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Ciudadanizar

Que no cunda el rumor de la avaricia

Si hemos de pretender congruentes, el cambio de partido en el poder no debería modificar nuestra perspectiva, nuestras exigencias y nuestras demandas hacia el gobierno. Al margen de quién mande o quién no mande.

Desde hace algunos años varias voces han pedido que las decisiones del gobierno municipal se fortalezcan con la presencia y la participación ciudadana. La autoridad no tiene mejor opción (pretexto) para dar resultados, que darle voz y voto al ciudadano en los programas o acciones del gobierno.

Aunque la ley o las normas establecen las formas de la participación ciudadana, muchas ocasiones la gente del poder juega con la prosodia o la sintaxis para hacer ver lo que no es en cuanto a los espacios ciudadanos en los entes del gobierno.

Así pues, se puede presumir la participación de civiles (simples mortales alejados de la nómina oficial), en Consejos como Vialidad, Ecología, DIF, Deportes, Ramo 33, etcétera. Sin embargo, en los espacios trascendentes de la vida pública ahí no se toma tanto en cuenta al ciudadanos de a pié. Ahí donde se manejan los dineros, las obras, las compras, el agua, la seguridad, el uso de los espacios públicos, el usufructo de concesiones, ahí a la autoridad como que le da astigmatismo o miopía.

No es un asunto nuevo. No es problema actual. Eso lo sabemos.

Pero si la administración de Tepa pretende confirmar su eslogan, pues debe comenzar a abrir sus espacios a los ciudadanos.

Uno de los espacios que desde hace muchos años se vienen reclamando para los ciudadanos es la Feriabril. Ese tema tan trillado, puede ser una buena opción para que la autoridad municipal de Tepa lance una señal positiva de lo que debiera ser la participación ciudadana. Ya se tuvo un ejercicio loable, ciudadanizado, honorífico, donde se arrojaron resultados positivos, en todos los sentidos, hasta en lo económico.

Si bien los tiempos ya se le fueron a la administración, si bien ya quedan pocas semanas para la Feriabril; si bien ya tienen preparado el Certamen, si bien ya le quitaron el negocio de la feria al “Puma”; todo eso es bueno, pero no suficiente.

Tenemos, por congruencia, qué seguir pidiendo a la autoridad en turno, que abra los espacios de participación ciudadana. Que no sean las posiciones para “los que se la pasan criticando, a ver si ellos sí pueden resolver lo que critican”, como lo sentenció hace tres años el regidor Joaquín González. No, de lo que se trata es de involucrar a ciudadanos que busquen, que quieran aportar su tiempo a favor de la comunidad, a cambio de transparencia, de honestidad, de resultados.

Esos tres conceptos que en los últimos años han sido guardado en los cajones del palacio municipal y disfrazados con comilonas y páginas de publicidad para no hablar de lo que en realidad nos cuesta a los pobladores de Tepa la fiesta anual de la ciudad.

La transparencia ya no es una opción, ni una estratagema de propaganda. Ahora es una obligación. Así preguntamos, ¿por qué no sumarle a la transparencia obligada una buena dosis de participación ciudadana? A fin de cuentas, los bienes que administra el gobierno son del pueblo, ¿cuál preocupación? Este es un tema que, obligado por la congruencia, nos vemos en la necesidad de plantearle a la actual autoridad. Por congruencia… para empezar.

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