todo a la degradación que promueven los partidos políticos del Peje y su carnal Marcelo, Norberto Rivera añadió que espera que los fieles laicos se comprometan a evitar, por cauces legales (el voto, para empezar), estos atropellos contra la sociedad misma y sus valores más preciados.
“Se han burlado -dijo- de la sociedad, la familia y los valores del pueblo mexicano, se negaron al recurso de la participación ciudadana (mediante una encuesta), que el Partido de la Revolución Democrática (más claro ni el agua) promovió en su momento, lo que convierte a esta ley en una imposición que contradice la democracia y la libertad.
Dijo Norberto muchas cosas más, está realmente molesto por esta situación. Pero no sólo Él, el obispo de Ecatepec Onésimo Cepeda calificó la reforma como una estupidez. "Se me hace -dijo- que eso no es un matrimonio, eso puede ser una unión de convivencia, pero nunca podrá ser un matrimonio. Se me hace una estupidez".
Y Norberto y Onésimo son políticos, diplomáticos, tienen que cuidar las formas, pero ya verán los perredistas lo que van a decir el resto de los curas en misa… Y eso no es nada, yo vi cómo todos los activistas de Acción Nacional, los más virulentos, los más fanáticos, los que llegaron luego a ser presidentes municipales, diputados y gobernadores, salieron de las comunidades de base de la Iglesia Católica, de la ACJM, de la ANCIFEM, de Matrimonios Católicos, de la Adoración Nocturna, de los Cursillos de Cristiandad… Y si en su tiempo, hace de esto 15-20 años, su objetivo era sacar al PRI de Los Pinos, lo que finalmente lograron, el de ahora será, apuesto, impedir que llegue el PRD a la Presidencia de la República y a más palacios de gobierno en los Estados.
La Iglesia Católica sigue siendo un poder en México al que hay que tomar en cuenta en política, no midieron al enemigo los perredistas. De los diputados locales homosexuales que aprobaron la reforma lo entiendo, pero de Jesús Ortega que salió de inmediato a decir que su partido los apoya, me pareció un suicidio político. Y lo mismo se puede decir de Marcelo Ebrard, que cambiará su derecho de veto por su futuro. Por unos cuantos, porque no dejan de ser una minoría y así seguirán mientras no se pueda parir por el ano, está enterrando el PRD sus ya de por sí escasas posibilidades que tenía de llegar a gobernar este país.
¿Que ya no son absoluta mayoría los católicos?, no, pero son aún la gran mayoría, aunque en este caso poco importa eso pues para la comunidad cristiana evangélica la unión entre personas del mismo sexo es considerada pecado y puede derivar en la condenación eterna, dijo su representante Arturo Farela.
La Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice) habría entregado a los diputados en la ALDF una carta donde manifiesta su absoluto rechazo a la aprobación de reformas que reconocen el matrimonio entre personas del mismo sexo.
En conferencia de prensa, el presidente nacional e internacional de Confraternice, Arturo Farela Gutiérrez, pidió a los legisladores que reaccionen y legislen no sólo a favor de un grupo de personas que tienen preferencias homosexuales y lésbicas, sino que lo hagan a favor de la sociedad en general.
En esta organización, que agrupa a 250 organismos religiosos y civiles que integran más de 10 mil iglesias en todo el país, se sintieron sorprendidos por la aprobación de esas reformas al Código Civil del Distrito Federal y por ello manifiestan su repudio a esa legislación.
Para la comunidad cristiana evangélica la unión entre personas del mismo sexo es pecado y por lo tanto atrae la condenación eterna, no hay tolerancia en este sentido espiritual.
Esta reforma -dijo el pastor- se realizó de manera prematura, pues la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, que se supone representa a la ciudadanía, les negó la posibilidad de opinar respecto al tema de la adopción. "Fue un verdadero madruguete para los capitalinos. ¿Por qué temieron sujetarlo a discusión de los diferentes sectores sociales?, porque saben que no es un tema consensuado".
“Los legisladores hicieron un montaje perverso, pues publicaron un proyecto que excluye la posibilidad de adopción a un matrimonio entre personas del mismo sexo. Y luego, sin dar oportunidad de reacción a la sociedad, incluyen en la reforma final lo que ya traían a escondidas (la adopción)”.
Y la advertencia final (de lo que le espera al PRD): “Es por ello que la clase política debe aprender a consultar a la población, porque de no respetarse los métodos democráticos, se corre un grave riesgo de implementar un estado totalitario”.
Ya veo a todos los ministros religiosos, de todas las iglesias, de todas las denominaciones, de todo el país, exhortando a sus fieles (ciudadanos) a que no voten por los enemigos de la vida, de la moral, de la fe, de la familia y de Dios… Que nadie les va a hacer caso, pensarán López Obrador y Marcelo Ebrard. Ya veremos…
Mi homofobia es lo de menos, es inocua, yo no tengo poder; lo dañino va a ser la heterofobia de una minoría con poder en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, que va a desatar (que desató ya) una reacción que no calcularon. ¡Feliz Año Nuevo!
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