Pórtico

Tortugas

Bachearon tan rápido que la tinta se vio tardía

¿Cuál fue la razón de construir un periférico?

 ¿Para qué inviertieron cerca de 50 millones de pesos en hacer una carpeta asfáltica “fuera” de la ciudad, si no la piensan promover?

 Si el periférico fue para sacar a los “camiones pesados” ¿porqué no les avisan que ya tienen alternativa para no “usar” los semáforos del Bulevard?

Las estrategias de los gobiernos suelen resultar ociosas o burdas si no se acompañan de una buena estrategia de comunicación. Eso lo sabe hasta el menos conocedor de las estrategias de imagen. ¿Lo sabrán los asesores de a 50 mil por mes?

El Bulevar se convirtió en una losa pesada de concreto, sí, pero también en sentido figurado se volvió muy pesado para quienes transitamos por ahí todos los días. Sobre todo porque los camiones y trailers y todos esos monstruos de varias llantas, se comen los pocos minutos que les pusieron a las luces verdes para que avancemos. Esos gigantes tardan más en arrancar que los autos pequeños, y si les pusieron cerca de 12 luces en el camino por el bulevar, imaginemos (contabilicemos, mejor dicho) cuánto tarda un trailer en cruzar esa ruta. ¿Y los autos chicos? Bien gracias, porque se topa uno con dos de esos camiones queriendo arrancar o jugar carreras entre ellos y ya taponaron los dos carriles que tenemos para “avanzar”.

El periférico es una obra buena que desahogaría el tráfico. Eso lo escuchamos durante 4 trienios y dos sexenios estatales.

Aunque no la haya hecho su administración, le toca a Cecilia González y al profe Jorge Villaseñor, el de Vialidad Municipal, echar a andar un buen programa, con astucia, con inteligencia (para eso hay asesores de a 50 mil ¿no?), con conocimiento, para que los usuarios “urbanos” de Tepa, sigan gozando del Bulevar y no se topen con las tortugas esas de cinco o más ejes de ruedas.

Cambiando el tema, queremos felicitar a los eficientes empleados de servicios municipales, quienes nos dejaron callados la semana pasada cuando, habiendo escrito el Pórtico, la noche del jueves, la mañana del viernes, ya sin lluvias, comenzaron a tapar baches por las calles de la ciudad.

Eso, señores, se llama eficiencia.

Eso, señores, hay que reconocerlo. Aunque nos quiten las palabras a los columnistas, a los periodistas.

Esas respuestas de trabajo a las críticas y los señalamientos, son mejores que los silencios que durante muchos años se guardaron ante las críticas y los “periodicazos”. Felicidades a los empleados municipales, ahora sí se nota la mano de quien les dirige.