por los obispos de México
+ Avisan de la violencia y hablan
claro del caso Marcial Maciel
Por Oscar Maldonado Villalpando
Así se ha dado a conocer desde los medios informativos del Vaticano. Afrontan con la valentía esta situación que nos rodea y que nos llena de desaliento y alarma. La maldad toma posesión de nuestro entorno. Lujo de violencia en robos y secuestros. El hombre no tiene ya límites. Estamos viendo de todo.
Es increíble la sofisticación para la maldad y la poca respuesta en los niveles policíacos, crece la sospecha de complicidad. Por ejemplo hace días los vecinos reportan que se está cometiendo un robo en tal domicilio. La patrulla llega cuando los ladrones están abriendo las puertas con taladros. De alguna forma hicieron que la policía se retirara y los maleantes siguieron haciendo su fechoría, al parecer se explicó que toda una familia estaba abriendo su domicilio por haber perdido su llave.
Toda la familia, o su apariencia se organiza para acometer esta nueva industria productiva de despojar a ciudadanos y familias de sus bienes e incluso usurpar su identidad.
Los obispos tratan de ver más a fondo la problemática y así se publica este material de esta agencia católica.
“Ciudad de México, miércoles 10 de marzo de 2010 (ZENIT.org-El Observador).- Monseñor Víctor René Rodríguez, obispo auxiliar de Texcoco y secretario General de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), y monseñor Rogelio Cabrera López, arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, y vicepresidente del mismo organismo constataron las carencias de justicia, paz y respeto a la dignidad de las personas en México, especialmente a las mujeres y grupos vulnerables, y advirtieron que de no ser atendidas generarán más tensión en el tejido social del país.
En el marco de una conferencia de prensa, los prelados mexicanos constataron "el crecimiento de la violencia, asaltos secuestros, corrupción, extorsión y asesinatos que día a día llenan de dolor a las familias".
Expusieron que estas circunstancias "se están volviendo cotidianas en nuestra sociedad, por otro lado está la impotencia frente a la pobreza, la desigualdad, la inequidad en la distribución de la riqueza, la falta de oportunidades, de estudio, empleo y desarrollo se refleja en los ciudadanos".
Tras lo anterior, los obispos pidieron trabajar por un Estado de Derecho que garantice los derechos individuales y colectivos, así como la protección y la seguridad en bien de los ciudadanos”. Sobre el tema de escándalos morales en la Congregación Religiosa tan mencionada en últimas fechas, también toman la palabra con claridad. Se habla con realismo, pero tampoco privilegian la morbosidad. Es triste, es malo, pero también es oportunidad de purificar, de ver hacia delante. Y lo sobresaliente es el apoyo al derecho de los ofendidos y agraviados.
De ahí nace una exhortación que invita a denunciar posibles casos para que se aplique la ley. Esa participación hará que la postura intelectual o las declaraciones se hagan vida práctica, cosa que bien sabemos es más difícil. Pero esa es la dirección gracias a las mismas presiones de los medios. ¡Eso es bueno! De toda esa podredumbre se obtendrán buenos resultados. Decir una cosa y hacer otra está nítidamente censurado por el mismo Evangelio en labios de Jesús.
Legionarios de Cristo
“Los representantes eclesiásticos se pronunciaron sobre el caso de la congregación de los Legionarios de Cristo, en respuesta a las numerosas preguntas de los periodistas, suscitadas por revelaciones sobre la vida de su fundador, el padre Marcial Maciel, y por la visita apostólica que en nombre de la Santa Sede están realizando cinco obispos. "Al ser una institución de derecho pontificio, la Santa Sede, a través de la Congregación para la Vida Consagrada tiene toda la autoridad para definir el futuro de los Legionarios de Cristo, y los obispos acataremos la decisión del Vaticano", expresaron.
En las instalaciones de la secretaria general de la Conferencia del Episcopado Mexicano, el obispo auxiliar de Texcoco y arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, dejaron en claro su apoyo a las víctimas de la pederastia --calificada como delito grave--, e invitaron a estas personas "a denunciar estos actos, porque no se puede comprar un silencio que no beneficia a nadie".
"Nunca se puede cerrar el paso a la justicia. Todas las víctimas tienen el deber y el derecho de denunciar cualquier acción que haya lastimado su vida o a sus familiares, y ningún obispo debe ser obstáculo para la aplicación de la ley, de ningún modo se debe encubrir situaciones que vayan en el bien de las personas", aseguraron tajantemente los miembros del episcopado mexicano.
Aclararon que "no se debe arreglar nada en los oscuro y que se proceda conforme a Derecho, porque en el caso la pederastia es un delito abominable y se debe castigar, y si algún obispo se opusiera actuaría de manera equivocada a normatividad establecida por la Iglesia". Por Sergio Estrada
Un reporte de esta naturaleza, dentro de todo lo malo, podrá traer beneficios de coherencia, autenticidad y realismo. Debemos creer en una Iglesia humilde, menesterosa, humana que trata de seguir al Señor, no en una Iglesia investida y orgullosa. No hay lugar para eso, si tal fuera el caso, ante estas flagrantes incoherencias todo se volvería añicos, pero estamos en una Iglesia que desde su pecado, como humana, toma el camino para ser discípula, en proceso, en tendencia a la conversión, la conversión es lo suyo. Que aspira, a pesar de todo, a ser santa como el mismo Cristo, como su Padre celestial, todos debemos aspirar a este noble ideal, superando todo lo demás, que es mucho, ciertamente, pero deber ser esta Iglesia la que hemos de amar. Es semilla y principio del Reino, en proceso, en tensión hacia el allá de Dios. Del hoy humano al futuro divino.


0 Comentarios